El yo múltiple, nuestra verdadera constitución
por Silvia Malamud em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:34:58
Traducción de Teresa - [email protected]
Estamos constituidos por diversos personajes siendo que todos han vivido en importantes experiencias pasadas a lo largo de la vida. Si has presenciado cómo la personalidad de alguien, o incluso la tuya ha cambiado de agua para vino y de un instante para otro, sabes lo que estamos abordando.
Hay situaciones en las cuales perdemos totalmente la conexión con el Yo y nos hallamos literalmente poseídos por aspectos que, aunque son nuestros, nos resultan desconocidos. Se trata de identidades probablemente generadas en momentos difíciles y aterradores del pasado, que, con el objeto de proteger nuestra integridad, permanecen congeladas en el curso de nuestra historia de vida, como si estuviesen dentro de burbujas en el tiempo. Por no ser capaces de lidiar con determinadas situaciones de vida, fragmentos nuestros quedan retenidos en nuestra línea del tiempo mientras el resto de nuestra totalidad continúa avanzando hacia delante.
Dentro de este contexto, ¿has notado que un acontecimiento aparentemente aleatorio puede disparar las más diversas reacciones en cada persona?
- ¿Te has preguntado por qué motivo esas situaciones nos ocurren prácticamente a todos?
Es interesante notar que las más diversas culturas conocieron esta misma cuestión de las más diversas maneras. Esto por sí solo ya habla de una verdad que podría ser concebida como universal para los seres humanos.
Véanse a continuación algunas indicaciones al respecto.
Sabemos que alrededor del mundo hay innumerables tribus chamánicas. Existen en las regiones brasileñas indígenas, peruanas, en las regiones rusas del Altai, entre otras tantas. En esas culturas hay una modalidad de cura emocional, e incluso para enfermedades, a la que se suele llamar Rescate de Alma. En ella, el Chamán entiende que un fragmento del alma de la persona afligida se halla escondido en algún lugar, y esto le impide tener salud. En el procedimiento de cura que conozco, el Chamán hace un viaje psíquico al interior de la persona, se encuentra con el fragmento del alma escondido y no actuante en la totalidad, negocia para que éste vuelva a formar parte del alma total del individuo, poniendo de manifiesto su importancia para la completitud de su vitalidad y alegría. Frecuentemente el rescate es penoso y el fragmento de alma cuenta su historia y también el motivo por el cual se mantiene exiliado y en qué tiempo se escondió. No pocas veces este fragmento aparece en una vivencia de cuando la persona era pequeña, mostrando el lugar donde se esconde, a menudo por miedo. Algunas veces el rescate también se hace por algún episodio reciente.
Durante el proceso, el enfermo permanece tendido al lado del Chamán y éste hace su viaje de rescate hasta que el mismo promueva la cura, la liberación y la reintegración. Cuando el acuerdo de regreso del alma queda sellado, por lo regular el Chamán, en un acto simbólico (o no) sopla el trozo de alma que falta sobre lo alto de la cabeza y el corazón de la persona. Una ceremonia sagrada y, para la creencia chamánica, altamente eficiente.
Otro modo de reconocer y rescatar estos aspectos nuestros traumatizados pasa por el área de la psicología, en una analogía de cuando aspectos del inconsciente que comandan la escena pueden integrarse de modo sano en la vida. El reprocesamiento que la EMDR promueve también funciona como abordaje altamente competente dentro de la psicología, que ayuda a reprocesar los momentos difíciles que pasamos. Seguidamente, se explica mejor.
También la física cuántica aborda el tema, al pesquisar sobre universos paralelos en los cuales podríamos coexistir, y en una conexión desconocida, todos los yo serían afectados ininterrumpidamente con la calidad de las vivencias experimentadas por cada uno en su lámina de realidad. O sea, cada yo sería un aspecto total en sí, y de algún modo ejercería su influencia sobre los otros yo.
Nuestra cuestión se refiere a la invasión que estos supuestos yo, mediante sus historias, frecuentemente hacen en nuestras vidas, a menudo ocasionando estragos indeseables en conductas reconocidamente elegidas y honradas por nosotros.
Ocurre que cuando el yo asustado y congelado en la burbuja se percibe amenazado, acaba emanando sus contenidos emocionales hacia fuera de ésta, de modo totalmente inconexo y, lo que es peor, sin avisar. En esos momentos somos invadidos por reacciones ciegas que al atravesarnos se exteriorizan de forma desmedida. Suelen presentarse por los excesos o incluso por el miedo, vergüenza o retracción. Y la incógnita, para nosotros, laicos del real sentido que mueve estos aspectos, es pensar seguidamente y de modo racional sobre el por qué de no ser capaces de refrenar estos impulsos tan extraños y paradójicamente conocidos.
En tales ocasiones, disociados de nosotros mismos, aspectos que permanecen paralizados en el tiempo del sufrimiento surgen como fantasmas actuantes en el escenario de nuestra vida y ninguno de nosotros está libre de ser víctima de sí mismo.
Todos hemos pasado por experiencias de difícil digestión. Debido a eso, hemos paralizado y congelado estos Yo en medio de las historias y comprensiones de la realidad de modo disfuncional, asociando creencias irracionales exactamente por la visión distorsionada que promueven las situaciones de trauma.
La pregunta que queda es: - ¿Cómo tratar esas posibles posesiones de nosotros hacia nosotros mismos cuando nos ponemos totalmente descontrolados? Y lo peor es que sabemos que fatalmente estas situaciones habrán de repetirse en nuestra vida si no adoptamos alguna actitud. Y ¿qué actitud podría ser esa cuando incontables veces nos cuesta creer que hemos sido nosotros mismos quienes hemos actuado de modo violento, agresivo, o incluso esquivándonos cuando supuestamente deberíamos haber actuado?
Difícilmente tenemos una noción exacta sobre qué es lo que, en el mundo externo, dispara en nosotros determinadas reacciones emocionales e irracionales. E incluso cuando lo comprendemos, aun así, hay dificultades en acceder a las claves de transformación interior.
En el abordaje de la EMDR (busca más explicaciones al respecto en otros artículos míos sobre EMDR) podemos accionar y trabajar esos Yo negociando con ellos, en la real posibilidad de liberarlos de situaciones difíciles.
Por medio de la EMDR, el Yo consciente, en una atención dual, consigue entrar en contacto con estas estancias sufridas, reprocesando contenidos congelados que resurgen sin aviso previo y en nombre de la supervivencia de algún momento antiguo. desconectado con la realidad total del momento presente.
Da qué pensar ¿no es cierto?Una de nuestras metas existenciales se refiere a conquistar el estatus de ser de verdad dueños de nosotros mismos, movidos por una completitud de experiencias sanas.
Deseo que todos podamos disfrutar de la vida en sus súper coloridos tonos. Que podamos salir de los lugares que nos paralizan con la maestría de quien realmente participa. ¡Y que podamos sentirnos literalmente VIVOS!
Considera a la EMDR como uno de los caminos posibles.
Oriéntate y sé feliz. 2011 - Elige a este como Año de tu transformación. ¡Aprovecha!
