Espiritualidad - el poder de la libre voluntad
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 08/12/2010 11:48:37
por Marcos Porto - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
¿Destino o libre voluntad? ¿Elección o predestinación? El debate se ha intensificado puesto que nosotros los seres humanos nos realizamos separados de nuestro entorno, aparentemente, presentado con opciones.
Algunos dicen que el guión está escrito, que nos movemos con la vida, lidiando con el flujo, pero sin tener realmente elección de su curso. Otros sostienen que opciones no faltan, y son infinitas – que nosotros las criaturas poseemos el poder de la libre voluntad.
¿Vamos a reflexionar sobre ese tema?
Científicos que estudian la naturaleza de las fuerzas, indican la secuencia casi infinita de causa y efecto – y que la consecuencia de todas las fuerzas es de incontestable resultado. Cada “a” conduce a una “b” que conduce a una “c”, sin desvío.
Las fuerzas en movimiento no son disuadidas de su efecto.
En esta construcción, no ha lugar a opción. Causa y efecto, por fin, son reducidos a una ecuación matemática que se despeja bajo la influencia de un determinado coeficiente.
En realidad, en el día a día de la vida, nos parece tener opciones. Podemos elegir entre café, té o leche; almorzar a la hora, o bien cuando tengamos hambre. Podemos optar por vestir de azul, rojo, amarillo, verde, jeans, muletón y bonete. Podemos trabajar en la industria, para el Gobierno, o en servicios. En fin, podemos vivir aquí, allí o en ningún lugar. Las opciones son muchas.
Al final - ¿es la elección lo que importa?
El argumento para el destino, tan racional como pueda ser, asume un carácter definitivo – un límite, un fin, un estado de ser, en último análisis, definible y mensurable de su existencia.
A los defensores del destino, les suponemos pensar que no hubo influencia de poderes fuera de las dimensiones de lo que puede ser conocido. Pero todo puede no ser lo que parece.
Ni ciencia, ni filosofía, ni religión pueden definir los límites de lo que es, pues el ámbito de todo ello está más allá de nuestra capacidad intelectual de concepción.
Mientras no podamos ver más allá del alcance de nuestra vista, no podremos partir del principio de “conocer” lo que hay más adelante.
Afortunadamente, sin embargo, nuestra vida no es una experiencia en un campo teórico. La vida es una incursión en una pila de ladrillos y la maravillosa aventura creativa y constructiva con argamasa. ¿Forma sentido?
¿Podrán belleza o verdad existir sin nuestra elección consciente?
Pues, sin la posibilidad de elegir por lo menos una opción, el esfuerzo es vano – todo en la vida es un proceso regimentado – no una búsqueda envolvente.
Sin elección, la vida parece una farsa perpetrada por seres ignorantes – una experiencia de la ilusión, un drama de colorido, pero sin finalidad. Sin la libre voluntad, la vida realmente es una novela tragicómica. ¿Correcto?
Caso esta realidad no sea la expresión última, y caso estemos en este mundo sensorial de tercera dimensión, temporalmente inmersos en la ilusión, es lógico – el poder en otra dimensión podrá influenciar lo que ocurre aquí.
Aún inscribiéndonos en la creencia de que, aun pareciendo que vivimos aquí, en último análisis no somos de aquí, podremos empezar a comprender que nosotros mismos tenemos un medio para influenciar esta realidad – aquí nuevamente tenemos una elección de libre voluntad.
En la tentativa de resolver la discusión entre libre voluntad y predestinación, no estaremos buscando una comprensión intelectual de los medios de esta ilusión, sino los hechos acerca de quiénes y qué somos. Buscamos conocer la verdad y, de esta forma, comprender y abrazar nuestra naturaleza como seres humanos espirituales.
En todo lo que observamos, la capacidad de cambiar de dirección, de influenciar un resultado es evidente.
El universo es demasiado grande para confinarnos.
Nuestra inteligencia aún no comprende la extensión, ni la complejidad de todo eso.
Aun si el destino conduce a un resultado final, en la práctica los caminos, para recorrerlos de acá para allá, son tan diversos que tendremos todas las opciones ¿no es cierto?
Las oportunidades en la vida son tan variadas, las promesas y los potenciales tan grandes, que el destino no tiene efecto práctico sobre las opciones. ¿Está claro?
¡Nuestra voluntad es libre lo suficiente!
Para experimentar una vida plena y satisfactoria ¡basta expresar el poder de la libre voluntad!
¿Somos víctimas del destino inevitable, o tenemos el poder de crear nuestro propio destino? Esa es la cuestión de antigüedad milenaria.
En términos espirituales, sabemos que podemos elegir las lecciones antes de nacer.
Mientras estamos en la Tierra nuestra memoria espiritual queda borrada, pero en vez de eso, tenemos en el poder de la libre voluntad el terreno necesario a nuestra disposición, para adquirir experiencia, para cumplir el propósito para el cual hemos venido.
Para ello, el Espíritu nos prepara con las condiciones que nos darán oportunidad de aprender las lecciones elegidas antes de renacer.
Está claro que nuestra libre voluntad podrá rehusar estas lecciones; en ese caso, ellas seguirán presentándose en condiciones adecuadas para el cumplimiento de nuestro propósito elegido.
¡El poder de la libre voluntad es nuestro mayor regalo!
¡Es la manifestación del Destello Divino en cada uno de nosotros!
Pero ¿cuántos de nosotros desperdiciamos nuestro mayor regalo por no hacer pleno uso de él?
El Maestro Jesús en su misión de presentarnos las opciones de la cuarta dimensión, tanto en el Amor como en el Perdón, a nosotros, en la tercera dimensión, nos dice: “No pido solo por estos, sino además por aquellos que por Tu palabra han de creer en Ti; para que todos sean uno, como Tú, Padre, lo eres en mí y yo en Ti; que también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que Tú me enviaste; y yo les di la gloria que a mí me diste, para que sean uno como nosotros somos uno”. Juan 17:20-22
¡Observemos la humildad del Maestro Jesús! “… y yo les di la gloria que a mí me diste…” El Maestro Jesús, como todos nosotros, era totalmente dependiente de los dones y gracias del Padre, Ser Mayor Creador Dios.
¡Ahí está el poder de la libre voluntad!
¿Cómo reciben iluminación el Maestro Jesús y otros Maestros Espirituales?
Ellos usan el poder de la libre voluntad para aceptar los dones del Padre, Ser Mayor Creador Dios.
Sin el poder de la libre voluntad no somos más que esclavos.
En cambio, como hijas e hijos del Padre, Ser Mayor Creador Dios, somos seres libres: “¡El Padre Celestial y yo somos uno!” – Comunión de los Esenios en la noche de viernes.
Volveremos a la cuestión.