Fases del Trastorno Bipolar
por Silvia Malamud em STUM WORLDAtualizado em 09/02/2016 08:12:41
Traducción de Teresa - [email protected]
En la bipolaridad, durante el período de euforia, aparte de la sensación de excitación constante, millones de ideas vienen y van más deprisa que cada respiración. No hay inspiración que llegue, mucho menos un breve tiempo para suspirar. Parece que todo pasa por la mente de modo divino, lúcido y cristalino. ¿Quién soporta tanto colorido y tanta vida de una sola vez? La visión es la de que todo saldrá bien. De que el mundo quedará arreglado, de que los necesitados serán salvados, de que el universo está lleno de posibilidades, donde exactamente todo, como en una danza mágica, se encamina al éxito.
En esos momentos, enfermos por el exceso de euforia, experimentan la vida como reyes y reinas, como dioses poderosos, y así muchos tienen la absoluta certidumbre de que comprenden la trama del universo. Alucinan con tener el poder para organizarlo todo, hasta el punto de construir cualquier cosa imaginaria; por cierto, en esas ocasiones es cuando suelen reconocerse como más poderosos que la mayoría de los mortales. Son acometidos por innumerables pensamientos y con éstos acaban creando ideas e ideales imaginarios en relación a todas las personas con las cuales conviven y con aquellas que por ventura estén pasando por sus vidas…
Unos dicen te amo y llaman amor a su pareja cuando están en el estado conocido como manía y acaban banalizando nobles sentimientos debido a la euforia del momento.
Pero en la otra cara de la moneda, cuando esa fase cesa, la persona antes altamente conectada y a bien con la vida, gradualmente y en poco tiempo va cambiando de humor. Lo que supuestamente era estupendo, comienza a decaer. Al ser acometido por la parte depresiva, el Bipolar se siente alejado de la realidad, hasta el punto de ya no estar conforme con casi nada, ello porque la mayoría de las cosas han perdido el sentido anterior. Desde este estado él se percibe frente a un mundo gris, donde hay que estar al acecho, puesto que es preciso defenderse de las personas y ponerlas, al fin, en su debido lugar. Un mundo que puede ser falso y donde todos, en algún momento, pueden constituir amenaza. En esas ocasiones es cuando muchos se tiran en una cama renunciando a hacer la más pequeña cosa.
Otros, sin embargo, en el mismo aspecto depresivo, se ponen agresivos y acaban, aparte de aislarse, buscando disputas y discutiendo con prácticamente todos a su alrededor. Las situaciones externas pasan a asemejarse a una película descolorida y si animación.
A veces, la sensación de desconexión es tan intensa en el sentido negativo, que se tiene el deseo de no existir más. En tales ocasiones, muchos se meten en la cama sin coraje para vivir en un mundo al cual se sienten no pertenecientes.
Los Bipolares diagnosticados necesitan ayuda terapéutica con la finalidad de tener un soporte acogedor que les ayude en la ruptura del patrón emocional que altera drásticamente su percepción de la realidad. Aún así, fundamentalmente es necesario que se den cuenta de que padecen el Trastorno Bipolar. Necesitan asimismo saber que este factor no es en absoluto el fin del mundo y que puede ser debidamente tratado. En este sentido, adherirse a la medicación se hace fundamental a fin de que tengan una vida plenamente satisfactoria.
Muchos acaban estropeando relaciones, rompiendo con familiares e incluso con el empleo mientras no comprendan que las historias se repetirán mientras no pongan en marcha los cuidados específicos necesarios.
Tratar debidamente el Trastorno Bipolar no es problema, es solución.