Enfoque Reencarnacionista - Enfermedad Mental
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 02/05/2016 07:42:48
Autor Polyana Salles
[email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Todos nosotros, los espiritualistas, sabemos que la mayoría de las dolencias mentales están causadas por la acción de los Espíritus obsesores. Y esto queda comprobado en los Centros Espíritas y Espiritualistas, donde la acción de dichos seres es observada. Pero la actual Psiquiatría, creyéndose científica, relega esas informaciones al campo de lo sobrenatural, de lo religioso, negando su existencia o minimizando su actuación. Cada vez más, la Psiquiatría lidia únicamente con el cerebro y con los desequilibrios de los neurotransmisores, en una actitud característica de la Medicina Alopática, de emplear medicamentos químicos para órganos puntuales, lo cual le da una buena actuación como paliativo, pero no a nivel de curación.
Debemos asimismo añadir la Reencarnación al razonamiento psiquiátrico. El rápido diagnóstico de esquizofrenia, paranoia, depresión, trastorno bipolar, poco a poco empieza a ser cuestionado en todo el mundo por profesionales de la salud, oficiales y alternativos, que ya no quieren contemplar la enfermedad mental sólo como desequilibrio de los neurotransmisores. ¿Y nuestras vidas pasadas? La enfermedad mental adquiere, así, una enorme expansión en su diagnóstico, en su análisis y en su tratamiento.
Todos nosotros estamos sintonizados en situaciones traumáticas de nuestro pasado transpersonal, pero los "peores momentos" son los que más influyen en nosotros.
Situaciones de vidas pasadas pueden estar "adormecidas" dentro de nuestro Inconsciente y despertar mediante un estímulo específico, que puede ser un trauma psíquico, una película, un libro, un viaje, el nacimiento de un hijo, etc. Ahí pasamos a vivir en otra encarnación concomitante a esta. Surgen las ideas extrañas, creencias difíciles de entender, manías, fobias, miedos inexplicables, rituales, pesadillas, visiones, el oír voces. Y si la persona se consulta con un psicólogo o un psiquiatra que no entiende de Reencarnación, podrá recibir un diagnóstico basado en sus síntomas, dentro de los criterios del DSM (Diagnóstico de Salud Mental). Con el diagnóstico recibirá un "tratamiento" con psicotrópicos que, además de no curar, traerán consigo terribles efectos colaterales.
La persona se cree enferma, lo mismo que sus familiares y amigos. El profesional que la atiende aumentará la dosis de los psicotrópicos, intentará con otros psicotrópicos, hará asociaciones de ellos, algunas veces podrá emplear el electrochoque, y así comienza el calvario de millones de personas internadas en Hospitales Psiquiátricos, la mayoría resultarán incurables. Mientras tanto, los Espíritus obsesores están allí, al lado, partiéndose de risa con todo aquello. Todo va exactamente como ellos quieren que vaya.
El cuadro característico de la enfermedad mental, el más conocido - y temido - el que más internamientos provoca, son las alucinaciones. La Psiquiatría siquiera contempla la hipótesis de que las alucinaciones puedan no serlo, ni tampoco trastornos orgánicos, sino hechos reales, que algunas personas perciben y otras no. Y ¿por qué? Porque esto no se enseña en las Facultades de Medicina ni en los Cursos de Especialización. Y ¿por qué no se enseña? Porque nuestra Medicina se encuadra en un Consciente Colectivo que generalmente olvida, tanto como sus instituciones oficiales, que somos un Espíritu; y que, cuando muere nuestra "cáscara física" salimos de ella, pudiendo subir a la Luz, ir al Umbral O QUEDARNOS AQUÍ. Los que se quedan aquí pueden perturbar a los encarnados, bien para perjudicarlos o para intentar ayudar, o por sintonía de costumbres (como sucede con los alcohólicos, los fumadores y los drogadictos).
La Psiquiatría del futuro deberá añadir la desobsesión a sus métodos terapéuticos. Sabemos que muchas veces un padre, una madre o un cónyuge, al desencarnar, permanecen en la casa en que vivían, a fin de ayudar a los que quedaron, continuar auxiliándolos, orientándolos, etc. . Esto ocurre, algunas veces, porque la persona desencarnada tenía realmente esa característica, o entonces por sentimientos de culpa, por no haber sido así mientras estaba "vivo".
Y a menudo la persona "muerta" no se da siquiera cuenta de que "murió" hasta después de un tiempo, cuando percibe que nadie la ve, nadie la escucha. Si alguna persona de la casa puede ver al fallecido y decide consultar a un psicólogo o psiquiatra y contarle eso, recibe la "interpretación" de que se trata de saudade, de deseo de encontrarlo nuevamente o de carencia afectiva. O entonces se encara como resultado de una alucinación que debe ser tratada con psicotrópicos.
Esas situaciones emocionales - obviamente - existen, pero ¿y si la persona está viendo de verdad al ser que se desencarnó? ¿Y si no es una alucinación, sino un hecho real? En nuestra opinión, una persona que ve un ser o escucha su voz, debe ir a un Centro Espírita o Espiritualista para recibir orientación especializada sobre el asunto.
Es decir, esas personas que ven u oyen Espíritus deben acudir a los especialistas en la materia, y las personas que trabajan en Centros Espíritas están especializados en desencarnados. Los médiums tratarán de entrar en contacto con el desencarnado, tranquilizándolo, intentando encaminarlo hacia el Plano Astral, con el auxilio de los seres de allá. Después de esto, si la persona lo considerase necesario, puede acudir a un psicoterapeuta e instaurar un tratamiento psicológico para amainar la saudade, la carencia, etc.
Realizando primero la desobsesión, con el alejamiento del ser desencarnado, no recibirá el rótulo de esquizofrenia, ni será "tratado" con "antipsicóticos" o "ansiolíticos" y no sufrirá los terribles efectos colaterales de esas sustancias químicas. En fin, consultando en primer lugar a un Centro Espírita y resolviendo la cuestión del familiar desencarnado que se quedó en la Tierra, estará evitando una serie de inconvenientes en su vida.
Y si esa persona tiene la capacidad de ver y oír a los "muertos", puede hacer cursos en una Escuela de Médiums y convertirse en trabajador en un Centro Espírita, ayudando a otras personas, a menudo consideradas esquizofrénicas, que también poseen esa capacidad. La mayoría de las personas internadas en manicomios son médiums que consultaron con psiquiatras, en vez de tratarse en Centros Espíritas, y fueron erróneamente "tratados", hasta el punto de ser considerados incurables. Tras años o décadas de medicamentos químicos, electrochoques, varios internamientos, es realmente difícil recuperarlos, la Medicina los ha hecho crónicos.
La mayoría de las personas que afirman ver seres y/o escuchar voces está diciendo la verdad, pero los psiquiatras y los psicólogos afirman que no, que son alucinaciones, son síntomas. Los psicoterapeutas reencarnacionistas, con cualquier paciente que venga a una consulta afirmando ver u oír lo que no estamos viendo ni oyendo, en principio creemos a la persona, y la encaminamos a un Centro Espírita o Espiritualista. Sin duda, también es recomendable una consulta a un médico neurólogo para descartar una hipótesis orgánica, pues las epilepsias del lobo temporal, ciertos tumores y algunas enfermedades metabólicas pueden simular cuadros aparentemente psiquiátricos.
Un ejemplo personal: Una paciente me refería oír voces que decían que ella exhalaba un olor horrible, a podrido, y que eso sucedía cuando alguien cerraba una puerta o una ventana, y también cuando alguien la estaba mirando. Esto había comenzado hacía unos quince años y los diversos psiquiatras consultados le habían diagnosticado siempre lo mismo: esquizofrenia. Ella tomaba regularmente "antipsicóticos", "antidepresivos" y "ansiolíticos", aumentando la dosis o cambiando de droga cuando ya no le hacían efecto, o los efectos colaterales eran insoportables.
Había estado internada varias veces en Hospitales Psiquiátricos. Le comenté en la primera consulta sobre la posibilidad de que hubiese Espíritus obsesores diciéndole aquello y ella me informó de que ya había consultado en varios Centros Espíritas, siendo incluso trabajadora en uno, y que ya no había obsesores acompañándola.
Entonces le sugerí hacer una investigación en su Inconsciente para buscar la causa de ese trastorno. En la sesión, ella se vio en otra encarnación, aislada en un cuartito en la parte trasera de la casa en que vivía su familia, donde había sido colocada por presentar una enfermedad generalizada en la piel, ¡que exhalaba un olor horrible a podrido!
Algunas veces al día le llevaban comida y agua y ella oía a aquellas personas comentar sobre su mal olor. En cierto momento de la regresión, ella identificó a un familiar de allá como un vecino de su edificio en la vida actual. Al final de la sesión, ella, muy sorprendida, me dijo: "Doctor, esas voces entonces son reales, son de aquella vida. Luego yo no soy esquizofrénica, ¡esas voces existen de verdad!". Estuve de acuerdo con ella, explicándole que ella aún estaba sintonizada con aquella situación traumática de la otra encarnación, de manera que a veces hacía una regresión espontánea a aquel cuartito, se sentía allí, y oía las voces de las personas comentando sobre el olor que exhalaba.
Le hice preguntas sobre aquella persona que había identificado y que residía en su edificio hoy día. Ella me dijo que él se había mudado para allí hacía unos quince años. Entonces fue cuando empezó su "esquizofrenia". ¿Qué ocurrió? Cuando su inconsciente reconoció a aquella persona, reforzó su sintonía con aquella situación, y desde ese momento ella pasó a vivir en dos encarnaciones simultáneamente, ora estando aquí, ora estando allá. Cuando alguien cerraba una puerta, una ventana, o miraba para ella, hacía regresión automáticamente a aquel cuartito y oía las voces (reales) de allá. Después volvía a su vida actual y las voces cesaban. Como para la Psiquiatría oír voces es un síntoma de esquizofrenia, ella fue así rotulada, pasó a tomar medicamentos, fue internada varias veces, cuando, en realidad estaba viviendo en su Inconsciente aquella situación traumática, o sea, ella estaba viviendo dos encarnaciones concomitantemente.
Después de la regresión, el tratamiento psicoterápico con la paciente se encaminó a ayudarle a vivir sólo en esta vida, y empezó a tomar esencias florales para sus síntomas emocionales, a fin de ayudarle a desligarse completamente de aquel acontecimiento.
Cuando venía a las consultas, me informaba de en qué vida había estado más, si en aquella o en esta. Yo le enseñé que cuando percibiese que "estaba allá" y oyese aquellas voces, se dijese a sí misma: "Estoy en aquella vida, allí en aquel cuartito, oyendo aquellas voces, debo volver a mi vida actual". Y así lo hacía, informándome de que cada vez se sentía menos allá, cada vez oía menos aquellas voces, hasta que llegó a un punto en que nunca más las oyó. Y así, nuestra "esquizofrénica" se curó. Si ella hubiese continuado únicamente tomando "antipsicóticos" y siendo internada, sería otro caso incurable más, hecho crónico por la Medicina Orgánica.
Lo mismo que ella, hay millones de personas, en todo el mundo, que están sintonizadas en situaciones traumáticas de otras encarnaciones, viviendo aquí en su Consciente, y allá en su Inconsciente, tratándose con psicólogos y psiquiatras sin preparación para comprender esto, haciéndose crónicos hasta convertirse en "casos incurables".
Muchas personas consideradas esquizofrénicas están viviendo varias situaciones de su pasado, pero nuestra Psiquiatría no se entera de eso.
Es frecuente que niños relaten hechos que, para quienes lidian con la Reencarnación, son referentes a alguna encarnación pasada. Atendemos a niños que son Espíritus que, probablemente, estuvieron en la 1ª o 2ª Guerra Mundial, que pasaron por campos de concentración, y manifiestan un terror a alejarse de sus padres, siendo por lo regular muy difícil su ingreso en la Escuela.
Nunca se debe obligar a una criatura a entrar en la Escuela si ella refiere mucho miedo; hay que pensar que ella puede traer un trauma de alguna encarnación pasada, que aparece como fobia a lugares cerrados, a personas desconocidas, a los aviones, los cohetes, etc. Los padres de niños que presenten ese problema deben leer libros Espíritas para entender de esos asuntos. Los psicólogos y psiquiatras que atiendan a niños también deben hacerlo. Obligar a una criatura a enfrentarse a una situación en que siente mucho miedo es agravar su trauma inconsciente, es crear un futuro adulto fóbico.