El sufrimiento y el Miedo
por Graziella Marraccini em STUM WORLDAtualizado em 12/09/2010 13:10:53
Traducción de Teresa - [email protected]
Estoy en un hospital de São Paulo, escribiendo este artículo mientras asisto a mi hermana que duerme, tras haber sufrido un AVC hace diez días. Tras el susto inicial, la correría para conseguir socorro inmediato, el ingreso y la operación quirúrgica, empezamos, mi sobrina y yo, una rutina hospitalaria fatigosa. La paciente se recupera poco a poco mientras los familiares adaptamos nuestra vida a una nueva realidad. ¡Esto no es nada fácil de sobrellevar! Nos gustaría permanecer lo más lejos posible de los hospitales para no enfrentarnos al sufrimiento, al dolor y al miedo a la muerte de los seres queridos. Los hospitales están llenos de personas que sufren: dolencias y accidentes ocurren sin cesar.
En estos días, más que nunca, me pillo reflexionando sobre qué es la salud y qué es la enfermedad. En mi concepción no existe la enfermedad, sino el enfermo. Recuerdo una frase del Dalai Lama que afirma, al sorprenderse con el comportamiento humano: Los hombres pierden la salud corriendo en pos del dinero y después pierden el dinero corriendo en pos de la salud. Esto es insano, pero verdadero. Es la gran realidad de nuestra vida. Olvidamos que es más importante mantener una vida sana y sencilla que correr en pos de bienes materiales que, como dice el dicho popular, no podremos llevarnos al otro lado cuando venga la muerte. Lo importante es el camino y no la meta, dicen los orientales. Entonces ¿por qué no conseguimos mantenernos alejados del dolor, del sufrimiento, de la enfermedad?
Porque creamos con nuestra mente, y consiguientemente con nuestros actos, la posibilidad de que la enfermedad se instale en nuestra vida.
La homeopatía, que utilizo desde hace más de 35 años, afirma que no existen enfermedades, sino enfermos. Aquellos que, por una u otra razón, inician un proceso de enfermedad, abriendo su cuerpo para que la dolencia física se instale poco a poco, son personas en desequilibrio. ¡Reconozco que en el mundo alocado en que vivimos es muy difícil encontrar el equilibrio! La propia naturaleza y nuestro planeta entero muestran señales de ese desequilibrio: inundaciones catastróficas, sequías e incendios extraordinarios, huracanes y terremotos devastadores, tsunamis y deshielos sorprendentes aparecen todos los días en los telediarios. ¿Cómo no desequilibrarse, víctima del miedo? ¿Cómo no asustarse?
Hay personas que son más sensibles e impresionables que otras y aquellas imágenes terribles mostradas diariamente por las televisiones del mundo entero no ayudan en nada a su equilibrio psíquico. Por ello acaban siendo más influenciadas negativamente y pueden caer en las trampas del miedo: miedo al mañana, miedo a quedar en soledad, miedo a no tener dinero, miedo a morir… El miedo es algo terrible, que socava nuestras posibilidades de reaccionar frente a las adversidades. El miedo disminuye nuestras defensas naturales y nos expone a las enfermedades. El miedo impide a nuestra fe manifestarse libremente.
Por ello, la primera medida que hemos de adoptar para no enfermar será la de fortalecer nuestra voluntad y alejar de nuestra mente los pensamientos negativos, que causan quebranto. Tenemos que recurrir a la fuerza interior y a la fe para superar los momentos difíciles cuando ya están instalados, pero podemos recurrir a las técnicas terapéuticas para evitarlos. La técnica de EFT* - Terapia de Liberación Emocional (véanse los artículos y los vídeos en mi Web personal) es una herramienta poderosa que lo mismo sirve para mejorar nuestra salud que para alejar los bloqueos que nos impiden prosperar y progresar. Esa terapia se basa principalmente en los puntos de la acupuntura china, liberando las energías bloqueadas por las emociones negativas (recuerdos penosos, miedos, etc.) eliminando dolores, fobias, traumas, trastornos emocionales, y abriendo el camino hacia una vida más feliz, próspera y exitosa. Pese a que la terapia de EFT es bastante fácil de aprender y aplicar, y no obstante ello, me he dado cuenta de que pocas personas la aplican con la seriedad suficiente para lograr buenos resultados.
La dificultad consiste principalmente en mantener la persistencia y determinación para aplicar la terapia. ¡Las personas esperan milagros! ¡Creen haber encontrado la cura milagrosa para sus males, pero no hacen su parte! ¡No, no existe la píldora del milagro! Somos nosotros quienes hemos de instalar creencias positivas en el lugar de las que debilitan nuestra voluntad impidiéndonos vivir una vida feliz. Necesitamos determinación y persistencia. Al fin y al cabo, cuando tomamos un antibiótico 3 veces al día durante 8 días, mantenemos la determinación de hacerlo, porque creemos que aquello ‘matará’ a los causadores de nuestras dolencias. Entonces ¿por qué no aplicar la EFT con la misma determinación? ¡Creedme: no tiene contraindicaciones!!!
Las creencias saboteadoras instaladas en nuestra mente por la sociedad competitiva en que vivimos, por los condicionamientos familiares o por las características de nuestra personalidad, tienen que ser anuladas con frases positivas, al mismo tiempo que liberamos la energía ya bloqueada. Así es como funciona la Técnica de EFT*. Y ella está al alcance de todos. Basta con querer. A mi modo de ver, solamente de esa forma recuperamos el completo control de nuestro equilibrio psíquico y físico, así como la salud, alejando el sufrimiento y el dolor de nuestra vida. Obtendremos además calma y tranquilidad para superar las eventuales dificultades que no podemos evitar porque forman parte de nuestra existencia terrena. El Poder está en la Fuerza Interior.
Desde que me he convertido en terapeuta de EFT*, he venido explicando esa verdad en mis conferencias y afirmo con convicción: ¡Nosotros creamos nuestra realidad y podemos recrearla mejor cada día, si así lo deseamos!
Recordad que la primera Ley Hermética (Leyes de la Sabiduría) afirma: ¡Dios es mente, el universo es mental! Reflexionad sobre la cuestión y enviadme vuestros comentarios, vuestras experiencias.
Yo seguiré aquí, dispuesta a compartir con vosotros mis experiencias personales, para que juntos podamos continuar nuestro desarrollo espiritual
¡Deseo a todos una semana llena de Luz, en este momento en que se inicia el Año Nuevo Judaico con la Luna Nueva de Virgo! ¡Shaná Tová!
São Paulo,9 de septiembre de 2010