Esperanza y Misericordia
por Sergio Scabia em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:35:07
Traducción de Teresa - [email protected]
La Transición planetaria está avanzando inexorablemente; estamos viviendo el comienzo del Nuevo Ciclo, una nueva energía, la quiebra inevitable de patrones obsoletos y perversos. Sí, nos acercamos a la consolidación del proceso, de la celebración; pese a todo, es extrañamente grande la cantidad de personas que nos escriben en busca de algún tipo de ayuda, acometidas de profunda desazón, añadida a un sentimiento de frustración y de vacío que llega a la desesperación. Se trata de seres inteligentes, conscientes y espiritualizados, sopesando incluso quitarse la propia vida, aun sabiendo que las consecuencias de este acto serían puntuales y totalmente deletéreas.
Es difícil evaluar, a distancia, lo que pasa en el fondo del alma de una persona; la comunicación electrónica es limitada y a veces el intercambio es insuficiente para conseguir ayudar como debería ser, tocando los puntos cruciales de la desarmonía, sugiriendo salidas comprensivas que tienen que ver con aspectos mentales, emocionales y hasta económicos, en un mundo globalizado donde imperan el egoísmo, la ambición, el desamor y un materialismo desenfrenado.
Percibo claramente el estrago que causan los varios sistemas de creencias, la importancia absurda dispensada principalmente al aspecto físico de la existencia, que ensalza las curvas macizas de un cuerpo bronceado, que busca a toda costa la "eterna juventud" y desprecia aquellas arrugas amigas que atestiguan una vida bien vivida, sana, serena y sabia. Qué complicado es intentar explicar la maravillosa realidad que consiste en encontrar - en cada fase de la existencia - motivaciones, estímulos y situaciones, que no sabemos describir, pero que nos dan ánimo, alimento, alegría y un sentimiento especial de estar al servicio, de ser útiles cuando por fin logramos recorrer, en sintonía con la Fuente, nuestra misión de vida. a cualquier edad, en cualquier situación.
Empleo, o mejor dicho, sugiero siempre a esas hermanas y hermanos necesitados las numerosas técnicas energéticas de que hoy disponemos, de resultados comprobados y sin contraindicación alguna, pero constato que en muchos casos los pensamientos de aquellos que necesitan ayuda son tan negativos, repetitivos y auto-destructivos, que ya dominan gran parte de la mente de la persona, inmersa por completo en un círculo vicioso en el cual la fuerza de la Luz tiene enorme dificultad para penetrar. Lo que podemos hacer es enviarles energías cristalinas, perdonar, y pidiendo perdón para la situación que las aflige, suplicar a la Fuente que derrame su Misericordia sobre ellas, librándolas de la ilusión y permitiendo su mejora definitiva y su retorno a la evolución, parte principal de nuestro proyecto de vida.
Como mi sensibilidad y percepción sobre las implicaciones del tema son limitadas, he recurrido a las amigas Iara y Alexandra de la Era de Cristal para cerrar con la energía de lo femenino sagrado este especial.
Compruébalo:
"Hoy, por primera vez, me he dado cuenta de que el significado de la palabra desesperación es "sin espera", es decir, hacer, o pensar, o sentir, o querer, o cualquier otra cosa que se pueda imaginar, sin esperar el tiempo necesario.
Y me preguntarás: "Pero ¿cuánto es el tiempo necesario?"
Bueno, lo único que se puede responder es que el tiempo necesario es aquel que acomoda, que aquieta, que establece la situación confortablemente. Que aguarda a que los desajustes se disipen. Que nos recuerda nuestro origen divino y nos hermana a todos los seres del universo. Y es precisamente eso lo que no hacemos cuando estamos desesperados.
Cuando nos desesperamos perdemos la noción de la quietud y todo se vuelve un gran torbellino. Las pequeñas situaciones se convierten en callejones sin salida, una tonta observación es comprendida como una gran reprimenda, y una simple mirada, o la falta de ésta, se entiende como un signo de desprecio o de olvido.
Estamos en una época de renovación y todo lo que es nuevo y diferente nos produce la inseguridad normal por salir de la zona de comodidad en que estábamos instalados.
Por otra parte, debemos encarar ese cambio como un parto. A lo largo de varios meses aquel pequeño bebé se había acostumbrado a vivir en un lugar cálido y confortable, donde se fue instalando y acomodando a medida que crecía. Pero llega el momento en que aquel espacio se hace pequeño para él y se presenta la necesidad de partir para conocer una nueva etapa en su desarrollo.
Si encaramos y enfrentamos los cambios que surgen en nuestras vidas como un nuevo marco para nuestro crecimiento y aguardamos a que se produzca el acomodamiento necesario, reduciremos la sensación de pérdida, de inestabilidad y de inseguridad frente a lo nuevo.
Todo esto parece muy lógico y ya ampliamente divulgado, pero aun así lo que más vemos en estos últimos meses es una gran cantidad, por no decir la mayoría, de personas que estaban extremadamente dedicadas a trabajos encaminados al equilibrio y a la armonización, que están completamente insatisfechas, perdidas en sus convicciones y cuestionando incluso la continuidad y la necesidad de su ayuda en esos procesos.
Es preciso recordar que el eje energético de nuestro planeta se ha mudado y con él nuestro eje de direccionamiento también debe reposicionarse. Si en el ciclo anterior, que terminó a finales de 2012, la Kundalini de la Tierra estaba en Oriente y hoy está en Occidente, es normal que nuestro foco de atención deba acompañar esa nueva situación, en la cual únicamente el paso del tiempo nos hará recuperar la confianza que habíamos perdido.
En ese ínterin, si echamos una mirada a la naturaleza a nuestro alrededor, verificaremos que el gran ejemplo que ella nos proporciona es la ESPERANZA, que no es otra cosa más que el acto de saber esperar, de aguardar, de confiar. Cuando una oruga aguarda el tiempo necesario para salir del capullo, o cuando las hojas de un árbol caen para que las raíces adquieran más fuerza y puedan generar nuevas floraciones, estamos deparándonos con la transformación, con lo nuevo, con el crecimiento.
El crecimiento y el desarrollo nos fueron dados como condición indispensable por la Fuente, de la cual partimos y formamos parte, para que disfrutemos plenamente de nuestras individualizaciones. Si en ese camino hacia lo nuevo es necesario pasar por la desazón, que esto se haga sin resistencia, confiando en la renovación y manteniendo en nuestros corazones la llama de la Esperanza.No hay retroceso en el camino evolutivo. ¡Siempre estaremos amparados por la espiral ascendente del crecimiento del Universo!
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STUM y Era de Cristal
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