El Placer
por Elisabeth Cavalcante em STUM WORLDAtualizado em 17/03/2009 14:45:26
Traducción de Teresa - [email protected]
La palabra placer tiene, para muchos, una connotación pecaminosa, pues hemos aprendido desde muy pronto a relacionarlo con el sexo y sus tabúes. ¿Por qué será que no se nos educa para buscar el placer de la vida? En vez de eso, lo que más oíamos era la necesidad de cumplir obligaciones y deberes.
Sin duda nuestros padres y educadores consideraban que estimular la búsqueda del placer sería lo mismo que encaminarnos hacia una vida de ocio y libertinaje.
La noción del placer, obviamente, cambia según la cultura de cada pueblo, pero hay placeres sencillos que pueden ser disfrutados por cualquier ser humano, sea cual fuere su origen.
Dependen, fundamentalmente, de la mirada con que enfocamos la vida. Si mantenemos una disposición interior de aprovechar cada momento y todo cuanto éste nos pueda ofrecer, con entusiasmo y alegría, podremos encontrar placer en las situaciones más banales de nuestro cotidiano.
Una buena comida, un buen vino y la compañía de personas que amamos, es una de las más preciosas dádivas que podemos obtener de la vida.
Pero no es la única, pues podemos también sentir placer cuando estamos en compañía de nosotros mismos, deleitándonos con un buen libro, una música o película que toque nuestro corazón.
Son muchas las posibilidades de placer que la vida nos ofrece, cada día.
Y, aun cuando la realidad no se muestra tan fácil de encarar, debemos recordar que, pese a los problemas y las tristezas, todavía podemos mantenernos receptivos a los placeres que la existencia quiera poner a nuestra disposición.
Si eres capaz de saborear y manifestar gratitud siempre que estés experimentando un momento de placer, ciertamente estarás ampliando las posibilidades de una vida plena, en que el arrepentimiento y la culpa jamás encontrarán espacio para existir.
¡CELEBRA!
Las pequeñas cosas deben ser celebradas – el sorber el té tiene que ser celebrado. Las personas del Zen han creado una ceremonia del té. Ese es el más bello ritual jamás desarrollado.
Hay muchas religiones y muchos rituales nacieron, pero no hay nada como la ceremonia del té – ¡simplemente sorber el té y celebrarlo! ¡Solamente cocinar el alimento y celebrarlo! Solo darte un baño – tenderte en la bañera y celebrarlo; o de pie, bajo la ducha, y celebrarlo. Esas son pequeñas cosas – si insistes en celebrarlas, el total de todas tus celebraciones será Dios. Si me preguntas qué es Dios, diré: el total de todas las celebraciones – celebraciones pequeñas y mundanas.
Un amigo viene y toma tu mano o te abraza. No pierdas esa oportunidad – porque Dios ha venido en forma de la mano, del abrazo, en forma del amigo. Una pequeña criatura pasa y sonríe. No te lo pierdas, ríe con el niño – porque Dios ha reído a través del crío. Pasas por la calle y una fragancia viene de un jardín. Detente allí un momento y siente gratitud – porque Dios ha venido como fragancia.
Si puedes celebrar momento a momento, la vida se volverá religiosa – y no existe otra religión, no hay necesidad de ir a ningún templo. Entonces, allí donde estés es el templo, y todo lo que estés haciendo es religión.
OSHO, del libro For madmen only.
