En busca de la propia verdad
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 14/08/2009 07:33:53
por Titi Vidal - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Vivimos en busca de algo y no siempre sabemos de qué. Basados en esta búsqueda, pasamos la vida eligiendo. Desde muy pronto somos obligados a elegir. Elegimos con qué vamos a jugar, quién será nuestro amigo, qué vamos a ser de mayores, qué camino profesional vamos a seguir, con quién vamos a casarnos. Elegimos también cosas más sencillas, como qué vamos a comer, por qué camino iremos, con qué ropa vamos a salir. Pero si nos paramos a pensar, veremos que nuestra vida no es más que una gran secuencia de elecciones que hacemos a cada instante de nuestra existencia. Desde las más simples hasta las más complejas, desde las más mutables a las más definitivas. Elegir es la esencia de nuestra vida.
Pero ¿será que elegimos con consciencia y conforme a nuestra propia verdad? Por lo regular no. Es cierto que a todos momento creamos nuestra realidad. Todo lo que nos sucede es fruto de lo que elegimos. Esto se debe a que, en primer lugar, una elección siempre conduce a otras. Aparte de esto, muchas veces elegimos sin saber, pues nuestros pensamientos y sentimientos poseen más fuerza de lo que podemos imaginar. Los pensamientos y sentimientos son vibraciones capaces de materializar acontecimientos en nuestra vida. Y como muchos de ellos son inconscientes, no siempre sabemos cuánto estamos materializando determinadas cosas en nuestra vida. Y tanto los pensamientos y sentimientos conscientes como los inconscientes tienen poder. Muchas veces, los inconscientes tienen incluso más poder, por buscar una forma de hacerse presentes. Quieren mostrarnos lo que pasa dentro de nosotros mismos y que su voz sea escuchada. Ocurre que muchos de ellos tampoco están en sintonía con nuestra verdad interna.
Todo el tiempo elegimos con base en nuestros pensamientos, sentimientos y patrones. Y como todo lo que pasa en nuestra vida es fruto de lo que elegimos, debemos estar más atentos a lo que estamos eligiendo y a lo que de hecho queremos. ¡Por eso el auto-conocimiento es tan importante! Pues cuando nos conocemos y estamos sintonizados con nuestra verdad, todo parece fluir mejor y se hace más fácil encontrar la felicidad verdadera. Y siempre podemos revisar lo que elegimos y modificar nuestro futuro.
Muchas veces nos lamentamos, pensando en lo que hemos elegido equivocadamente en el pasado. Hemos de perdonarnos y seguir adelante. Si hemos elegido mal ha sido por no estar en sintonía con nuestra esencia, con nuestra más pura verdad, la que formaba parte de nuestro camino y aprendizaje. Hemos de tomar conciencia de que podemos y debemos elegir lo que ocurre en el “aquí y ahora” y en lo que ocurrirá de ahora en adelante.
Es posible elegir de modo diferente. Es posible cambiar de opinión, de opción, de camino. Es posible seguir adelante de acuerdo con lo que nuestro yo verdadero desea. Es él quien sabe lo que es mejor para nosotros. Para ello podemos auto-conocernos y contar además con las señales que la vida nos da. Esas señales vienen a través de nuestras sensaciones, de los sueños, de las personas que conocemos y encontramos, y de otras muchas maneras.
Si estamos atentos se hace más fácil observar lo que pasa a nuestro alrededor. Pero es siempre bueno recordar que sintonizamos algo que tiene resonancia con lo que estamos emitiendo.
Veo que tenemos muchas formas de llegar a esta nuestra verdad. Y una de ellas es el mapa astrológico, capaz de presentarnos a nuestro yo verdadero, a nuestra propia verdad. Él nos muestra el camino a seguir. Nos muestra quiénes somos y a dónde queremos llegar. Muestra cuáles son nuestras motivaciones y en qué se basan nuestras elecciones: en factores conscientes o inconscientes, si elegimos según lo que nos es más fácil o cómodo, si basados en nuestra verdad o en patrones heredados o aprendidos, etc.
El mapa puede además mostrarnos cuáles son los desafíos y dificultades que encontramos en nuestro camino, dónde tendemos a tropezar al elegir algo y al buscar nuestro futuro. Nos presenta también las oportunidades que tenemos que aprovechar, además de mostrarnos cuáles son nuestros verdaderos talentos. Es como un mapa que nos indica el camino del tesoro, que es nuestra verdad, nuestro bien más precioso.
Cuando dejamos de elegir con base en lo que nos sujeta, en lo que no es compatible con nuestra esencia, todo empieza a fluir en nuestra vida y podemos de hecho encontrar la felicidad. Puede que el camino sea trabajoso, difícil, lleno de obstáculos. Pero sin duda vale la pena encontrar lo que más importa en nuestra vida: nuestra propia verdad. Al hacer esto, es como si un milagro estuviese manifestándose. Pasamos a elegir de manera más consciente. Logramos modificar lo que necesita ser alterado, fortalecer lo que es preciso conservar y entonces estamos listos para vivir en plenitud nuestra felicidad. Por eso, os invito a todos a hacer esta búsqueda, a revisar vuestras elecciones y a encontraros con vosotros mismos. ¡Vale la pena intentarlo!