Enfermedades del Cuerpo y del Espíritu
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 13/01/2022 14:15:19
por Nadya Prem - [email protected]
traducción de Teresa - [email protected]
La Enfermedad es un estado de anormalidad en el cual el cuerpo presenta pautas desequilibradas en su homeostasis.
El cuerpo físico se queda solo, nada puede hacer por sí mismo, depende del impulso vital que el espíritu le impone. Basta observar un cadáver para comprobar que algo lo animaba, su consciencia.
El espíritu, nuestra consciencia inmortal, para su manifestación se reviste de cuerpos sutiles y del cuerpo físico.
Envuelto en una variedad de cuerpos que se diferencian únicamente por el grado de densidad energética, el espíritu evoluciona en el plano físico, a través de las adversidades de la convivencia familiar, social y profesional, y de las dolencias que lo acometen.
Vive sus conflictos, movido por sus deseos, sus pasiones y repulsas.
En su interrelación con el ambiente y con los demás, el espíritu crea lazos energéticos y comportamientos que promueven la salud o la enfermedad.
En ese ámbito se incluyen los vínculos con el plano astral, conforme a la sintonía vibratoria que aproxima a los semejantes. Obsesiones y ligaduras espirituales perniciosas que acompañan la vida diaria, o conexión con los bienhechores espirituales.
El cuerpo físico tiene sus vivencias a partir de un patrón de informaciones que recibe del espíritu encarnado.
El sistema nervioso y el endocrino, la liberación hormonal, el sistema autoinmune y toda la fisiología humana reflejan el estado de armonía o desequilibrio que adviene del espíritu.
La reciprocidad entre la psiquis, el SNC - sistema nervioso central - y el sistema inmunológico ya es tema de estudio para una nueva ciencia médica, la Psiconeuroinmunología.
Las evidencias de la interacción entre esos sistemas incluyen las enfermedades infecciosas, el cáncer, alergias, enfermedades autoinmunes, trastornos emocionales y mentales.
Por tanto, se concluye que antes de que el cuerpo llegue a manifestar la enfermedad, ya existe un desequilibrio en la consciencia que lo anima.
La dolencia se instala inicialmente en los cuerpos sutiles donde se acumulan y corporifican las vivencias del espíritu, de esta y de otras encarnaciones. Se crean máculas, provenientes del karma producido, dentro de la ley de causa y efecto.
El espíritu movido por el egoísmo provoca el desequilibrio en sus cuerpos sutiles.
Los pensamientos producen una radiación y una forma que fluctúa en el espacio energético de su creador.
Esa forma-pensamiento, según sea su cualidad, ejercerá su influencia sobre el patrón energético del espíritu. Así también sus emociones se corporifican. Sentimientos, deseos y emociones tienen profunda influencia sobre los cuerpos sutiles.
Eckhart Tolle describe las emociones que constituyen el Cuerpo de Dolor. Denominación que él propone para las formas elementales artificiales construidas en el plano sutil por la mente inferior, capaces de desorganizar el ser integral.
La exteriorización de los deseos, fruto de la mente egoica, dominada por la naturaleza animal, provoca en los cuerpos sutiles los desórdenes que finalmente alcanzan el cuerpo físico en forma de enfermedad.
Los trastornos psicológicos, de un modo general, son provocados por la cristalización de formas-pensamiento estancadas y sustentadas por el patrón repetitivo y reactivo del espíritu.
Algunas enfermedades son provenientes de karmas producidos en vidas pasadas y que es necesario expurgar en la vida actual.
En esos casos encontramos las causas de muchas dolencias que el hombre no consigue explicar o curar por las vías materiales.
Hemos de considerar también las deformidades físicas y las enfermedades mentales de nacimiento, que son consecuencias del mal uso del cuerpo físico en otras encarnaciones, mucho más que resultado de la genética o la herencia. La falta de respeto para con el propio cuerpo físico genera efectos nocivos que pueden prolongarse más allá de la muerte y de otra encarnación futura.
Para mantener nuestra salud y encontrar la curación hemos de ser conscientes de los diversos factores que envuelven el estado actual de desarmonía. Comprender la responsabilidad que nos incumbe de cambiar nuestra condición estática.
Atender al cuidado con los pensamientos, sentimientos, emociones y comportamientos que sostienen nuestros patrones vibratorios y nuestras creaciones en el mundo sutil.
Desapegarnos de las emociones negativas que contaminan nuestros cuerpos. Alterar nuestro campo de energía con pensamientos positivos. Interrumpir el círculo vicioso e inconsciente del patrón repetitivo enfermizo que fortalece y mantiene los desequilibrios. Vicios mentales y emocionales que se perpetúan en nuestro ser.
Para facilitar la comprensión, pondremos ejemplos prácticos:
. ¿Cuántas veces al día reaccionas con irritación, miedo o ira frente a los acontecimientos y actitudes de los demás que te desagradan?
. Cuando te sientes así ¿procuras tomar conciencia de esa emoción negativa que te sitúa en frecuencia vibratoria pesada y densa, o prefieres huir de la situación y reprimir la emoción?
. ¿Guardas resentimientos, amarguras, disgustos?
. ¿Eres celoso y posesivo?
. ¿Echas la culpa a otro o a ti mismo?
. ¿Tienes dificultad en hacer cambios?
. ¿Eres inflexible?
Tenemos que aprender a sustituir la dominación que el "yo" ejerce sobre nuestra existencia. ¡Sustituir los sentimientos egoístas por el amor incondicional!
En el entrenamiento diario que la rutina de la vida nos impone, vamos poco a poco perdonando, aceptando, enfrentando y actuando por el impulso del amor.
Amor que no juzga, no exige, no hace restricciones. Amor a sí mismo y al otro.
Pero ¿cuál es el camino a seguir? ¿Cómo aprender a amar?
Todo dolor y sufrimiento, toda dolencia física o psicológica, tienen en común la falta de autoconocimiento que puede proporcionar la posibilidad de cambio en ese estado patológico.
A nosotros incumbe, entonces, ensanchar nuestra consciencia para acceder al "Observador" que vive dentro de nosotros. Él sabrá, como un maestro, auxiliarnos en nuestras elecciones.
El Observador está más allá de la persona, es transpersonal y está más cercano al amor incondicional. Él está en contacto directo con la luz de la compasión. Se mostrará a medida que haya conciencia de sí mismo.
Si estás en estos momentos pasando por una crisis familiar, amorosa, profesional, por una enfermedad física, o un trastorno psicológico, comprende que todo eso puede ser modificado.
¡Tú puedes cambiar esa situación! Fortalécete a través de ayuda terapéutica, busca el despertar y reconoce tu potencialidad.
Para adquirir confianza en sí y en la transformación que ocurre cuando se está conectado a la energía del amor incondicional.
La vida es una experiencia divina y debe ser presenciada aquí y ahora. El espíritu inmortal es el Observador atento e inmune a las trampas del ego.
Namasté
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