El parque temático de nuestra conciencia
por Silvia Malamud em STUM WORLDAtualizado em 26/06/2008 16:34:17
Traducción de Teresa - [email protected]
Lo que elegimos y la calidad existencial según la mirada de la física cuántica experimentada.
La física cuántica observa como posibilidades las láminas de realidad donde coexistimos. Nuestra realidad es la elección nuestra, actualización (colapso) de una de esas láminas. Pienso que la aventura de nuestra conciencia aquí en este plano está vinculada a la búsqueda de la auto-conciencia para que podamos colapsar nuestras realidades con total autonomía y placer.
En cuanto a las regresiones a vidas pasadas considero que es preciso comprender los escenarios de vida que hemos creado y en los que podemos enveredar para conocer nuestras otras historias en otras “vidas” e incluso reconocer las imágenes de nuestros “supuestos” sueños. Pienso, no obstante, que todo este montante serán cambios de escenarios que cuentan una misma historia de conciencia mientras ésta no se percibe en la razón del por qué se repite en los mismos ambientes emocionales, aunque en “diferentes” escenarios. A mi modo de ver, ella, la conciencia, aún no está habilitada para cambiar su patrón existencial porque aún no ha comprendido y más, aún no se ha saturado en la experiencia que está vivenciando.
Observad también que esta exposición es tan sólo un aspecto entre otras posibilidades de significación para las regresiones, no quitando en modo alguno su posible eficacia. Considero que el psiquismo puede decidir hacer un cambio efectivo en tu vida tras entrar en contacto con un escenario/matriz de una supuesta vida pasada que ha resultado en un determinado tipo de experiencia constante, por ejemplo, de algo relacionado con alguna cuestión traumática. Creo también que un proceso psicoterapéutico convencional también puede llegar a ese punto de impacto. Debemos estar abiertos a todo, dando siempre la primacía al buen sentido cuando estamos determinados a entrar en contacto lúcido con nuestro “si mismo”.
Un ejemplo aparentemente simplista acerca de lo que estamos abordando: una persona que pasa todo el tiempo deseosa de chocolate hasta que un buen día percibe la experiencia de un mundo totalmente diferente del anterior. Percibe de distinto modo el “sabor” del chocolate, la saciedad y otros muchos matices que envuelven tal experiencia y a partir de este momento tiene lo que llamamos “insight”, o como decía Jung, momento “luminoso” o “iluminación”, para hacer más fácil la comprensión. Y gracias a esa cualidad perceptiva del ahora decide abandonar este vicio/experiencia de su vida.
La gran cuestión es que, en la mayor parte de nuestros momentos, procedemos mediante patrones de comportamiento ciegos e inconscientes. Nuestro self (sí mismo) es dinámico por excelencia, pero consideramos que nuestra identidad está vinculada a la repetición constante de un mismo tipo de vida. Y acabamos temerosos de perdernos, de no atrevernos a cambiar este patrón, o sea, no los vivimos (los patrones) de modo profundo y lúcido para en fin habilitarnos a vivenciar nuevos y creativos temas de nuestra conciencia.
Nos sentimos víctimas de nosotros mismos, y de algún modo lo somos cuando no logramos accionar dentro de nosotros mismos un gatillo persistente que pueda conducirnos a un cambio efectivo de los patrones nuestros que de algún modo no nos están agradando.
Como bien dice el físico Amit Goswami, tenemos un supuesto parque temático en nuestra mónada cuántica y elegimos, de modo consciente o no, temas para experimentarnos aquí en este plano, donde tenemos el privilegio (según nuestro nivel actual de conciencia) de “colapsar” los eventos requeridos en escenarios materiales. Podemos emplear nuestra existencia terrena de mejor modo cuando entramos en contacto lúcido con los rumbos de vida o temas que verdaderamente nos conciernan; y atrevernos a cambiar lo que para nosotros no tiene sentido.
Como siempre acostumbro a decir en mis textos, si tenéis alguna dificultad, buscad ayuda en la intención clara de encontraros a vosotros mismos y acordaos de que cuanta más clareza en las intenciones, más el universo (¿nosotros mismos?) tiende a conspirar a favor. Gracias a esta intención los buenos vientos siempre llegarán, y no menospreciéis las brisas suaves. Todo es viento, todo es movimiento, siempre que estemos totalmente enfocados, y principalmente, dando valor a nuestros asuntos. ¡Colocaos en la posición de observadores activos de los eventos requeridos y creados y sed efectivamente de los que se encuentran a sí mismos en sus experiencias existenciales!
Deseo a todos un excelente año.