¿Eres una persona Sensitiva?
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 11/03/2009 15:38:54
por Roberta Dias - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Era un día corriente, yo estaba concentrada en mi trabajo, cuando de repente cierta angustia y opresión en el pecho se adueñó de mí. Sin ninguna razón aparente, yo me encontraba tan mal que quería esfumarme. Más tarde me marché llorando en el autobús, con un enorme peso en la nuca, dolores por el cuerpo,… todo parecía gris. Esa no era la primera vez que me pasaba esto. Durante toda mi vida, los sentimientos y emociones iban y venían sin aviso previo, y sin causa aparente.
Decidí bajar del autobús un poco antes y asistir a una charla en una Casa Espírita Kardecista a donde solía ir. Me senté en una silla y lloré mucho y ni siquiera conseguí atender a la charla.
En algunos minutos me encontraba bastante mejor. Recibí el pase magnético y me marché, feliz y saltarina. Me habían quitado un peso gigantesco de la espalda y entonces, agradecí a Dios y dormí tranquilamente.
No es preciso decir que esas crisis se repitieron centenares de veces durante mi vida, con variaciones de intensidad y de percepciones. Yo intentaba comprender por qué me sucedía esto. Me daba vergüenza ser así y me preocupaba el que pudiese parecer una persona problemática.
Hice terapia con un psiquiatra que diagnosticó “Depresión” y me recetó una infinidad de antidepresivos. No tomé ninguno de ellos pero aproveché bastante la terapia. Conversar sobre mi vida me ayudó a clarificar algunos puntos oscuros de mi pasado y mi presente.
En aquella época aún me parecía que llegaría alguien con una “fórmula mágica” y resolvería mi problema.
Siempre he tenido conocimiento de la espiritualidad entre nosotros. Desde niña escuchaba y veía a personas que nadie más veía y me parecía que eso sí era ser “sensitiva”, médium o canal. En la adolescencia conocí el Espiritismo y estudié mucho durante muchos años. Y, pese a eso, yo pedía a Dios nunca más ver u oír espíritus. Quería ser “normal” y tener una vida más tranquila.
Debido a mi sensibilidad yo también captaba los sentimientos ajenos, ya fuesen de encarnados o de desencarnados. No tenía ningún botón “conectar-desconectar” ni tampoco manual de instrucciones.
Hoy comprendo que eran llamadas Divinas para el despertar de mi verdadera esencia. Cada día descubro nuevas cosas respecto de las energías universales y puedo decir que soy una sensitiva feliz. Considero que muchos casos de depresión, esquizofrenia y otras enfermedades del cuerpo y del alma se deben a una mediumnidad desequilibrada, ya sea por estar bloqueada o forzada.
Entonces, tal como habréis notado vosotros, los que habéis leído mis últimos artículos, estoy leyendo la última edición del Almanaque Wicca, ed. Pensamiento y me hizo feliz leer un artículo muy bueno con el siguiente título: ¿Eres una persona sensitiva? – Entonces, me decidí a compartir un poco de mi experiencia y un fragmento del artículo, al objeto de, quién sabe, ayudar a alguien que pase por situaciones semejantes a aquella por la que muchos médiums suelen pasar. Está claro que no existe una receta ya preparada, cada uno es cada uno, pero algunas indicaciones pueden arrojar algo de luz en nuestros días nebulosos… Sigue a continuación parte del texto extraído del Almanaque:
“La Dra. Kyra Mesich cuenta en su libro “Guía de Supervivencia de la Persona Sensible” el sufrimiento que ella misma vivía antes de saber que era una persona sensitiva:
“He padecido depresión a lo largo de toda mi vida, incluso cuando era niña. (…) Sentía el sufrimiento emocional de otras personas desde el principio. Aprendemos de jóvenes que las emociones que sentimos vienen de dentro de nosotros mismos. ¿De dónde más podrían venir? Por tanto, durante toda mi infancia, a medida que me desarrollaba, identifiqué cualesquiera sensaciones empáticas como provenientes de mi mente, adueñándome de las emociones y desarrollando, como reacción, mi propia depresión. Sufrí durante 25 años ese interminable ciclo que tenía como combustible la depresión crónica. (Cuando descubrí acerca de la empatía) tuve la más importante revelación en mi vida. El misterio de mis conflictos emocionales se había terminado. (…) No es posible transmitir íntegramente el alivio que sentí cuando tuve esa idea por primera vez. Fue como si el peso de miles de existencias hubiese sido retirado de mis hombros.”
La empatía es la forma más pura de comunicación emocional. Nacemos todos con esa capacidad en mayor o menor grado. Se trata de una forma de comunicación emocional y energética que todos nosotros podemos usar de manera segura. Desgraciadamente, perdemos la conciencia de esa capacidad por concentrarnos tan solo en el desarrollo del intelecto. Esto hace que la empatía quede distorsionada y la persona sea dominada por la emoción. Ser dominado por la emoción en un mundo intelectual está visto como un estorbo y una deficiencia. La persona sensible pasa por experiencias desconcertantes, que no pueden ser explicadas desde un punto de vista racional. La capacidad empática fue desvalorizada por nuestra sociedad debido a que no es susceptible de ser comprendida por los sentidos físicos, no obstante ella también es un sentido, solo que más sutil que los otros cinco. Su papel es el de llamarnos la atención para las informaciones que recibimos de nuestro ambiente, más allá de los límites de nuestro intelecto. Cuando nuestra capacidad empática está equilibrada, posibilita la conexión con nuestra intuición y con las fuerzas mayores que nos rodean. Al fin y al cabo, esa sensibilidad tanto nos conecta con las energías negativas como con las positivas. Es cuestión de sintonizarnos con lo positivo.
La persona sensitiva a veces puede tener necesidad de estar a solas o junto a la naturaleza para recargar las energías. Ella también suele notar cuando una persona está desplazada en un ambiente porque siente el dolor y la soledad que ésta está irradiando. Ella siente un gran peso energético en lugares apiñados de gente porque, cuando aún no ha desarrollado la consciencia de que es sensible, puede ser como una esponja absorbiendo todo cuanto está en el ambiente, sin saber definir lo que es suyo y lo que no lo es. Y, finalmente, a ella a veces acuden personas que necesitan auxilio o que quieren solamente desahogarse, porque a veces es utilizada por las fuerzas del bien como instrumento para ayudar a las personas. Para saber lidiar con todo esto, lo ideal es que la persona sensitiva procure estudiar la espiritualidad y los fenómenos energéticos. Solo así podrá tener control sobre su sensibilidad y desarrollar medios de emplear ese talento en beneficio propio y del planeta como un todo. Las personas sensibles solo sufren porque nuestra sociedad no las ha instruido acerca de los fenómenos psíquicos, ya que ni siquiera reconoce la existencia de éstos. Por eso ellas no tienen cómo comprender o procesar las emociones venidas de los demás ni disponen de medios para controlar su capacidad.
Si todavía no tienes ningún conocimiento que pueda ayudarte en ese sentido, lee el próximo artículo – “Soy sensitivo ¿cómo protegerme?” – y pon en práctica, como medida de emergencia, las sugerencias que contiene.
Fuente: Almanaque Wicca 2008 – Editora Pensamento
