Explicando la Mente
por Izabel Telles em STUM WORLDAtualizado em 27/11/2007 14:47:47
Traducción de Teresa - [email protected]
No existe nada en este mundo hecho por los hombres que no haya sido antes una creación de la mente.
Todo lo que somos, lo que atraemos, lo que vivenciamos, lo que pensamos, no es más que respuestas a nuestra mente. En esto reside nuestro poder.
Por ello vengo insistiendo desde hace muchos años contigo, querido lector, querida lectora que nos acompañas en esta jornada de crecimiento y ensanche de nuestra consciencia, para que vigiles tu mente con la misma atención de quien vela por un pequeño bebé.
No te descuides un momento siquiera. Observa atentamente todo aquello que has venido atrayendo hacia tu vida. Y lee en estos efectos el carácter de tu mente.
Cambia todos tus pensamientos obsesivos-negativos por pensamientos obsesivos-positivos. Y si vuelves a fallar, corrígelo, inténtalo una vez más: sin críticas o puniciones.
Intenta ser mejor, a m o r o s a m e n t e.
No permitas, ni un solo segundo, que tu mente se quede sin comandos. Ella no sabe lo que hace. Y piensa que todo cuanto hace lo hace por tu bien.
No es que la mente sea nuestra enemiga. En modo alguno. Ella es el motor de nuestra existencia. Ella hace cuanto puede por mantenernos vivos. Ella tiene siempre un final feliz para nuestros patrones. Aunque este final feliz sea una imagen que ella ha creado con su magnífica capacidad de imaginar.
¿Puedo poner un ejemplo para que entiendas lo que trato de decir?
Imagina que una persona, la Sra. X, pasa sus días repitiendo:
-Todos son unos bellacos. Todos quieren robarme. Veamos qué maleante es el que se me aparece hoy a darme el golpe.
¿Qué te parece que vaya a suceder?
Es como si ella estuviese en un bosque con una trampa montada esperando a que pase el primer conejo para prenderlo en su armadilla. Ella está atrayendo al conejo, pidiendo que Dios le mande un conejo bien gordo. Y su mente va a vibrar, vibrar, vibrar la energía que atrae la mente del conejo y... día más, día menos, un conejo aparecerá y ella va a capturar ese conejo para si misma. Y sufrir el bien y el mal que esto le acarreará.
La mente funciona como una telaraña. ¿Has observado alguna? La araña va construyendo hilo por hilo su trama. Pacientemente pega con su gel natural los filamentos formando una perfecta mandala. Y, un día, cuando la tela está lista, ella se pone justo en medio, acechando los vuelos de los insectos. Sabe que atraerá hacia su tela invisible a alguno de ellos. Y puede apostar: no tarda mucho, y allí está una mosca debatiéndose, intentando escapar de lo inexorable.
Nuestra mente es igualita. Va tejiendo día a día las imágenes que cualifican nuestras emociones. Va construyendo nuestra red de patrones y creencias y va acumulando energía en estas imágenes. Éstas se vuelven tan vividas, tan fuertes, tan poderosas que explotan hacia afuera creando entonces la revelación de estas imágenes. Dando forma y fuerza a los patrones que nosotros mismos nos hemos impuesto por educación, por imitación, por instinto. Poco importa. Lo que importa es que a cada momento nos vemos sujetos a estos comportamientos aquí fuera en el mundo. Y ¿qué sucede?
Pasamos a buscar inmediatamente a los culpables. ¿Quién ha sido? ¿Cuál es el bribón que viene a robarme ahora? Que sepas que este “bribón” ha sido creado por tu mente y que ella todo hará para atraer algo semejante en el mundo hecho por todos nosotros.
Tú eliges.
¿A QUIÉN Y EL QUÉ DESEAS ATRAER EN ESTE MUNDO HECHO POR LOS HOMBRES?
