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¿Estás buscando un amor?

por Rosemeire Zago em STUM WORLD
Atualizado em 06/04/2009 12:40:17


Traducción de Teresa - [email protected]

Algunas personas que están solas se preguntan por qué terminó la última relación, dónde se han equivocado y, aún así, continúan entablando relaciones que tendrán el mismo final: ¡no salió bien! ¿Qué ocurre? ¿Por qué algunas personas no perciben que repiten el mismo patrón en la búsqueda de una relación y por más que deseen que ésta sea duradera no logran ir más allá del límite de días o algunos meses? Para saber qué pasa por detrás de esa repetición de patrón es necesario reconocer los puntos en común.

Detente por algunos minutos y reflexiona sobre tus antiguas relaciones. Busca lo que haya en común entre ellas, ya en el modo de terminar, o cómo ha sido la relación mientras duraba, pero, principalmente, observa la manera en cómo empieza.

A continuación expongo los comportamientos más comunes cuando estamos buscando desesperadamente amor, lo cual hace que muchas veces empecemos relaciones que tendrán el mismo final que las anteriores, y que nos lastiman un poco más.

Lee lo que sigue y busca identificar si hay alguna concordancia con tu modo de proceder:

Por miedo, muchas veces inconsciente, a quedarte solo, aceptas a la primera persona que aparece, sin analizar si hay objetivos en común, valores semejantes, o bien pasando por alto esos factores;

Incluso cuando hay signos evidentes de que no es la persona más indicada para una relación, los pasas por alto e insistes en intentar algo;

Al conocer a alguien empiezas a ceder en todo, solo para agradarle, pero con el tiempo te das cuenta de que te has perdido a ti mismo;

Por no tener referencias de una relación sana, te permites recibir muy poco o mantener una relación destructiva;

Confundes amistad, gentileza, apego, con amor;
Por dificultades para decir que no, aceptas salir con alguien aun dándote cuenta de que no es el que quieres.
Permaneces sujeto a las apariencias y promesas que raramente se concretizan;
Simulas un encuentro casual, dejando a la otra persona sin opción;
Sin amor propio o respeto por ti mismo, imploras al otro que se quede a tu lado, aun sabiendo que ya no lo desea;
Consideras que lo que esa persona que acabas de conocer hizo en su última relación, no lo hará contigo;

Pretendes ayudar al otro a superar los problemas actuales, con el deseo inconsciente de salvarlo y, quién sabe, así percibirá cuánto vales y se quedará contigo;

Pasas por alto las incoherencias entre las palabras y las actitudes;
Acabas de conocer a una persona y ya te imaginas, procedes o esperas, como si hubiese una relación de años;
Insistes en querer que la persona sea lo que has idealizado, aunque se muestre muy lejos de ser quien esperas que sea;
Confundes atracción física con amor, o esperas que, manteniendo relaciones sexuales, obtendrás amor;
Permaneces en la relación incluso siendo infeliz, esperando a que el otro cambie, aunque no demuestre interés alguno en cambiar.

Como podemos observar, hay algunos signos evidentes de que la relación difícilmente saldrá bien, pero por algunos motivos, muchas veces inconscientes, las personas hacen caso omiso de estas señales.

Hay momentos en que todo cuanto logramos percibir es solamente la confusión en que nos encontramos, en la cual los síntomas son fácilmente identificables: angustia, pesadillas, dolores en el cuerpo, insomnio o necesidad de dormir más, agresividad, irritabilidad, entre otros síntomas, pero los interpretas como consecuencia de estar solo. No es la soledad lo que te lleva a entrar en relaciones desastrosas, sino la falta de conexión contigo mismo, y esto sí que intensifica la soledad. Lo cual podrá reflejarse en todas las relaciones, ya sea disputando, hiriendo, siendo herido, manteniendo así el mismo patrón.

Para cambiar patrones es preciso reconocerlos y asumir la responsabilidad de haber permitido que tu mente quedase en total desorden. Tú eres la única persona que puede arreglar todo ese desbarajuste. Pero en este momento quizá estés preguntándote: ¿Cómo? Primeramente, comprende que esconderte, huir o evitar las dificultades no va a solucionar nada, pues casi siempre permanecer parado no produce cambio alguno. Es importante comprender que toda experiencia proporcionada por las relaciones anteriores, aunque hayan causado desgaste y dolor, han sido necesarias para tu crecimiento. Solo así conseguirás romper esos patrones. Para ello solo hay un camino: la consciencia de que muchas veces queremos relacionarnos con otra persona antes de unirnos a nosotros mismos. Pero ¿será esto posible? ¡No! ¡Tú no lograrás recibir amor desde fuera mientras no recibas el amor que hay dentro de ti mismo!

¡Piensa en ello!


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zago
Rosemeire Zago é psicóloga clínica CRP 06/36.933-0, com abordagem junguiana e especialização em Psicossomática. Estudiosa de Alice Miller e Jung, aprofundou-se no ensaio: `A Psicologia do Arquétipo da Criança Interior´ - 1940.
A base de seu trabalho no atendimento individual de adultos é o resgate da autoestima e amor-próprio, com experiência no processo de reencontrar e cuidar da criança que foi vítima de abuso físico, psicológico e/ou sexual, e ainda hoje contamina a vida do adulto com suas dores.
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