Especial - Movimientos de Amor
por Sergio Scabia em STUM WORLDAtualizado em 20/10/2010 12:44:38
Traducción de Teresa - [email protected]
Con el tiempo corriendo cada vez más veloz y con el mundo cada vez más pequeño, gracias a la comunicación instantánea que Internet nos proporciona, nuestra vida asume cada día que pasa una nueva y por veces desafiadora dimensión.
Cambian costumbres, rutinas quedan pulverizadas, nuevas tendencias aparecen en el horizonte y cada vez más nos enfrentamos con la realidad de la transformación permanente, del eterno cambio, de la infinita evolución por la cual pasamos en nuestra estancia aquí en la Tierra. Quizá alguien pueda asustarse al percibir que, lo que en otro tiempo estaba considerado como verdad absoluta, ahora no es más que un craso engaño y, por ello sienta temblar las bases de su mundo, su creencia, su manera de proceder.
Sin embargo, todo está en divino orden, acompañando los ritmos del Universo, en expansión constante, siguiendo ciclos ordenados y precisos. Todo forma sentido en nuestra existencia, la alegría y la tristeza, la ganancia y la pérdida, la salud y la enfermedad, la prosperidad y la escasez. Aprendizaje, rescate, merecimiento, karma…
El bien y el mal, la Luz y la sombra: la vieja y conocida dualidad.
Qué fácil es, aún, juzgar a los demás, por lo regular realzando, enfocando, los aspectos que tienen que ver con prejuicios que hemos recibido de regalo en nuestra infancia. ¡Qué fuerza tiene aún lo que nos separa, nos divide y a veces nos deja aislados en nuestro caminar! Es preciso actualizar urgentemente nuestro viejo sistema operacional. Es más que hora de percibir, vivenciar y diseminar la Unidad, de dejar cada día más de lado nuestro ego y vibrar el nosotros, pasar por fin de la mente que juzga y separa, al corazón que ama incondicionalmente, pues sabe que SOMOS TODOS UNO SOLO. El corazón sabe que todo ya está dentro de nosotros, que lo más importante es primero la relación con nosotros mismos, con nuestra Alma, la esencia indestructible, nuestro centro perenne, la chispa divina que todo lo es, que todo lo sabe y todo lo contiene…
Ah, estoy tecleando solamente con la mano derecha, pues el gato Zé está en mi regazo, intercambiando cariño conmigo, ronroneando e intentando horadar la piel de mi brazo izquierdo con las uñas de sus patas en su movimiento ritmado… de hecho él fue quien me ha inspirado el tema del boletín con su presencia, su belleza y el intenso intercambio de afecto que tuvo lugar esta mañana. En esos momentos el tiempo se detiene, los quehaceres y las prioridades cesan y entramos en el reino del Amor puro, incondicional, real. Es algo suave, benéfico, revitalizante. Difícil de poner en palabras, pues me parece que para comprenderlo de veras, solo experimentándolo…
Un movimiento de Amor.
En cada instante podemos actuar conforme a esta sintonía mágica, al acompañar a una planta en su desarrollo, cuidándola, intentando percibir su lenguaje, su necesidad de agua, de sol, de la compañía de otras plantas, sacándole cuidadosamente las hojas secas y ahuecando la tierra de vez en cuando. La respuesta es invariablemente positiva, las flores son más bellas y numerosas, el ambiente se vuelve más agradable y bonito.
Podemos hacer tantas cosas a partir del corazón…
Vale para todos cuantos nos rodean, sean hijos, amores, amigos, compañeros… basta ver, sentir en el otro lo que de hecho es: una parte de nosotros, un otro yo… regalando alegría, ternura, optimismo. Sin temer ofrecer en abundancia, abrazos y sonrisas.
Vale para los desconocidos, los mendigos, los hermanos menos favorecidos, ayudándoles con humildad, de igual para igual, mirándoles hondamente a los ojos, reconociendo y honrando su divinidad, su esencia…
Vale para los que se encuentran presos, los enfermos hospitalizados y todos cuantos aún están en la ignorancia, en la materia, aunque aparenten opulencia material.
Cuánto podemos aún hacer – ahora mismo – enviando a aquel amigo olvidado un e-mail que transmita simpatía, bienaventuranza y perdón, cuando sea el caso… o yendo a buscar, al otro lado del mundo, vía Skype, a un ser distante solo físicamente, pues la conexión instantánea permite sentir a la persona bien a nuestro lado, cuando además podemos verla en el monitor…
Sí, en cada instante podemos elegir, donde quiera que nos encontremos, en el trabajo también, de qué modo manifestar nuestra Luz, si bien en determinados ambientes pueda ser más complicado. A nosotros incumbe recordar nuestra naturaleza original, nuestra verdadera misión y mostrar sutilmente con nuestro ejemplo, que podemos ser felices, prósperos y realizados aquí mismo, en cuanto pasemos a escuchar a nuestro corazón, nuestro guía interior.
Siempre imagino cómo habría de quedar la ciudad de São Paulo -y todas las ciudades del mundo- si cada uno de nosotros cariñosamente ayudase de alguna forma a dos o tres otros seres humanos. Si percibiese la Unidad de todo lo que hay, si dedicase un poco de su tiempo, de su habilidad, a escuchar, a hacer más soportable el sufrimiento, el aislamiento, el abandono de esos hermanos.
El movimiento en relación a nosotros mismos es tan oportuno como el que va hacia fuera; alimentar nuestra alma es un arte que se perfecciona avanzando por la vida y exige creatividad, coraje, disciplina e intuición. Todo es sencillo cuando nuestro deseo es puro, profundo, resuelto y en la dirección correcta… el Universo conspira sin cesar y nos aporta todo tipo de información, de oportunidad, de facilidad. Los sincronismos, finalmente, se manifiestan y nos guían; los tonos agrisados desaparecen y los colores vibrantes entran en nuestra vida, la música inspirada que viene de las esferas superiores nos acompaña, tocando y expandiendo nuestra sensibilidad; la ansiedad deja de existir, pues ya no tememos enfrentarnos al futuro, y la levedad prevalece, habiendo dejado definitivamente atrás y perdonado nuestro pasado, el viejo ser renaciendo y renovándose cada mañana.
El regalo que es el presente –el único tiempo que existe, el eterno ahora-, pasa a ser uno de los pilares básicos de la existencia, dándonos el poder de modificar en cada instante nuestro karma en función de nuestra renovada, y ya no más enfocada en la materia, intención amorosa.
Nosotros somos la sal de la Tierra, el cambio, la Ascensión, la conciencia en expansión, somos los únicos responsables por todo cuanto nos rodea, por el momento que estamos viviendo, los señores de nuestro despertar.
El camino se va haciendo de pequeños movimientos de Amor y de profunda Gratitud.
¿Vamos a vibrar juntos en esta sintonía?
¿Hacemos que el corazón pulse para valer?
Recuerda que Tú eres un bienaventurado mensajero de la Luz; percibe tu fuerza inmensa.
Y siéntete amado, amparado y protegido por el Universo.Somos uno con todo, Yo soy el otro Tú. Tú eres el otro Yo.
Doy las gracias aquí a los queridos y pacientes Guías y además a toda la pandilla que permite que este Sitio exista: Rodolfo, Sandra, Teresa, Marcos, Anderson, Ian, Lidiane... ¡ y Tú! Quedo profundamente agradecido a Marcio de Kallipolis por su presencia en mi vida.