Espacio para lo nuevo...
por Rubia A. Dantés em STUM WORLDAtualizado em 26/11/2011 10:30:12
Traducción de Teresa - [email protected]
Pienso que todos estamos deparándonos con las heridas más profundas… esas que nos impiden siquiera entrar en contacto con ellas por miedo a sufrir nuevamente.
Estamos pasando por un tiempo de purificación, de buscar en los rincones más escondidos aquello que está en el mundo de las sombras, por traernos memorias de dolor.
Parece que en este tiempo ya nada quiere permanecer oculto y todo se va revelando de una forma o de otra. Es tiempo de mirar allá en lo más profundo, donde guardamos cosas que ya siquiera recordamos, pero que al estar escondidas se hacen aún más grandes de lo que realmente son…
El tan temido mundo de las sombras puede no ser así tan malo… y cuando entramos en contacto con él y permitimos que los dolores antiguos salgan a la superficie, si no volvemos con ellos al lugar donde estaban escondidos, podemos sorprendernos al ver que tenemos todos los recursos para curarlos y dejarlos marchar de una vez.
Los dolores que están ahí guardados son memorias de dolores ya pasados… y, cuanto más intentamos evitar ese contacto, más grandes nos parecen… si los tenemos en la memoria se debe a que ya los hemos vivido y, por tanto, pertenecen al pasado… pero ahí, guardados, crean nuestro presente día tras día… porque en la sombra tienen el potencial de manifestarse una y otra vez nuevamente… y a cada repetición, más limitan nuestra realidad.
Si los liberamos, dejarán de manifestarse en nuestra realidad.
Claro que cuando vienen a la superficie podemos acceder a una pizca del estado de conciencia en que fueron creados… y nuestro primer impulso puede ser el de volver a guardar lo que nos causa dolor… al igual que como cuando sacamos de un cajón una foto que nos recuerda situaciones de sufrimiento, enseguida queremos guardarla en un lugar donde no volvamos a encontrarla nunca más, escondemos lo más posible las cosas que nos remiten al dolor…
Sin embargo, en este tiempo, pienso que ya no tienen cómo permanecer escondidas y claman por resolverse… por una liberación de todo lo que nos impide ser libres y plenos.
Entiendo que todo lo que ha sido creado, en el gran ciclo que estamos finalizando, debe ser liberado, a fin de que lo nuevo llegue.
Y la mejor forma de lidiar con lo que está en el mundo de las sombras… es contemplar lo que aparezca sin juzgarlo, sabiendo que son cosas ya vividas… No clasificarlas como buenas o malas nos mantiene en un estado de observación a distancia que hace que todo encuentre naturalmente su lugar. Pienso que el Universo tiene una energía de resolución que podría funcionar en todas las situaciones si nuestras creencias no anduviesen de por medio estorbando.
Alimentamos y creamos las mismas situaciones cuando tenemos apego o aversión a ellas… el apego y la aversión tienen el poder de mantener nuestro foco en cosas que queremos o no queremos, y de una forma o de otra estamos creando la misma realidad momento a momento… y como el apego y la aversión son del ego, en ambos casos estamos creando cosas que pueden no ser lo que habrá de traernos felicidad.
Si quieres a toda costa tener o evitar algo, estás impidiendo al presente manifestarse con toda su fuerza, porque apego y aversión vienen de memorias de experiencias pasadas.
Mirar lo que se manifiesta en nuestra realidad, en el presente, con distanciamiento, sin juzgar, sin intentar retenerlo o excluirlo, es un camino que puede liberar lo que guardamos en el mundo de las sombras, con más suavidad… y a partir de ahí podemos abrirnos para recibir lo nuevo… que solo está esperando que dejemos un espacio para él…