El hogar – tu trinchera, tu nido
por Wilson Francisco em STUM WORLDAtualizado em 25/04/2007 18:32:07
Traducción de Teresa - [email protected]
Este es el templo en que habitas al lado de otras almas que han sido elegidas para tu andadura evolutiva, o que Dios ha colocado en tu camino para lecciones y aprendizajes.
La autoridad, el amor y la inteligencia con que administres ese espacio existencial van a determinar la calidad del ambiente de tu hogar, de tu alimentación y de tu vestuario.
Transforma tu casa. Da a cada parte de ella todo tu cariño. Coloca plantas y flores. Mantén la pintura en buen estado, elimina agujeros (bloquean el paso de la energía); no guardes cosas rotas (espejos, relojes); observa si tu casa está enferma o tiene alguna habitación desenergizada; evita la presencia de personas extrañas en tu hogar.
Y ten plena conciencia de que es en el Hogar, junto a tu familia, donde encontrarás los recursos para tu paz, salud y prosperidad.
Ejercicio para la Higienización del Hogar
Visualiza tu casa, transformándola en un templo, en un santuario. Tú habitas la Casa del Señor.
En lo alto de tu casa surge una gran Luz. Recíbela en tu cuerpo y tu alma. Siéntela.
Proyecta tu propia luz, saliendo del pecho, de los ojos, de las manos, hacia todas las habitaciones de tu casa.
Anda, acompañando esta energía, y ve hasta tu cuarto. En él reposas, recuperas tus energías y vives momentos de afectividad y de amor con la persona elegida para compartir tu existencia.
Visualiza los colores verde y rosa.
-Ve hasta el salón. Ahí recibes a los amigos, haces tus lecturas y te recreas. Es el lugar de la inteligencia y de la alegría. Color: amarillo.
-Dirígete a la cocina. En este espacio das sustento a tu cuerpo y alimentas tu alma. Color: azul.
-Y para finalizar, ve hasta el cuarto de baño. En este lugar eliminas lo que no sirve, lo que es impropio para tu cuerpo y tu alma. Color: naranja.
Visualiza tus ropas, calzados, muebles, paredes, tejados y piso. En fin, todo cuanto te pertenece. Envuélvelo todo con amor y cariño. Color: violeta.
Agradece a Dios por el éxito, aprendizaje y seguridad en este espacio existencial.
Y di, con el corazón: Habito la Casa del Señor.