En alas del hermano tiempo...
por Wagner Borges em STUM WORLDAtualizado em 03/01/2008 19:59:56
Traducción de Teresa - [email protected]
(Hablando de Iniciación y Universalismo)
Mientras vuelo desde São Paulo a Río de Janeiro, donde voy a participar en un Seminario en la Sociedad Espírita Ramatís, cierro los ojos y suelto la mente en alas del Hermano Tiempo...
En la pantalla mental interna del chakra frontal – sede de la clarividencia y de la intuición – surgen imágenes del antiguo Oriente.
Veo diversos grupos de iniciados espirituales estudiando y trabajando bajo los auspicios de lo Alto.
En las cálidas tierras del Egipto de otrora, lugar de misterios y alegorías iniciáticas, observo el trabajo firme de los hierofantes en el trato con las verdades del espíritu.
Brillaba allí el proceso de la alquimia interior, donde el hombre ignorante de su propia naturaleza, viejo y oxidado de egoísmo, era transformado, en el crisol de la experiencia, en un Ser dorado de amor, verdadero hombre de oro, renovado, renacido y feliz.
Allí moría el neófito – y su miedo de lo invisible – y renacía el discípulo, consciente y servidor de la Luz Mayor.
Brillaban allí las enseñanzas estelares del maestro Thot, emisario celeste entre los hombres.
Allí los discípulos volaban fuera de sus cuerpos físicos, para estudiar y aprender en el doble extra-físico de los templos bajo la guarda luminosa de los maestros.
Sí, allí fue donde muchas semillas espirituales fueron plantadas en los corazones valerosos de los iniciados en las artes del espíritu.
Las energías de lo Alto se derramaron sobre sus frentes y ciñeron sus conciencias en la Luz.
En los vientos del Hermano Tiempo, la visión continúa...
Veo ahora la vieja India, tierra del Ganges y de las profundas realizaciones espirituales. En el aire, las suaves vibraciones de los sabios realizados en la paz del espíritu.
En los templos, en las cuevas, en los bosques, e incluso en algunos lugares de sus ciudades, yoghis e iniciados en las artes espirituales respiraban el prana y activaban sus chakras.
Sus corazones pulsaban en resonancia con las pulsaciones del corazón del Supremo Amor. ¡Ellos sabían que el Todo estaba en todo!
En silencio, meditaban y oraban, y viajaban espiritualmente por los reinos de la conciencia cósmica.
Allí brillaban las enseñanzas de Rama y Krishna.
Sí, allí fue donde muchos discípulos despertaron la consciencia y se encantaron con lo Eterno que entrevera todo.
El Supremo tocó sus corazones, y ya nada más fue como antes.
En sus ojos surgió el brillo de las estrellas y la certidumbre de la inmortalidad del espíritu. Entonces, proclamaron: “Brahmán está en todo. ¡Todo es Él! ¡Todo es Él! ¡Todo es Él!”
Llevado por el Hermano Tiempo, continúo observando...
Veo imágenes de la vieja China, cuna de los sabios taoístas.
Allí estaban también grupos de iniciados aprendiendo las artes de la manipulación del Chi, la fuerza vital, y agradeciendo la naturaleza.
En el aire, las lindas vibraciones de los sabios Lao-Tsé, Chuang-Tzú, Lie-Tzú, Lie-Ta, y tantos otros maestros realizados en el Tao.
En sus corazones, la alegría de existir simplemente.
Allí brillaba la sabiduría perenne de Fo-Hi y del Emperador Amarillo.
Sí, allí fue donde muchos discípulos fueron tocados por el Tao y vislumbraron otros horizontes más allá de la Tierra.
Serenos y alegres, proclamaron: “El poder no está en el hombre, proviene del Tao. La sabiduría está en reconocer esto y fluir por la existencia con la joya del discernimiento en el corazón.”
Tranquilamente, el Hermano Tiempo me devuelve al presente, pues el avión acaba de tomar tierra en el aeropuerto Santos Dumont.
Abro los ojos y veo las luces del siglo XXI.
Y pienso: “Probablemente voy a encontrar, en el Seminario Ramatís, a muchos de esos iniciados de otrora, encarnados y desencarnados, que portan, dentro de sus corazones, la síntesis de las iniciaciones espirituales y siguen trabajando y estudiando bajo la misma inspiración que un día los despertó.
Parecen brasileños, pero son ciudadanos del universo. Sus exámenes ya no se celebran en los templos antiguos de Oriente, ni en las cuevas del Himalaya, o incluso bajo la sombra de las pirámides milenarias.
No, ellos ahora son puestos a prueba en las lides del mundo moderno, el templo vivo de la manifestación. Pero ellos portan la espiritualidad en sus corazones y aún escuchan el llamamiento secreto de lo Alto. Sí, ellos aún sueñan con un mundo mejor y confían en los ideales superiores que orientan sus estudios y prácticas espirituales. Ellos saben que son conciencias inmortales y traen en sí mismos un tesoro de luz.
Incluso en medio del materialismo vigente, el caos urbano y la violencia desenfrenada, ellos persisten en la espiritualidad, pues saben que ella es su gran riqueza.
Sí, voy a encontrarme con ellos, dentro de poco, como hombres y mujeres del siglo XXI, portando, en sus corazones, la atmósfera sutil de los iniciados de todos los tiempos y líneas.
Sí, las antiguas luces del Oriente espiritual brillan aún en los tiempos modernos del Occidente, dentro de los estudiantes espiritualistas que persisten en los ideales de Libertad, Igualdad y Fraternidad.
Sí, las enseñanzas de Thot, Rama, Krishna, Buda, Lao-Tsé y Kwan-Yin viven en ellos, junto con las enseñanzas de Jesús y Kardec, en el mismo gran corazón.
Ese corazón de los iniciados de todos los tiempos y líneas, hoy reunidos en la casa del maestro Ramatís.
Sí, voy a encontrarme con ellos, dentro de poco. Parte de ellos está en el Astral del ambiente; la otra parte, reencarnada, igual que yo.
Todos ellos son alquimistas del espíritu. ¡Todos ellos son de la Luz!”
P.D.: Ramatís y queridos amigos espirituales de la Fraternidad de la Cruz y del Triángulo, muchas gracias por la oportunidad de participar en otra jornada espiritualista en la Tierra.
Paz y Luz.
Río de Janeiro, 7 de septiembre de 2007.
- Notas:
* Bajo fuerte emoción, leí estos escritos a los 450 participantes del VI Seminario Ramatís, llevado a cabo en el auditorio de la SER – Sociedad Espírita Ramatís – link – en Río de Janeiro. No es necesario siquiera decir que muchos de los presentes sintieron gran resonancia con las ideas expuestas en esas líneas y también fueron tomados por gran emoción y arrobamiento espiritual.
** Tao – del chino – “El Camino”; “la esencia de todo”; “El Todo”. En verdad, el TAO no puede ser descrito o explicado por palabras humanas. Por ello, dejo a cargo del sabio Lao-Tsé una explicación más apropiada:
“Hay algo natural y perfecto, existente antes de Cielo y Tierra.
Inmóvil e insondable, permanece solo y sin modificación.
Está en todas partes y nunca se agota.
Puede considerársele la Madre de todo.
No conociendo su nombre, le llamo TAO.
Obligado a darle un nombre, le llamaría Trascendente.”
- Lao Tsé – de “Tao Te Ching” – China; Siglo VI a.C.