EL TIEMPO Y EL DOLOR CURAN LOS VICIOS Y EL FANATISMO
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 12/01/2012 16:43:19
por Bruno J. Gimenes - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
A lo largo de los años, la humanidad ha experimentado muchos errores y aciertos en la relación con la espiritualidad y con las Fuerzas Universales. Llamamos a esto CONEXIÓN. La lección mayor que la maduración – promovida por los años ya vividos por nuestra humanidad – nos ha traído, aunque no en su totalidad, es que no existe un único camino para encontrar la CONEXIÓN, no existe una única forma de ser plenos, tampoco una única religión, creencia o filosofía espiritual. Lo que nos conecta con la Fuente Mayor es un estado de espíritu adecuado; aparte de eso, no es la Fuente la que se liga a nosotros, sino nosotros somos quienes nos ligamos a Ella. Mejor dicho, nosotros nos religamos a Ella, porque nunca hemos estado separados, aunque lo pareciese debido a la barrera que hemos creado con el odio, el miedo, la vanidad, el orgullo, en otras palabras, debido a nuestro egoísmo, que solo es creer que somos unos individuos sin cualquier conexión con el Todo.
LA CONEXIÓN ES ESENCIALMENTE UN ESTADO NATURAL DEL SER HUMANO. El egoísmo es la consecuencia de los errores y de la inmadurez de las almas humanas, pues cuando sobreviene la maduración, forjada a lo largo de muchos ciclos de vida y muerte física, lenta y gradualmente el egoísmo se debilita. El egoísmo es el fruto de la inmadurez espiritual. Esa inmadurez espiritual es identificada claramente en las situaciones de fanatismo religioso y de los vicios más diversos. En el caso del fanatismo, ocurre porque aquella alma aún desconocedora de las cualidades balsámicas promovidas por la CONEXIÓN saludable y verdadera, al entrar en contacto con pequeños momentos de sintonía con la Fuente Mayor, llega a la conclusión de que esa es la única forma; se siente completamente transformada, pues la fuerza de la CONEXIÓN es como una descarga eléctrica: evidente e intensa y causa una reacción inmediata.
Cuando un alma todavía inmadura en el camino de la evolución de la conciencia experimenta destellos de la fuerza de la CONEXIÓN, queda fascinada porque no era capaz de imaginar que tal sensación fuese posible. Pero aun sin expresar las cualidades de la tolerancia, de la armonía y de la sensatez en su alma, de manera determinista inicia una jornada avasalladora en el sentido de extravasar la fuerza de aquel destello de sintonía, sin medir consecuencias, sin planificar maneras, sin respetar el tiempo de cada cual. El egoísmo latente, presente en las almas fanáticas, no consigue dejar que ellas perciban que aquel mismo sentimiento obtenido en una experiencia religiosa también puede ser encontrado en una actividad gratificante. Un pintor puede perfectamente encontrar su CONEXIÓN al pintar un cuadro, un cantante al expresarse por la música, un jardinero en el trato con las plantas, un atleta en la práctica de su deporte, y así sucesivamente.
Ello es posible porque la CONEXIÓN no se verifica por una puerta racional o lógica – en el sentido de la ciencia moderna – no es preciso que llegue por medio de un maestro espiritual, de un culto, de una misa o de una religión, sino que la CONEXIÓN se produce por respuesta de la FUENTE en relación a un estado de espíritu pleno. Pero quede bien claro que también puede sobrevenir en una celebración religiosa.
La Fuente no hace distinciones, no juzga, no condena, no tiene prejuicios, simplemente abastece a aquel que está abierto a Ella. Si eres capaz de expresar tu estado de espíritu pleno y radiante, entonces sentirás el poder de la CONEXIÓN, que es el momento en que tu alma entra en sintonía con el alma del Gran Espíritu Creador. En ese instante de tiempo no hay dolencias, no hay miedos ni angustias, controles o errores conscienciales, solo hay virtudes, alegría y paz total.
La CONEXIÓN es el camino que han encontrado los grandes seres, aquellos que han cambiado el mundo. La CONEXIÓN no es únicamente para santos o maestros espirituales, sino para personas corrientes, en ambientes corrientes y en actividades corrientes, que entienden que es la fuerza del TODO lo que nos mueve.
Estamos ligados a la FUENTE, ella nos busca todo el tiempo, ella reacciona a nuestros sentimientos y emociones, penetrando en nosotros cuando estamos serenos y positivos, o solamente circulando en torno a nosotros cuando estamos desalineados, pesimistas, temerosos, ansiosos o en conflicto.
No es un ser de luz quien determina si tu CONEXIÓN se producirá o no, ¡eres tú! Los seres iluminados, los maestros, ángeles y santos siempre han sido entidades sabias que nos han ayudado y nos ayudan a comprender mejor el proceso; no obstante, ellos también saben que solo hay un camino para conquistar la CONEXIÓN: a través de uno mismo.
En ese proceso, cualquier camino de fanatismo es inútil, porque engendra los más diversos conflictos, aumenta los karmas individuales y colectivos, promueve la discordia y el desamor.
En los procesos de vicios esto no es muy diferente, pues las sensaciones mundanas de aparente placer y satisfacción dan la impresión de ser caminos de elevación y bienestar, pero son pasajeros, ya que no están alimentados por la Fuente Mayor, que es inagotable, abundante y constante.
Venimos de la Fuente, hemos sido creados a Su imagen y semejanza, por eso somos esencialmente abastecidos, alimentados, protegidos y energizados por Ella. Cuando buscamos caminos para promover nuestro crecimiento interior, si no están sintonizados con la Fuente, entonces sufrimos – aunque no nos demos cuenta instantáneamente. ¡Y por eso el tiempo es el mejor amigo de la humanidad! En especial, las cíclicas existencias a que el hombre viene siendo sometido a fin de que alcance cierta perfección moral, espiritual y consciencial que le permita comprender la naturaleza de la Fuente de la cual él mismo se origina.
Ningún vicio experimentado por el hombre puede llevarlo al camino de la CONEXIÓN, aunque él solo comprenderá esto cuando también sienta el dolor, la escasez y el vacío a que conduce ese camino. Entonces, solamente en la desesperación reducirá su orgullo para expresarse con pureza y respeto con la Fuente, pues conocedor de sus errores dará pasos firmes hacia sus aciertos. Ningún fanatismo religioso será saludable en la búsqueda de un estado de espíritu conectivo, que es aquel capaz de hacer a cualquier alma sentir la fuerza del Todo, aunque no se puede decir que el fanatismo sea un fallo humano o una enfermedad. Es únicamente un camino necesario para que algunos encuentren en el futuro – próximo o lejano, según sus conciencias – la ponderación, la sensatez y el discernimiento necesarios en esa jornada hacia la reCONEXIÓN.El tiempo y el sufrimiento enseñan a los extremistas,
El tiempo y el dolor traen ponderación a la emoción humana.
El tiempo y el dolor impregnan la conciencia humana de perfumes conscienciales;
El tiempo y el dolor enseñan al hombre cómo digerir su orgullo, transmutándolo en amor y donación;
El tiempo y el dolor aproximan las polaridades y reducen sus efectos.
El tiempo y el dolor traen amor y sabiduría.
Cuanto más dolor, menos sabiduría. Cuanta más sabiduría, menos rebeldía. El manso y el que ha madurado por las intemperies de las emociones enfermizas, ahora consciente de la destrucción que tales desequilibrios promueven, adopta para sí una conducta equilibrada. Esta es una conciencia que solo puede conquistarse con el tiempo y con el dolor. La sugerencia es: aceptar más, perdonar más, amar más para que el dolor nos deje pronto y la plenitud sobrevenga. Amando más, nos hacemos sabios y flexibles, espantamos el dolor y aprendemos más rápido.
