Fluir en el tiempo de la Vida…
por Rubia A. Dantés em STUM WORLDAtualizado em 03/10/2006 14:46:46
Traducción de Teresa - [email protected]
Me encanta la sabiduría que procede de estar en sintonía con el momento oportuno…
Cuando parece que el Universo lo ha preparado todo con tanta perfección que los sincronismos de aquellos momentos nos hacen cobrar fuerza renovada para continuar nuestra jornada.
Las cosas que nos sirven, muchas veces, como “tabla de salvación” en determinado momento de nuestro caminar, también pueden servir como cuerda que ata…
Sea una señal que nos ha guiado… Sea un conocimiento que ha llegado abriendo posibilidades y nos ha servido tanto en aquel momento para indicar caminos… Sea un encuentro especial…
En fin… las cosas son lo que son… Lo que determina cómo actuarán ellas en nuestra realidad es el estar en el momento oportuno… en el lugar adecuado, donde aquellas cosas que… son exactamente lo que necesitamos en ese momento, vienen para arrojar claridad en nuestra vida…
En aquellos momentos mágicos en que estamos por entero en el presente, ellas son tan maravillosas que pensamos que va a ser así para toda la vida… y sin darnos cuenta nos apegamos…
Lo que nos estorba el fluir más suavemente con la vida es el apego y la aversión… la eterna manía que tenemos de apegarnos a lo que ha sido bueno y evitar lo que ha sido malo.
A veces intentamos apresurar la vida, para que aquello que nos aflige pase rápido… otras, intentamos sujetar el tiempo entre los dedos, para que lo bueno dure para siempre…
Tanto nos apegamos que nos cuesta comprender que en la vida todo fluye… un flujo constante que podemos observar en la no permanencia de todas las cosas…
Fluir con la vida, sin apego o aversión, no es una práctica fácil para quien siempre ha aprendido a querer garantías.
En la búsqueda de garantía intentamos guardar cosas… atrapar momentos… sin percibir que al hacerlo estamos dificultando el flujo natural.
Aquello que ha sido bueno un día… puede no serlo ya hoy, pero eso no significa que pase a ser malo… Lo malo es la combinación de nuestro momento con aquello que ya ha pasado…
La misma cosa que hoy no nos sirve, puede ser perfecta para otro.
Cuantas veces la misma decisión que ha sido buena para una situación, puede ser mala para otra. Hay días que son de espera… hay días que son de acción.
Saber fluir en sintonía con lo que nos trae cada día, es lo que hace suceder las cosas sin esfuerzo.
Estar en sintonía con el momento oportuno hace que encontremos las cosas convenientes para nuestro momento… ellas pueden llegar envueltas para “regalo”… o como “desafíos” que son oportunidades especiales de crecimiento… Oportunidades que, por no venir tan explícitas… hacen que muchas veces intentemos evitar vivir aquello que no puede ser evitado… Y esos desafíos siempre vuelven otra vez en el retorno del tiempo… para que tengamos el aprendizaje que intentamos evitar.
Apegarse a los “regalos” y sentir aversión por los desafíos, nos impide estar por entero en los momentos que infinitamente se suceden, y que traen siempre lo nuevo…
Cuando tenemos la buena suerte de estar en el lugar adecuado… en el momento oportuno, abiertos y por entero para percibir aquello que nos está siendo brindado por el Universo con tanta gratuidad… podemos correr el riesgo de apegarnos… intentando transformar aquel regalo en algo para toda la vida…
Pocas veces entendemos que es un regalo para el “presente”…
En verdad, si tuviésemos una Fe más verdadera, tendríamos plena confianza en que el Gran Misterio puede siempre traer aquellas cosas que nos colmarán el Alma y suplirán nuestras necesidades de cada día… y que lo bueno puede ser aún mejor si dejamos espacio para el ir y venir de las cosas… y de la vida.