El plan B significa inseguridad
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 31/12/2015 10:44:13
Autor Wilson Francisco - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Felipe, comprendiendo hoy lo que madre y padre representan en su vida, se sintió feliz.
Dice: mi madre es un zepelín, siempre volando. Le gusta pasear, es alegre.
Su padre, todo lo contrario, aprecia un buen programa en la TV, unas zapatillas en los pies y descanso. Exige buenas notas en la escuela, los deberes de casa hechos. “¡Hay que ser responsables!”, exige siempre.
La madre no es una mujer irresponsable. Vive en otro universo. Lo acompaña, hace observaciones sobre esto y aquello, aplaude, aconseja y raramente se encoleriza.
Cuando terminó de exponer el perfil de ellos, lo orienté: tu padre es la piedra, que te hace bajar de la nube, poner los pies en tierra, en la realidad. Tu madre trae lo volátil; el padre, lo concreto. Cada uno te ama a su manera o tal como aprendió.
Un amigo, eximio dibujante, cuenta su experiencia. La madre, profesora, apoyaba sus dibujos, considerando su trabajo perfecto. El padre, proyectista, señalaba incorrecciones, que mi amigo no aceptaba.
Él se presentó a unas pruebas y la empresa desaprobó sus dibujos. ¡En casa, con calma, comprendió que su padre estaba en lo cierto!
La madre juzgó sólo con el corazón. El padre, con la razón. La experiencia de cada uno daba el tono del apoyo.
Otra reflexión que hice con Felipe:
Entre los colegas se manifiesta siempre con mucha consciencia y voluntad. ¡Es admirado! Tiene siempre un plan B para todas las situaciones. Esto lo decía con orgullo, porque para él, tener un plan B representaba ser inteligente y precavido.
Le informé, con respeto y cariño: el plan B es un proceso de inseguridad. “No lo comprendo, Wilson”, dijo.
Ese tal plan B te resta un porcentaje de energía. Empiezas tus acciones con un 70% de posibilidades de éxito, porque reservas un 30% para el plan B. Piensa en esto.
¡En cualquier actividad, tienes que utilizar el 100% de tu capacidad! Una fracción de segundo de desatención puede ser lo suficiente para que ocasiones un accidente.
Una amiga me decía que guardaba dinero para cuando estuviese enferma. Observé: ¡estás llevando a cabo un comando negativo, creando un campo vibracional no muy favorable! ¡Y abriendo la expectativa de que sí vas a ponerte enferma!
Elabora siempre intenciones plenas. ¡La intención atrae la buena energía! Suelo decir que los agentes del Mal han implantado en la mente humana mantras/comandos muy malos.
Observa este: “el infierno está lleno de buenas intenciones”. Este es un comando de las sombras. En mi opinión, la intención es un movimiento energético que realizamos internamente, siempre que soñamos o idealizamos algo.
Es positivo tener buena intención. Y darle secuencia con amplias expectativas y mantener ese proceso a un nivel alto puede representar un gran paso para el triunfo.
James Redfield autor del libro “El Secreto de Shambhala” explica que tras la intención y la expectativa, debes mantener el “campo de la plegaria”. Esto lo entiendo como que tú te mantienes en un alto nivel de consciencia, es decir: orar y vigilar para no caer en tentación.
Hecho este proceso ¡ocurre la sincronía! O sea, tú “encuentras”, “eres encontrado”, en fin, todo se puede realizar.
Ronaldo, el fenómeno, dijo en una entrevista cómo se preparaba, antes de cada partido. En el vestuario, permanecía cinco minutos en meditación. Este era el proceso que hacía. Imaginaba varias jugadas, cruces, faltas y saques de esquina. Y procuraba, mentalmente, elegir el mejor lugar, la más perfecta posición, para chutar o despejar el balón con la cabeza. ¡Hecho esto, estaba listo para jugar! Y él fue un crack extraordinario, talentoso. Entiendo que actuando así, él estaba haciendo su 100%. Tenía siempre un solo plan de juego: ¡marcar goles, ser el mejor!
En las consultas, observo la interferencia de los padres; en unos, positiva y en otros, negativa. Ana Flávia trabaja como subdirectora de banco, tiene un coche moderno, 0km. Tiene un pensamiento fijo: “necesito trabajar mucho, si no, paso hambre”.
Descubrí el origen de ese comando “Voy a pasar hambre”. Cuando tenía siete años, hacía los deberes sentada en la cocina. Su madre, profesora, miraba la libreta, por encima de sus hombros y dijo: ¡Por Dios, hija mía! Haciendo los deberes así, “vas a pasar hambre” cuando seas mayor. Ella se quedó con esa orden en su inconsciente.
En el proceso del Ho'hoponopono hay esta orientación: sé el 100% responsable por ti.
Tu destino, tus metas y tu camino han de estar en tus manos. Evita delegar poderes en los demás. Tú conoces tus defectos y cualidades, ¡haz lo máximo por ti!