¿Es posible ser feliz ahora?
por Silvia Malamud em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:34:59
Traducción de Teresa - [email protected]
Regresión a la concepción/embarazo y parto,
¿Estás trabajando conscientemente por tu propia felicidad? ¿Te has preguntado si en lo que haces de tu vida tienes ese objetivo? ¿Has pensado si anhelas la felicidad para un futuro que quizá nunca llegue a suceder o si nostálgicamente te quedas en un pasado que ya tampoco nunca más existirá ?
La cuestión para el presente es: ¿cómo ser feliz ahora?
Cuando sientes que no hay nada que no puedas hacer, cuando tienes la seguridad de que los sueños pueden hacerse realidad.
Estos días he tenido la alegría de percibir el éxtasis de la felicidad de un chaval de 19 años. Hizo una regresión sorprendente a la gestación.
La regresión va desde el momento de su concepción hasta su nacimiento.
Sabemos que para el cerebro todo es percepción, por tanto, quedó acordado que él no juzgase el proceso, y más todavía, que diese total crédito a todo aquello a que fuese teniendo acceso, paso a paso.
La preparación para que se produzca este tipo de regresión pasa por un procedimiento específico en que los hemisferios cerebrales dialogan más estrechamente. El cerebro racional abre amplio espacio para la expresión del cerebro intuitivo y, de común acuerdo, como en una danza, ambos van componiendo escenas de una historia ya escrita, pero no consciente.
En el recorrido de la fase de embarazo, cualquier sensación de conflicto, emoción o malestar es procesada nuevamente en el momento de la percepción. Imagínese cómo queda la línea de tiempo de esa persona tras ese tipo de regresión... Obsérvese el ejemplo de este chaval de 19 años: Al pasar por el segundo mes de gestación, percibió a los padres gritando y discutiendo mucho allá afuera y eso le estaba causando malestar, si bien allí dentro notase una grata sensación, de calidez y protección. Debido a esas sensaciones desagradables, sentía estremecerse su cuerpo, aumentar la angustia en su pecho, de feto de dos meses.
Hicimos un nuevo procesado sobre esta sensación/percepción hasta que su sistema estuvo totalmente tranquilo. En un determinado momento, dijo que sabía que sus padres estaban riñendo allá afuera, pero que él "allí dentro" estaba protegido y en paz.
Imagínese que el malestar percibido a los dos meses de gestación fue procesado de nuevo cuánticamente y curado en aquel momento de la regresión. En los meses subsiguientes ya no quedaban vestigios del malestar que ciertamente habría de acompañar mes a mes el embarazo y, de algún modo, su vida pos-nacimiento.
Reflexión de un nuevo pensar: sí, todo este malestar quedó resuelto a los dos meses de embarazo. En la secuencia, eventos-clave relacionados con ese malestar, en su línea de tiempo, hasta llegar a sus 19 años, perdieron fuerza e intensidad, y quizá incluso el significado.
¿Será esto posible? ¿Existe el tiempo? ¿Puede nuestro pasado ser alterado de esa manera hasta el punto de crear la posibilidad de un ahora más dinámico y de un futuro diferente de aquel que se basaba en emociones y pensamientos disfuncionales provenientes de traumas?
Sí, de modo sorprendente podemos cambiar nuestros patrones y conexiones de respuestas neurológicas adaptadas hacia otros destinos altamente positivos.
Este fue únicamente un esbozo de la dinámica propuesta. Obviamente, hay personas que desde su concepción albergan dudas acerca de si han querido venir, si sus padres de veras los deseaban, y esto entre millones de otras posibilidades. Personas con muchas cuestiones de vida encuentran soluciones durante esa fase... Pero ¿cómo volver a procesar tales sensaciones? ¿Hay alguna manera?
No tengo bola de cristal para adivinar cómo habrá de configurarse el nuevo procesamiento de cada persona, pero me satisface la idea de que estamos predestinados a tener salud total, en todos los aspectos, sea cual fuere el camino por el que se haya buscado. Todo cuanto nos sucede, incluso las enfermedades, son resultado de aquello que, una vez trasmutado, podrá hacernos sentir mejor y mejor en determinadas situaciones. No es que tengamos deseos de enfermar, con todo, este hecho sería la prueba del desgaste de nuestras defensas en la búsqueda del bienestar como principio de vida.
Vale la pena, con los pies en el suelo, buscar el auto-conocimiento para vivir y sentir la plenitud de ser feliz lo más pronto posible. No nos queda tiempo...
