¡Ha llegado la primavera! ¿Qué dicen los astros?
por Graziella Marraccini em STUM WORLDAtualizado em 21/09/2010 12:42:25
Traducción de Teresa - [email protected]
El día 23 de septiembre de 2010 a las 00h09min el Sol secciona la línea del Ecuador Celeste y, rumbo al hemisferio sur, da inicio a la primavera. En el hemisferio norte se inicia el otoño, ya que el Sol queda equidistante en los dos hemisferios. El Sol está llegando y con él iniciamos un período más alegre y expansivo permitiendo una renovación de energía que la naturaleza ya está anunciando con las primeras flores. El ciclo se repite cada año puesto que el movimiento de los astros en nuestro sistema solar obedece a una ley rígida que la astronomía bien conoce.
Las constelaciones se crearon en la antigüedad, conectando puntos brillantes del cielo (estrellas o planetas), o sea ‘dibujadas’ sobre la bóveda celeste, o Esfera Celeste, figuras imaginarias que servían de referencia y de orientación para los desplazamientos y los viajes largos por tierra y por mar.
De las 89 constelaciones existentes solo 12 son tocadas por el Sol en su camino aparente en torno a la Tierra. Mejor dicho, trece (en realidad se halla un pedacito de una decimotercera constelación).
Esas constelaciones están colocadas en el camino aparente del Sol, o sea, a causa del movimiento y de la inclinación de la Tierra en su eje, el Sol describe en torno a ésta un camino aparente, llamado elíptica, formando un círculo al que los astrónomos y astrólogos llaman Círculo Zodiacal. La astrología, por tradición, determinó que ese círculo se dividiese en Doce Constelaciones, de 30º cada una, descartando así la posibilidad de considerar a Ophiucus (u Ofiocus) el portador de serpiente, cuyo dibujo solamente tiene ‘un pie’ en la rueda zodiacal. Ophiucus estaba asociado, en la mitología griega, al dios Escolapio (o Asclepius), el dios de la Cura. Aún hoy vemos una serpiente en torno a un bastón como símbolo de la medicina. Éste parece haber sido incorporado al signo de Escorpio: de hecho, hay muchos psiquiatras en ese signo, o sea, médicos del subconsciente; y Marte, el antiguo regente de Escorpio, se relaciona con los cirujanos. Descartado Ophiucus, a las doce constelaciones restantes les fueron dados 30º a cada una, de forma que la división en Casas permaneciese igual para todas. La convención estableció así un igual valor para todas esas doce casas zodiacales. La primera constelación, Aries, se inicia el 20 o 21 de marzo, cuando el Sol en su camino secciona el Ecuador Celeste. En este momento todavía hoy está convenido el inicio de la primavera en el hemisferio norte y del otoño en el hemisferio sur. Este es el llamado Punto Vernal, a 0º de Aries.
Suelo poner de relieve que el movimiento convencional del Sol no se produce siempre con la misma velocidad (él pasa de un mínimo de 0º 57’ 59” a un máximo de 1º 0’ 51”), de forma que el ingreso del Sol en un signo (o sea, el momento en que el Sol inicia su paso por el signo zodiacal encontrando la cúspide del signo) no se verifica siempre en la misma fecha todos los años. El calendario Gregoriano (empleado en Occidente en los días actuales) es impreciso y no se corresponde exactamente con el Camino del Sol. Esta es la razón por la cual la Revolución Solar de una persona (que se calcula para el momento en que el Sol retorna al mismo grado del nacimiento) no siempre se produce en la misma fecha. De hecho, esa posición del Sol es lo que determina el signo de la persona y es importante conocer las coordenadas terrestres (latitud y longitud, al igual que la hora del nacimiento) para levantar el Mapa Natal con exactitud. De cualquier forma, hay nacimientos que se verifican cuando el Sol se está mudando de un signo para otro, y por tanto, esta particularidad acabará dando a esas personas características de los dos signos.
¡Pero volvamos a la primavera, tras esta breve lección de astrología!
El Sol ingresa en el Signo de Libra cuyo símbolo está representado por una Balanza. Este signo está relacionado con el elemento Aire y se le considera un signo de belleza; está regido por el planeta Venus. En general, las personas que nacen bajo ese elemento se preocupan principalmente por el lado social de la vida, por las relaciones. Los nativos de Libra suelen interactuar en la sociedad en que viven. Venus es la diosa del Amor y de la Belleza. La representación de la Venus de Libra se parece a la del cuadro de la Venus del pintor renacentista italiano Botticelli: una Venus que sale de las aguas, dentro de una concha. En el mito de Proserpina que representa el arquetipo del renacimiento de la naturaleza en primavera tenemos otra representación. La bellísima hija de Gea, Proserpina, fue robada por Hades (Plutón en la mitología romana), Señor de la oscuridad y de la muerte, y llevada a su morada, en los infiernos. La madre de Proserpina, Ceres (la Tierra) desesperada por la pérdida de su amada hija, pierde el vigor, se entristece, y parece morir. Con ese arquetipo explicaban los antiguos el ciclo del invierno en el Hemisferio Norte, cuando la Tierra queda fría, helada bajo la nieve, los árboles quedan sin hojas y parecen morir. Cansada de llorar, Ceres ruega a Hades que deje a su hija volver a ella, pero Hades ama a Proserpina, y no quiere dejarla partir. Sin embargo, tras mucha negociación y por la intercesión de los otros dioses, accede a devolverla a su madre al menos durante seis meses por año, pero exige que durante los otros seis meses ella permanezca con él en el infierno.
Así, para celebrar el retorno de Proserpina, la madre Ceres se viste nuevamente con sus mejores flores, pide a los árboles que se adornen, a los pájaros que canten, y da comienzo a un nuevo ciclo de renacimiento y de felicidad. Este mito sirve para mostrarnos el ciclo de las estaciones del año y de la renovación de la vida. En nuestro país (Brasil) ese ciclo de las estaciones es menos marcado, al menos en los Estados del norte y nordeste; sin embargo, en el sudeste y en el sur podemos sentir esa renovación en el aire. Ya notamos en los Ipés amarillos el anuncio del fin del invierno y en la floración de la Jacaranda mimosa el inicio de la primavera. Por ello podemos igualmente comenzar un proceso de renovación en nuestra vida.
Yo creo en esta integración del ser humano con la naturaleza para obtener una mejor calidad de vida. El mundo occidental, de modo especial, con el progreso y la industrialización, se ha alejado de la naturaleza, y por ello ha aumentado su dosis de estrés y de enfermedades. ¡Solo si vivimos integrados podremos encontrar el equilibrio para los platos de la Balanza! ¡Sin esta integración y este equilibrio, originamos conflictos con los demás, con el ambiente y la sociedad en que vivimos, nos sentimos superiores hasta el punto de pensar que somos dueños de nuestro destino!Si estamos viviendo en conflicto, si tenemos asuntos pendientes con nuestros seres queridos o nuestros compañeros o jefes, podemos aprovechar este momento especial para empezar a negociar, hacer acuerdos, dialogar y encontrar una solución para que ambas partes acaben quedando satisfechas. El signo de Libra nos proporciona esta energía necesaria para buscar la sociabilidad, la igualdad y la justicia. ¡Contemplar las dos caras de la cuestión, pesar los pros y los contras, nos ayudará también a ver el otro lado, a ceder un poco y a comprender que nuestra razón puede no ser la única!
Y ¿por qué no aprovechar y hacer además una limpieza general en nuestros armarios, donando las ropas que ya no queremos, tirando lo viejo para dejar lugar a lo nuevo? La energía que va a fluir ciertamente habrá de dejar nuestra alma renovada. Vistámonos también con ropa más alegre y colorida, aprovechando esa primavera que se anuncia llena de flores.
¡Deseo a todos una semana llena de Luz y Paz!
La astrología enseña: “Todo momento tiene una cualidad. Todo lo que nace o surge de ese momento está impregnado de esa cualidad”.
São Paulo, 15 de Setiembre de 2010