¿Estás preparado para vivir de manera diferente a como se te ha enseñado?
por Silvia Malamud em STUM WORLDAtualizado em 08/07/2015 09:39:21
Traducción de Teresa - [email protected]
Toda idea de realidad que podemos tener está directamente relacionada con los eventos que pasamos a lo largo de la vida, el tipo de personalidad que tenemos y también el aspecto de nuestra conciencia que no depende del tiempo y del espacio para existir. Aunque tengamos la atención enfocada en esta realidad, este aspecto multidimensional de la conciencia siempre acaba por influir sobre nuestra vida práctica. La conciencia puede ser bombardeada por una enorme red energética de informaciones, y si observada en el sentido más amplio de sus posibilidades, no pocas veces puede alterar sus direcciones y toda su percepción a los más diversos niveles. Por ello el modo en cómo nos estamos manifestando en este momento no necesita ser considerado como una estructura rígida ni tampoco como algo inviolable, a menos que la persona haga el servicio de enrigidecerse totalmente, como si tuviese puestas aquellas anteojeras que se ponen a ciertos animales para mantenerles la mirada recta, hacia delante, sin desviarla hacia los lados ni hacia lo alto.
Lo bueno de conocer esa posibilidad de manifestación de la conciencia es que ella trasciende el sentido común y verdaderamente ocurre cuando nos abrimos para lidiar con cierto tipo de pensamientos, sensaciones, imágenes y percepciones que de repente nos sobresaltan. Los sueños a menudo también pueden funcionar como portales de acceso a esas multidimensiones. Y cuanto más disponibles estemos para nuevas exigencias con la mente abierta, más podremos sentirnos como entidades autosostenibles y más asociados a nuestra totalidad.
En esta visión, la estructura de personalidad que tenemos funcionaría como filtro para manifestación de la conciencia amplificada, un artificio necesario para la adaptación en este plano. Sería una lente perceptiva utilizada para traducirse a sí mismo, a las experiencias terrenas y al mundo.
Todos nosotros estamos construidos mediante creencias e imágenes ideales de ser, que a menudo funcionan como trabas para alejarnos de nuestras realidades interiores y de todo cuanto podríamos llegar a ser. Lo más increíble es que estas estructuras de personalidad cambian conforme a la demanda del ambiente y de la época en que se vive, pero por lo regular, las personas suelen permanecer pegadas y ciegamente identificadas con lo que se les impuso que fueran, incluso antes de haber nacido. Matan y mueren por tales vestimentas/creencias.
Existe, por tanto, una distinción entre aquello que el individuo es y puede ser en esencia, y la forma en como él puede estar manifestándose en este plano. Y la conciencia terrena que él tiene de sí mismo puede estar equivocada a los más diversos niveles.
Sin auto-conciencia, por tanto, se vive pegado al papel constituido por los sentimientos, actitudes y comportamientos que la sociedad y la época en que se vive imponen como verdad. No obstante, cuando se tiene acceso a la Conciencia Libre y Multidimensional, la persona puede conquistar una existencia única con una indescriptible sensación de seguridad aunque en medio de una constante de libertad para el movimiento y el cambio, si fuese necesario.
Con la mente abierta, la creatividad está en alza y por tanto nuevos conocimientos, ideas, representaciones, sentimientos y tendencias se desarrollan, se transforman, se disuelven y se reconstituyen sin interrupción.
En la vivencia de la conciencia plena, a todo instante emergen nuevas impresiones que enriquecen los contenidos preexistentes dando inicio a nuevos procesos que a su vez establecen nuevas síntesis creativas.
La idea es subirse a este “barco” avanzando hacia la aventura de lo que significa ser libre de modo muy diferente a las creencias reduccionistas que solemos seguir, y además permanecer con los pies totalmente firmes en este suelo, aunque viviendo un aquí y un ahora amplificados.
Esto es una invitación. ¿Estás preparado?
Terapia de reprocesamiento cerebral. Tú puedes, tú lo mereces.
