El Museo de las Almas del Purgatorio
por Acid em STUM WORLDAtualizado em 16/06/2009 15:18:33
Traducción de Teresa - [email protected]
:: Acid ::
Un secreto guardado hace por lo menos 104 años por la Iglesia Católica
acaba de ser desvendado: los espíritus se comunican también en el
seno de la propia Iglesia. Quien lo afirma es el investigador de fenómenos
paranormales bahiano Clóvis Nunes. Él ha logrado filmar y fotografiar
el Museo de las Almas del Purgatorio, en Roma, y reveló que allí
están registrados, silenciosamente, hechos incontestables que legitiman
la comunicación de espíritus.
Todo comenzó con un incendio misterioso en la inauguración de un
altar, en 1897. Los fieles, al apagar el fuego, percibieron desde el surgimiento
de las llamas un rostro dibujado por los residuos del humo que se encontraban
en el mármol. Según ha averiguado Clóvis, lo curioso es que
no había nada que fuese combustible en el lugar. Juntamente con el padre
Victory Juet, llegaron a la conclusión de que la materialización
de aquel rostro, cuyos residuos están intactos hasta hoy, se trataba de
un fenómeno paranormal insólito.
Con el tiempo, se ha ido ampliando el acervo en este sentido, con piezas venidas
de otras iglesias. El parapsicólogo afirma que las reliquias son imágenes
sorprendentes que revelan que las comunicaciones espirituales en la Iglesia son
evidentes y se producen en muchas épocas. En entrevista exclusiva, él
nos relata detalles de su osadía, al driblar a los guardias de seguridad
y traer los secretos a la superficie. Cita casos de diversos curas que no solo
admiten la comunicabilidad con los espíritus, sino que además han
escrito libros y dan conferencias sobre el tema.
El diálogo con los muertos no debe ser interrumpido,
porque, en realidad, l
la vida no está limitada por los horizontes del mundo. (Papa Juan Pablo
II)
EL MUSEO ESCONDE EL MISTERIO
El Museo de las Almas del Purgatorio fue creado por la Iglesia a comienzos del
siglo pasado por el padre Victory Juet, que pertenecía a la Orden del Sagrado
Corazón de Jesús, fundada en 1854 por el padre Chevalier, con la
finalidad de decir misas y oraciones en sufragio de las almas en sufrimiento.
Esta organización se desarrolló en Roma a partir del trabajo de
Juet que se convirtió en una de las mayores personalidades de su época.
Fue procurador de Roma, amigo personal y de extrema confianza del Papa Pío
X.
El 15 de noviembre de 1897, cuando se había adornado el altar para una
fiesta, en conmemoración de las conquistas para construcción del
gran santuario, que es hoy la iglesia, se produjo el incendio misterioso. Victory
Juet y los fieles dedujeron que serían almas del purgatorio, que pedían
plegarias para aliviar sus sufrimientos en el Más Allá, toda vez
la iglesia estaba siendo construida para ello, además de una demostración
real de que la Iglesia era necesaria. A partir de ahí, el padre, impresionado,
lo comunicó al Papa y a las autoridades eclesiásticas, emprendió
viajes por los países europeos, buscando testimonios, pruebas, y siempre
investigando para inserir otras comunicaciones semejantes.
Después de algún tiempo y de una gran cantidad de material seleccionado,
fundó el primer Museo Cristiano de Ultratumba, con autorización
del Papa, para legitimar todas las piezas que registran apariciones de comunicación
espírita entre curas y monjas. "Hoy el museo tiene su cantidad de
piezas resumida, pero es el registro de esas apariciones durante muchos años
en diversas iglesias y diferentes partes del mundo", destaca Clóvis.
Según él, la Iglesia admite, a través del museo, la comunicación
entre los vivos y los muertos. "Allí está un testimonio auténtico
de la inmortalidad, de la comunicabilidad con los espíritus, pese a que
el 90% o más de los curas desconozcan este museo, pues fue instituido por
una Orden y solamente los padres que están ligados a ella, el Sagrado Corazón
de Jesús, saben de su existencia. Pero si el Papa Pío X autorizó
su creación y si el fenómeno se produjo allí es porque desde
aquella época la Iglesia admite la comunicación con los muertos.
No explícitamente para el público, sino entre las autoridades eclesiásticas,
creemos que eso es un hecho desde hace algún tiempo. Por tanto, hace más
de 100 años que estas piezas registran silenciosamente hechos incontestables,
de que los espíritus se comunican dentro del seno de la Iglesia Católica",
analiza.
CONTENIDO DE LOS MENSAJES
Según el parapsicólogo, algunas de las comunicaciones de estos curas
eran el mal uso, por ejemplo, de las ofertas de la Misa y después, con
la conciencia culpable, venían a decir dónde estaba este dinero
guardado. Otras han sido de monjas, que venían a decir a las hermanas que
la vida continuaba después de la muerte. También una gran parte
de casos de espíritus en sufrimiento que volvían rogando se celebrase
Misa para alivio de los dolores y las perturbaciones del alma.
Como la Iglesia Católica tiene la lectura del Más Allá en
tres niveles de realidades, explica Clóvis: los buenos van al Cielo; los
malos al Infierno y los que no son totalmente buenos ni totalmente malos permanecen
temporalmente en el Purgatorio. Como la mayoría de las comunicaciones solicitaban
plegarias, la Iglesia le atribuyó este nombre de Museo de las Almas del
Purgatorio, tras la muerte del padre Victory Juet, porque el nombre original era
Museo Cristiano de Ultratumba.
A comienzos del siglo pasado, el padre Victory Juet abrió el museo al público
en el mismo período en que la iglesia se abrió al culto, en 1917.
Desde entonces, el museo empezó a despertar mucha curiosidad, interpretaciones
precipitadas y equivocadas y la Iglesia decidió entonces reservar estas
informaciones porque la mayoría de las interpretaciones que se daban al
Museo de las Almas del Purgatorio estaba relacionada con el satanismo. Los laicos
interpretaban las comunicaciones como algo demoníaco. Eso perturbó
no solo la fe de los fieles, sino que además contribuyó a una mala
información del pensamiento de la doctrina cristiana de la Iglesia. Por
ello la Iglesia ya no liberó la visitación, para preservar el contexto
religioso.
EL PAPA LEGITIMA EL DIÁLOGO
Clóvis Nunes afirma que muchos testimonios, por parte de las autoridades
eclesiásticas, admiten la posibilidad de comunicación de los espíritus.
El más significativo es el del propio Papa Juan Pablo II, que dijo una
frase muy expresiva proferida el Día de Difuntos, 2 de noviembre de 1983,
en uno de sus pronunciamientos públicos en Roma, en la Plaza de San Pedro:
"El diálogo con los muertos no debe ser interrumpido porque, en realidad,
la vida no está limitada por los horizontes del mundo."
Actualmente, son muchos los padres implicados en transcomunicaciones: el cura
suizo Leo Schmid publicó el libro Cuando los Muertos Hablan, resumiendo
cerca de 12 mil comunicaciones de espíritus por voces paranormales, registradas
en grabador con cintas de casete. Asimismo, el padre Kart Pfleger fue liberado
de sus obligaciones tradicionales de la Iglesia para investigar el asunto y resultó
en opiniones claras y definidas de que la comunicación era una realidad.
En Francia, el padre François Brune escribió el libro Los Muertos
nos Hablan, traducido a 11 idiomas y vendido en librerías católicas.
En sociedad con un investigador de la Universidad de la Sorbona, escribió
el libro Línea Directa con el Más Allá. En Bélgica,
Jean Martan escribió el libro Miles de Señales, que resume evidencias
de comunicación y da conferencias legitimando estas posibilidades. Y así
sucesivamente.
"EL ESPIRITISMO EXISTE"
Y ¿existe la comunicación entre vivos y muertos? El padre Gino Concetti,
de viva voz, respondió en el reportaje del Fantástico: "Considero
que sí. Yo lo creo y me baso en un fundamento teológico que es el
siguiente: todos nosotros formamos en Cristo un cuerpo místico, del cual
Cristo es el soberano. De Cristo emanan muchas gracias, muchos dones, y si somos
todos unidos, formamos una comunión. Y donde hay comunión, existe
también comunicación". El Padre Gino Concetti fue más
allá, al afirmar que "el espiritismo existe, hay señales en
la Biblia, en la Sagrada Escritura, en el Antiguo Testamento. Pero no se produce
del modo fácil como cree la gente. Nosotros no podemos llamar al espíritu
de Miguel Ángel, o de Rafael. Pero como existen pruebas en la Sagrada Escritura,
no se puede negar que exista esta posibilidad de comunicación."
Concetti recibió además eco o refuerzo del teólogo Sandro
Register: "La Iglesia considera que es posible una comunicación entre
este mundo y el otro mundo. La Iglesia ya tiene convicción de que esta
comunicación existe. La Iglesia se siente peregrina, porque vive en la
tierra y posee una patria en el cielo."
Al admitir la posibilidad del diálogo espiritual, el padre Concetti subraya
que este acto no será pecado siempre que esté bajo la inspiración
de la fe y que se evite la práctica de la idolatría, la nigromancia,
la superstición y el esoterismo. Justifica que no se puede jugar con las
"almas de los finados" ni evocarlas por motivos fútiles, para
obtener, por ejemplo, números de lotería. Todo ello según
la entrevista publicada en el periódico italiano Ansa, en noviembre de
1993 (a continuación).
EL SOSTENIMIENTO DEL CRISTIANISMO
El parapsicólogo Clóvis Nunes observa que el Museo de las Almas
representa para los cristianos la certidumbre de la fe en el Más Allá,
y analiza: "El misterio del Cristianismo nació de esta comunicación
con el Más Allá. Desde el nacimiento de Cristo, anunciado por un
espíritu, hasta incluso el sostenimiento del Cristianismo, porque éste
solo se hizo sostenible cuando Jesús resurgió de entre los muertos,
al tercer día. Desde entonces, el Cristianismo se ha legitimado, al igual
que otros fenómenos increíbles de la historia se han legitimado
asimismo por la comunicación entre vivos y muertos."
"Otro aspecto importante, prosigue el investigador, fue la conversión
de Pablo de Tarso, en el camino de Damasco, cuando se deparó con el espíritu
de Jesús, que le preguntó: 'Pablo, Pablo, ¿por qué
me persigues?' Él cayó ciego del caballo. El Cristo ya había
muerto cuando este contacto tuvo lugar. Entonces, el misterio del Cristianismo
es el resurgimiento de Jesús desde el Más Allá y la convicción
de los cristianos, de los discípulos y de los apóstoles solamente
se ha construido después de la certidumbre inquebrantable de que Jesús
vivía tras la muerte. Eso fue la redención del Cristianismo, que
comienza después de la cruz."
La relación de todo esto con el museo, para Clóvis, es que éste
hace de puente, porque durante todos estos siglos hubo un gran muro de silencio
entre vivos y muertos por parte de la Iglesia, el cual acaba de ser derrumbado,
demostrando que la inmortalidad del alma es la continuidad de la vida y que este
silencio fue hecho por las religiones cristianas, que aunque hablen de eternidad,
nunca ha creado las condiciones posibles para el diálogo con esa eternidad.
"El museo muestra que es posible que se haya evitado el diálogo, pero
fue lo natural. Ahora, con la revelación de aquel lugar, me parece que
muchos cristianos van a pensar un poco más", prevé.
EL PROGRAMA LO MOSTRÓ TODO
A través de Clóvis, el programa Fantástico, de la Rede Globo,
mostró, por primera vez en el mundo, durante cerca de quince minutos, las
imágenes que nunca han sido reveladas por otra televisión. Son imágenes
sorprendentes que revelan que las comunicaciones espirituales en el seno de la
Iglesia Católica son evidentes y se producen en muchas épocas. Las
piezas son del siglo pasado y de épocas más recientes. La comunicación
con los espíritus pasa a ser realidad pública y la Iglesia, aun
conociendo esas informaciones, reserva estos contactos.
"Considero que deben haberse producido muchas más comunicaciones.
Solo el padre Victory obtuvo más de 240 piezas. Entonces el programa mostró
las imágenes juntamente con los casos, escenificando con actores y simulando
lo que pudo haber pasado en aquella época, con los efectos de la TV, y
con el propósito de retratar estas apariciones. La mayoría de las
imágenes del museo son originales. Hay residuos reales de las piezas, incluso
la del incendio aún está allí, oculta por tres pequeñas
puertas de madera, teniendo pintada una Madona con dos ángeles, pero hemos
logrado filmarla", detalla Clóvis.
Añade que "algunas de ellas son fotografías de piezas que ya
se han perdido, pero el museo está lleno de originalidad y autenticidad.
Las piezas son registros insólitos de sucesos paranormales, exclusivos,
maravillosos y extraordinarios. En fin, el museo es la concentración de
evidencias indiscutibles de que la muerte no nos mata, la vida continúa
y podemos comunicarnos con aquellos que nos han adelantado en la marcha."
Asiste ahora al reportaje completo del Fantástico sobre el Museo
de las Almas del Purgatorio:
Nótese que al final del programa, la reportera Ilze Scamparini hace dos preguntas al Padre Gino Concetti,(Hermano de la Orden de los Franciscanos Menores, uno de los teólogos más competentes del Vaticano. Es además comentarista de L'Osservatore Romano, el diario oficial del Vaticano) que fueron reproducidas en el texto que antecede. Véase ahora la entrevista con él, publicada en el Periódico Ansa, donde Concetti sostiene que, para la Iglesia Católica los contactos con el "más allá" son posibles, y aquel que dialoga con el mundo de los muertos no comete pecado si lo hace bajo inspiración de la fe:
Concetti - Según el catecismo moderno, Dios permite a nuestros queridos difuntos, que viven en la dimensión ultraterrestre, enviar mensajes para guiarnos en ciertos momentos de nuestra vida. Tras los nuevos descubrimientos en el dominio de la psicología de lo paranormal, la Iglesia ha decidido no prohibir las experiencias del diálogo con los finados, bajo la condición de que sean conducidas con una finalidad seria, religiosa, científica.
P - Según la doctrina católica ¿cómo se producen los contactos?
Concetti - Los mensajes pueden llegar hasta nosotros no a través de palabras y sonidos, es decir, por los medios normales de los seres humanos, sino a través de señales diversas; por ejemplo, por los sueños, que a veces son premonitorios, o a través de impulsos espirituales que penetran en nuestro espíritu. Impulsos que pueden transformarse en visiones y en conceptos."
P - Esas percepciones, ¿podemos tenerlas todos?
Concetti - Quienes captan más frecuentemente esos fenómenos son las personas sensitivas, es decir, personas que tienen una sensibilidad superior relativa a esas señales ultraterrestres. Me refiero a los clarividentes y a los médiums. Pero las personas normales pueden tener algunas percepciones extraordinarias, una señal extraña, una iluminación repentina. Al contrario de las personas sensitivas, pueden raramente lograr interpretar lo que les ocurre en su fuero interno.
P - Para interpretar esos fenómenos ¿les permite la Iglesia recurrir a los llamados sensitivos y a los médiums?
Concetti - Sí, la Iglesia permite recurrir a esas personas particulares, pero con una gran prudencia y en ciertas condiciones. Los sensitivos a quienes se puede pedir asistencia deben ser personas que lleven sus experiencias, incluso aquellas que se sirvan de técnicas modernas, inspiradas en la fe. Si son curas, es aún mejor. La Iglesia somete a interdicción todos los contactos de los fieles con aquellos que se comunican con el "Más Allá" practicando la idolatría, la evocación de los muertos, la nigromancia, la superstición y el esoterismo; todas las prácticas ocultas que inciten a la negación de Dios y de los sacramentos.
P - ¿Por qué motivaciones puede un fiel entablar diálogo con los finados?
Concetti - Es necesario no acercarse mucho al diálogo con los difuntos, a no ser en las situaciones de gran necesidad. Alguien que ha perdido en circunstancias trágicas a su padre o madre, o a su hijo, o bien a su marido y no se resigna a la idea de su desaparición, tener un contacto con el alma del querido difunto puede aliviarle el espíritu perturbado por ese drama. Podemos igualmente encaminarnos a los difuntos si se tiene necesidad de resolver un grave problema de vida. Nuestros antepasados, en general, nos ayudan y nunca nos enviarán mensajes contra nosotros mismos ni contra Dios.
P - ¿Qué actitudes conviene evitar durante los contactos mediúmnicos?
Concetti - No se puede jugar con las almas de los finados. No se puede evocarlas por motivos fútiles, para obtener, por ejemplo, un número de lotería. Conviene también tener un gran discernimiento respecto de las señales del "Más Allá" y no enfatizarlas mucho. Nos arriesgaríamos a caer en la más sospechosa y excesiva credulidad. Ante todo, no se puede abordar el fenómeno de la mediumnidad sin la fuerza de la fe.