El Infinito nos envuelve
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 11/10/2013 09:12:20
por Maria Cristina Tanajura - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Cuando contemplamos el cielo tan lindo por encima de nosotros, normalmente notamos su colorido, el brillo del sol o de la luna, la luz de las estrellas, el movimiento de las nubes, y todo esto nos lleva a reflexiones más profundas e incluso difíciles de expresar en palabras.
El otro día, mientras hacía eso, tuve de pronto conciencia de que aquello que yo veía no era más que una loncha ínfima de una extensión inimaginable de espacio, que nos rodea por todos los lados, poblada por mentes de lo más diverso, por el Amor que es la esencia, por una red amiga y amable de seres que nos sostiene sin ser vista. En fin, yo intenté proyectarme más allá de lo que veía en aquel instante y me sentí tan bien, tan feliz, que no pude dejar de querer compartir esto con quien me fuese posible.
¡En realidad, vivimos en el espacio! La gravedad de la materia nos atrae y nos mantiene presos a esta casa planetaria, pero no estamos en un ambiente cerrado - ¡habitamos el infinito!
Qué sensación de libertad me ha dado esto.
Podemos liberarnos, aunque no sea más que por milésimas de segundo, de esta atracción fuerte que nos hace permanecer en la Tierra, con la alegría de sentir que también somos seres libres pertenecientes al Universo, antes que cualquier otra cosa.
A partir de este momento que viví, he buscado, varias veces al día, alzarme en pensamiento fuera de lo visible y terreno y, con sólo unos breves instantes, parece que me reabastezco de alegría y fuerza.
Muchos sabios ya nos han afirmado que somos lo que pensamos ser y Jesús dijo que estamos allí donde está nuestro corazón. Entonces, sólo nos sentimos presos si queremos que así sea.
Espíritus en un cuerpo, durante un tiempo que no nos es posible precisar o controlar, tenemos la condición de volar y buscar mundos más placenteros y bellos, si lo deseamos. Ya los poetas hablaban de viajar en alas de la imaginación.
Podéis pensar que sólo estoy intentando escapar a la realidad, que se muestra muy triste y difícil en este momento. Puede ser. Pero tengo la conciencia de que, si no me ayudo, neutralizando de alguna forma toda esta situación, no voy a seguir bien y mucho menos a contribuir con nada bueno para quien quiera que fuese.
Somos seres cósmicos. Habitamos una Madre Tierra, que es el planeta escuela que nos ha tocado, para aprender a ser felices, las más de las veces por medio de situaciones difíciles.
En torno a nosotros, día y noche, a todo instante, habitamos el Universo del Amor Mayor, que constantemente nos está enviando energías sanadoras, bendiciones - dependiendo de la vibración que emitimos. Atraemos por sintonía.
Si no tenemos alas como los pájaros, podemos emplear nuestra mente para sentirnos parte de esta vibración infinita e inconmensurable, perfecta y amorosa que nos rodea y de la cual formamos parte, sin duda.
¡Sólo nos quedamos en la oscuridad si no queremos mirar la Luz que somos y que nos envuelve!
