El miedo de arriesgar
por Elisabeth Cavalcante em STUM WORLDAtualizado em 15/10/2007 13:32:17
Traducción de Teresa - [email protected]
Todos nosotros experimentamos, en el comienzo de la vida, una curiosidad natural por todo aquello que nos rodea. La naturaleza esencial del crío es la apertura hacia nuevas aventuras y descubrimientos.
Sin embargo, a lo largo de nuestro crecimiento, si no se nos estimula adecuadamente, y no se nos enseña que enfrentar lo nuevo es siempre una oportunidad de crecer y vencer nuestros propios límites, terminaremos desarrollando el miedo de que el riesgo siempre nos conduzca al peligro y al dolor.
Muchos padres, aunque motivados por el cuidado y por el amor a sus hijos, acaban por reprimir el espíritu de aventura de los críos por miedo de que puedan lastimarse o sufrir alguna decepción.
Claro que el papel de los padres es advertir a los hijos en cuanto a los riesgos reales que puedan correr al meterse en situaciones de peligro sin adoptar los cuidados necesarios.
Pero es preciso que estén atentos a fin de que ese cuidado no se manifieste a través de una actitud excesivamente medrosa y represiva, pues de ese modo estarían formando adultos inseguros, que siempre preferirán el confort de la acomodación, al riesgo del movimiento rumbo a lo desconocido.
Todas las veces que se presente una situación nueva, debemos cuestionarnos acerca de cuáles son los riesgos reales que correremos al enfrentarla, y distinguir los que pertenecen al terreno del miedo, de la cobardía y de la falta de confianza en nuestro poder interior.
Siempre es tiempo de que, frente a lo desconocido, recuperemos la alegría, el estímulo y la euforia del crío que hemos sido un día. No nos dejemos estancar por el miedo y por la certidumbre de que lo nuevo será algo peligroso en nuestra vida.
Esta es una creencia que la negatividad de la mente insistirá siempre en imponernos, para que continuemos siendo víctimas impotentes del ego y nos privemos de experimentar el poder, la felicidad y el éxtasis que constituyen la esencia de nuestro ser interior.
Alegría es Luz
....Da toda tu energía a la alegría, y el miedo desaparecerá. Ignora el miedo, no le des ninguna atención, porque cuanta más atención le des al miedo, más tiempo se prolongará. Lánzate en la dirección desde la cual surge la alegría, y el miedo desaparecerá tal como la oscuridad desaparece cuando enciendes la luz.
Alegría es luz. Y alegría es el comienzo de una gran peregrinación que termina cuando encuentras a Dios. Entonces prosigue – sin miedo alguno porque la existencia siempre protege a aquellos que confían en ella.
Relájate, entrégate a la existencia y permite a la alegría que te domine. Déjala convertirse en tus alas, para que puedas alcanzar las estrellas. Un corazón jubiloso está muy cercano a las estrellas.
Tan sólo el triste, el sufridor y el miserable están dirigiéndose al infierno. Ellos están creando su infierno propio. El jubiloso y el cantante y el danzante y el celebrante están creando su propio paraíso a través de cada una de sus canciones, a través de cada una de sus danzas.
Está en tus manos crear un paraíso o hundirte en la oscuridad, en el fuego del infierno. Esos no están fuera de vosotros, ambos están dentro de vosotros. Todo eso depende de qué es lo que eliges ser.
Elige ser divino, elige ser más y más un celebrante, elige ser festivo, así cada vez más flores pueden florecer en tu ser, y más y más fragancia puede quedar a tu disposición.
Y de esa manera no sólo te ayudarás, sino que ayudarás a todo aquel con quien tengas contacto.
La Alegría es una infección como cualquier dolencia. Cuando ves a algunas personas bailando, súbitamente sientes que tus pies están listos.
Puedes intentar controlarlos, porque el control te ha sido enseñado, no obstante tu cuerpo desea unirse a la danza. Siempre que se te presente una oportunidad de reír, ríe; siempre que se te presente una oportunidad de bailar, baila; siempre que se te presente una oportunidad de cantar, canta – y un día habrás de descubrir que has creado tu propio paraíso.
No es que la persona vaya al paraíso; el paraíso no está en lugar alguno en el cielo – es algo que la persona crea alrededor de sí misma.
Esto es un buen comienzo. Con todas mis bendiciones, ve más allá, pese al miedo. No des oídos a cosas negativas porque si las escuchas podrían envenenarte, podrían destruir tu alegría – consérvala pura, impoluta.
....Y permíteme recordarte que el primer paso es casi mitad de la jornada.
Osho, Extraído de: The Razor’s Edge.