Espíritus inquietos
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 20/02/2010 09:30:14
por Flávio Bastos - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]íritus inquietos
“Lo que más preocupa no es el grito de los violentos, ni de los corruptos, ni de los deshonestos, ni de los sin ética. Lo que más preocupa es el silencio de los buenos”. (Martin Luther King)
Todos los seres inteligentes que en este planeta han reencarnado, y que han alcanzado la iluminación espiritual, han sido individuos que experimentaron niveles de inquietud en relación a la verdad que pregonaban o buscaban.
Por tanto, la conquista de la paz interior que se obtiene cuando nos volvemos individuos a bien con la vida, benevolentes y solidarios con el prójimo, es una meta alcanzada por el espíritu, tras haber recorrido una ardua e inquieta caminada existencial, repleta de caídas y erguimientos en los campos de la ética y la moral.
Lo ocurrido con Siddartha Gautama, más conocido como Buda, quien alcanzó la iluminación tras mucha inquietud en la búsqueda de la verdad, es lo que puede ocurrirle a cualquier individuo que busca su pacificación interior por la práctica del bien y del amor.
En ese sentido, el Dr. Bezerra de Menezes, un ejemplo de dedicación profesional a la caridad, nos ha dejado un bello texto que nos remite a reflexión sobre la importancia de la inquietud espiritual entre nosotros, espíritus en proceso de aprendizaje – y de auto-conocimiento – en la academia de la vida. Es lo que veremos a continuación.
“Hijos, ser espírita es la oportunidad de vivenciar el evangelio en espíritu y verdad. El seguidor de la doctrina es alguien que camina sobre el mundo, más consciente de sus fallos que de sus aciertos. Por ese motivo – por la imposibilidad de conformar los intereses del hombre viejo con los anhelos del hombre nuevo, él casi siempre deduce que profesar la fe espírita no es tarea fácil. Todo cambio de hábitos, principalmente los más arraigados, impone a la criatura encarnada sacrificios innombrables. La ruptura con el “yo” es un parto laborioso, en que no raro, si no es experimentando innumerables recaídas, el espíritu no viene a la luz. Lo importante es que no os dejéis desalentar. Recordad que, para el trabajo inicial del evangelio, Jesús reclutó a doce hombres. Quizá el problema mayor para los compañeros de ideal que se permiten desanimarse ante las fragilidades morales que evidencian, sea el hecho de que suponen ser lo que aún no son”.
Y continúa Bezerra su lúcida evaluación: “Sin duda, los que viven ignorando las propias necesidades, aparentemente viven en mayor serenidad que cuantos de ellas ya han tomado conciencia. No olvidéis, con todo, que el aspirar a lo mejor es intrínseco a vuestra naturaleza – el hombre siempre ha de querer ser más. En la condición, pues, de esclarecidos seguidores de la doctrina espírita, nunca esperéis acomodaros, disfrutando de la paz ilusoria de aquellos que no profundizan en el conocimiento de la verdad que liberta. Donde estuviereis, estad siempre inquietos por el mañana. La aflicción a que Jesús llamó bienaventurada es aquella que experimenta quien se pone a camino y no descansa antes de concluir la jornada”.
En la lógica de la Ley Natural “nadie es mejor que nadie”, y según refirió Jesucristo respecto de las andaduras vitales del espíritu inmortal: “A cada cual según sus obras”. Obras que significan el resultado de lo que hemos construido durante nuestras pasadas por este planeta. Pasadas, muchas veces, inquietas y llenas de dudas y cuestiones respecto de lo que buscamos…
No obstante, lo “normal” del espíritu que aún persigue la verdad sobre sí mismo y busca el sentido de la vida, es la inquietud en cuanto al imprescindible aprendizaje. Solo de esa forma el individuo subirá peldaños en la escala de la consciencia y encontrará, entonces, la tan anhelada serenidad que pacifica mentes y corazones, tal como afirmó Buda: “Feliz aquel que vence al egoísmo, alcanza la paz y encuentra la verdad. La verdad nos hace libres del mal; no hay en el mundo libertador igual. Confiad en la verdad, aunque no seáis capaces de comprenderla, aunque al principio os parezca amarga su dulzura”.
Psicoterapeuta Interdimensional
link