El peligro de los pequeños pensamientos negativos
por Bel Cesar em STUM WORLDAtualizado em 30/03/2006 11:24:26
Traducido por Melissa Park - [email protected]
Como es verdadero el hecho de que basta seguir un ínfimo pensamiento negativo para desencadenar una serie de dudas y frustraciones! Nuestros pequeños pensamientos negativos son como un virus, que rápidamente se multiplica y crece, causándonos fiebre y malestar.
Es preciso mantener nuestra mente bajo una lente de aumento de microscopio.
Como son tantos los pensamientos que fluyen en nuestra mente, que la mayoría de las veces no nos damos cuenta de cuanto somos invadidos por actitudes mentales destructivas. Es como la gripe: la mayoría de las veces, solo percibimos que estamos agripados cuando comenzamos a sentirnos mal. Pero así como es posible revertir un proceso gripal si supiéramos identificar sus menores síntomas, podemos revertir la mente negativa al aprender a identificarla inmediatamente que ella surge.
Lama Gangchen Rinpoche nos enseña a reconocer las mínimas señales de cambio de nuestra mente en las diversas expresiones de rostro: ellas reflejan las sombras de cada forma-pensamiento. Por lo tanto, él nos estimula a usar nuestra capacidad de mantener la atención como un espejo. Esto es, si estuviésemos viendo nuestra imagen las 24 horas reflejada en un espejo, quedaríamos sorprendidos al ver cuantas de nuestras expresiones faciales no son tan bellas como aquellas que intentamos hacer cuando nos miramos al espejo rápidamente para arreglarnos.
“Si no queremos más tener expresiones feas, tenemos que comenzar por admitir que acostumbramos hacerlas”, eso nos alertó Lama Gangchen Rinpoche en sus enseñanzas.
Pero, por que hacemos expresiones feas? Rinpoche nos recuerda que estas expresiones reflejan nuestra hambre y sed interiores que se agravan a medida que no hacemos nada para saciarlas! Acostumbramos perder más tiempo lamentándonos del hambre que generando recursos para suplirla. Eso ocurre porque conocemos poco los alimentos del alma. Que es lo que torna nuestra mente sutil insatisfecha?
Son las actitudes que nutren nuestro cuerpo y mente sutil: orar, recitar mantras, hacer visualizaciones creativas, así como mover el cuerpo con gestos pacíficos. Tenemos que admitir que nuestras actitudes habituales no nos nutren verdaderamente, pues son el resultado de una mente pequeña apenas quiere protegerse, defenderse. Pero poseemos también una mente grande, que busca naturalmente la evolución.
Thomas Moore, en su libro Qué son almas gemelas (O que são almas gêmeas) (Ed. Ediouro), comenta que por más verdaderos que sean los problemas de la vida práctica, ellos nunca son idénticos a las preocupaciones del alma. Por eso, escribe: “Para consagrar nuestra alma, tal vez sea preciso soltar otros vínculos, y para permitir que el alma exprese su propia intención y propósitos, tal vez tengamos que abrir mano de antiguos valores y expectativas”.
De hecho, las exigencias del alma pueden parecernos paradójicas. Por ejemplo, quien no conoce el deseo de querer liberarse de las actitudes basadas en el apego, como el celo? A pesar del alma no querer vivir bajo la tensión del control, nuestra mente pequeña encuentra apenas seguridad cuando controla todo y a todos...
Por eso, sentir la satisfacción interior es una tarea difícil por demás para una mente pequeña!
Lama Gangchen nos enseña a diferenciar las actitudes mentales entre una pequeña y una gran mente. Cuanto estamos bajo los dictámenes de la mente pequeña, nos decimos: “Yo no se... yo no quiero... yo no puedo”... Pero cuando actuamos con nuestra mente grande, proclamamos sin dificultad: “OK, yo puedo lidiar con esta situación, sea ella agradable o no”.
La mente grande no rechaza ninguna experiencia de la vida. Al final, ella no está contaminada por actitudes cobardes o indulgentes. Si pasáramos a observar honestamente cuantas situaciones podemos enfrentar si no seguimos nuestra mente pequeña, quedaremos sorprendidos y felices al notar que podemos hacer mucho más de lo que estamos habituados.
Tenemos que admitir que las actitudes mentales de una mente pequeña no nos nutren verdaderamente, pues son el resultado de la inseguridad. Una mente pequeña dice que no sabe, aún antes de cuestionarse. Dice que no quiere, sin haber consultado sus deseos más profundos. Basadas en la carencia, son actitudes que buscan defenderse sin haber sido atacadas. Una mente pequeña tiene tendencia competitiva. A pesar de ser una mente basada en la creencia de ser excluida y solitaria, no busca la unión. Ya la mente grande busca naturalmente evolucionar, unir, comulgar.
La mente pequeña nutre el sufrimiento, mientras que la mente grande sabe como absorberlo. El sufrimiento pierde su fuerza al paso que es reconocido por la mente grande. Por eso, los maestros budistas nos incentivan a dialogar con nuestro sufrimiento. Lama Gangchen nos dice: “Deje a su sabiduría conversar con su ignorancia. De tiempo y espacio a su sabiduría para expresarse. Ella no debe quedar oprimida por la ignorancia”.
La agitación interior es un reflejo del movimiento de una mente pequeña. Si nos determinamos a no seguirla y, cultivamos una actitud de calma y de atención, ya estaremos manifestando naturalmente nuestra mente grande!