¿Es amor o es obsesión?
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 12/07/2015 09:27:26
por Flávio Bastos - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
"Hemos de vivenciar el amor, pero jamás por los extremos que aprisionan, sino por el camino de en medio, que liberta”. (Siddartha Gautama)
Amor, como informan los diccionarios, “es el sentimiento que predispone a las personas a desear el bien de otros”, o sea, cuando en una relación interpersonal hay un sentimiento de bienquerer. Energía que acerca, envuelve y estimula a dos o más seres al crecimiento individual o mutuo.
Por otra parte, según los mismos diccionarios, obsesión “es el sentimiento, la conducta que se impone de manera repetitiva a una persona”, es decir, cuando el amor que alimentamos por el otro se convierte en un control excesivo y sistemático. Energía que contamina, aprisiona y envuelve a dos o más seres con su densidad, sin estimular el crecimiento individual o mutuo.
El sentimiento amoroso liberta, mientras que el sentimiento obsesivo aprisiona. Como el hombre es un aprendiz del amor, es expresiva la incidencia de procesos obsesivos en las relaciones interpersonales, generados por sentimientos contrarios al sano desarrollo de la afectividad, como el sentimiento de posesión que oprime y ahoga la relación.
Muchos casos que vengo acompañando a través de la psicoterapia interdimensional, traen la marca de la obsesión, de la conducta repetitiva que envuelve al individuo o la pareja en lo cotidiano de sus vidas. Generalmente, situaciones que mantienen sintonía con el modelo emocional-conductual que los implicados arrastran desde vivencias pasadas, y que se potencia asociado a las experiencias infantiles – vía educación – de la vida actual.
Varios individuos piensan que aman, pero en realidad, obseden el objeto de su deseo; muchas personas que creen que son amadas, se encuentran obsedidas por una energía que no es amor.
En un mundo de dudas, incertidumbres y desamor, el aprendizaje del amor continúa siendo el mayor reto del hombre moderno. En esta dirección, la Era de la Sensibilidad empieza a estimular al ser inteligente para el autoconocimiento como punto de partida para vuelos más altos del espíritu, a medida que el proceso de autodescubrimiento contribuye a que los seres sean energéticamente más leves y lúcidos para la comprensión de los significados del amor.
La sutileza o la densidad de la energía que envuelve a cada persona se elabora con o sin la materia prima llamada amor. Si la energía es densa, falta la materia prima que pueda ser asimilada durante el proceso de autoconocimiento que genera aprendizajes para el individuo que persevera en su andadura.
La misma energía que beneficia a quienes se renuevan, al alterar para mejor el modelo emocional-conductual por la vía del autodescubrimiento, se encuentra a disposición de todos cuantos deseen buscar las verdades sobre sí mismos. Es como el sol, que con sus rayos alcanza a aquel que busca su luminosidad y calor.
Salir de las sombras del pasado es el primer paso de una libertad plena, que puede producirse cuando el individuo decide profundizar en el conocimiento de sí mismo inserto en un contexto familiar, social, ecológico, mundial y universal.
Por tanto, una relación de características obsesivas, en que los implicados aceptan la situación sin cuestionarla, evaluarla o buscar ayuda en la psicoterapia o a través de la fe religiosa raciocinada, es un cuadro en el cual el desequilibrio psíquico-espiritual – denominado patología por la ciencia – se hace presente, sin que en la mayoría de los casos sea percibido o diagnosticado.
Algunas situaciones evolucionan con el paso del tiempo, convirtiendo las relaciones “afectivas” en verdaderos dramas, donde muchos acaban en tragedias que marcan a los implicados por varias reencarnaciones.
Sabemos que la obsesión es un desequilibrio de la función mental de fondo espiritual presente en la vida humana desde tiempos inmemoriales. En los tiempos actuales, debido al crecimiento desmedido de la población, a su decadencia moral y a innumerables problemas a que el mundo se enfrenta, la obsesión se ha vuelto un verdadero flagelo, provocando desacuerdos, vicios, anomalías psicológicas, suicidios y homicidios.
Contra este modelo, basado en el lado sombrío de la naturaleza humana, surge la Era de Cristal para hacer transparentar e iluminar lo que era denso y oculto. Y en tal sentido, el hombre tiene la oportunidad de regenerarse espiritualmente y liberarse de los procesos obsesivos que lo mantienen prisionero de sí mismo.
Una frase de autor desconocido, pero que revela una profunda conexión entre los significados de amor, pasión y obsesión, sintetiza lo que necesitamos reflexionar y elaborar respecto de nuestra existencia: “El amor es levedad, identidad, silencio. La pasión es incendio, instante, huracán. La obsesión es miedo, grillete, soledad. El amor permite la pasión. La pasión piensa que es amor. La obsesión mata a los dos”.
