El Poder de la Curación
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 13/05/2015 17:41:56
por Vera Marfeza - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Como tan bien decía Carlo Gustav Jung: "Solo aquello que somos realmente tiene el poder de curarnos". Hemos crecido a merced de los sistemas de creencias y culturas vigentes. Si nacemos en una familia judía, cristiana o musulmana, en eso seremos moldeados. Lo demás es bombardeo que nos aleja de nosotros mismos.
El principio fundamental de la cura es que primeramente identifiquemos la causa. Mirar, sin miedo, aquello que nos ha causado el desequilibrio, físico, mental, emocional, etérico o espiritual. Sin eso no hay cómo volver al punto central de nosotros mismos. Según Kryon, el maravilloso amigo multidimensional del servicio magnético, "somos ángeles disfrazados de seres humanos". Busquemos, entonces, nuestra divinidad dentro de nosotros. Cuando nos acercamos nuevamente a nuestra esencia divina, la energía a que accedemos es de amor y cura. Como la Verdad nos hace libres y el Amor transmuta, a partir de ahí estamos en el buen camino. No hay dolencia en el mundo que nos derrote si nosotros no lo queremos. Aunque hayamos determinado antes de nacer, en nuestro proyecto de reencarnación, que queremos pasar por ella, todo puede ser modificado, basta poner algo más productivo en su lugar. Doy a esto el nombre de "renegociar el karma".
Hace algunos años atendí a una astróloga que padecía cáncer. Recuerdo haber quedado muy impresionada por la furia con que la enfermedad se había propagado. Estaba por dentro y por fuera. Me enseñó la piel del tórax con más de la mitad afectada, por lo menos. En aquella ocasión, le pregunté si ella quería cambiar aquel sufrimiento por algo constructivo. Me contestó que sí. Un año más tarde volvió a verme, ya curada de toda manifestación de la dolencia. Me alegré mucho, pues entendí que se había producido el intercambio. Pero no sé bien por qué motivo, ella no cumplió su parte en ese intercambio. La dolencia volvió, ahora en la cabeza y ya nada más pude hacer.
Cuando hacemos un proyecto de reencarnación, con nuestros propios conceptos y percepciones, lo hacemos para aprender sobre determinadas experiencias. No creo en eso de "pagar el karma". Creo en aprender y en ascender con la luz de la sabiduría. Y no hay otro modo en este planeta no siendo por la experiencia de la reencarnación.
Como ejemplo, podemos observar que si tú eliges ser médico e ingresar en una Facultad de Medicina, se entiende que vas a cumplir todas las disciplinas exigidas para aquel currículo. Así ocurre cuando encarnamos. Montamos un objetivo, mediante la elección de familia, ciudad, país, influencias socioeconómicas, dificultades, talentos, etc. En ese objetivo nos impulsan nuestros 12 arquetipos matrices de nacimiento. Pero pueden ser modificados siempre que no comprometamos el resultado final.
A veces decidimos, antes de reencarnarnos, que si no hacemos determinada cosa nuestra alarma se disparará, a fin de que no perdamos el tiempo aquí. Algunas de esas alarmas son enfermedades (pánico y depresión son algunas), accidentes, la vida se paraliza como si diésemos al "pausa" en nuestro control remoto. Hasta que caiga nuestra ficha puede llevar bastante tiempo. Antes de buscar culpables, haz la siguiente pregunta, cuando te veas en una de estas situaciones: ¿Qué es lo que la vida quiere decirme, y no la estoy comprendiendo?
El ejemplo que tengo sobre eso soy yo misma. Durante el tiempo en que hacía un trabajo de cirugía con mi grupo mediúmnico, atendiendo personalmente a cerca de 60 personas - lo cual no es mucho - no tuve ninguna crisis de alergia y bronquitis. Bastó dejar de hacerlo, por no tener ya sitio para desarrollar ese atendimiento, y todo aquello ha vuelto. Esta fue la alarma que instalé para llamar mi atención sobre esa misión. Debería ya haberme espabilado para encontrar otro local. Y como nosotros, los seres humanos, somos un poco acomodadizos, dejamos pasar el tiempo y no hacemos nada. Mi trabajo espiritual a distancia siempre ha continuado, pero mi misión implica también la cirugía espiritual, gratuita. He visto cientos de curaciones, desde las más sencillas hasta las más difíciles.
Recientemente, he tenido la prueba de que ya no puedo dejar que el tiempo pase. Una querida amiga, de Portugal, me ha pedido que hiciese el atendimiento de su esposo, que tenía una disfunción en el riñón. El médico ya había dispuesto una operación quirúrgica, con grandes posibilidades de que se le extirpase el órgano. Hicimos, mi grupo y yo, este atendimiento, y para nuestra alegría, el médico constató, algo desconcertado, que no solo no hacía falta la intervención quirúrgica, sino que sin que se explicase cómo, el riñón se presentaba como si jamás hubiese estado enfermo. Yo sé que los amigos multidimensionales trabajan desde hace mucho tiempo con las células-madre. En aquella época ellos solo me decían que iban a recomponer el órgano. Hoy ya tengo comprensión sobre el tema, aunque no sea médica.
Tener acceso a los beneficios de los amigos multidimensionales no es privilegio mío. Todos somos capaces de obtener su visita amorosa. Basta hacer el renacimiento, disponible en mi sitio web, y estar receptivo a la maravillosa interferencia por parte de ellos.
Siempre tenemos nosotros las respuestas, basta estar atentos. Por detrás de cualquier acontecimiento están las causas que lo han originado. Si queremos la curación o la solución, enfoquemos sus comienzos. Y la mayor causa de nuestro desequilibrio es estar distantes de nuestra real identidad. Somos la manifestación de DIOS en la Tierra, hechos a su imagen y semejanza, por tanto, perfectos.
Aquello en lo que crees, será tu realidad.