Habrá un tiempo
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 05/10/2015 10:19:17
por Nelson Sganzerla - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Habrá un tiempo, del amor verdadero y del fin de la soberbia de los hombres.
Habrá un tiempo, de ternura y del fin de toda la amargura con que cargamos, siempre caminando, al filo de este camino de desesperanza.
Habrá un tiempo, donde tú, yo y quien quiera que sea, secaremos las lágrimas que no se han llorado, pero han quedado represadas y están al borde de nuestra mirada.
Habrá un tiempo, de sonrisas, desinteresadas y verdaderas, sin prisa, sin miedo y sin la falsedad de los humanos, ávidos de victorias en esa carrera insana, necesitados de un poco de paz.
Habrá un tiempo, en que ya no serán necesarias fotos coloridas, y el ansia desmedida de querer hacer de nuestro mundo un lugar de “Haz de cuenta”, donde la felicidad se compra en los supermercados, con un rótulo impreso que trae la fecha de fabricación y de caducidad.
Habrá un tiempo, en que los niños serán sólo niños y no harán distinción de color, raza y credo y mucho menos social, mirándose en el pésimo ejemplo de los adultos llenos de prejuicios.
Habrá un tiempo, en que los hombres se mirarán a los ojos sin tener que bajar la cabeza, ni humillarse con servilismo ante un semejante suyo, donde el respeto y la dignidad serán la tarjeta de visita que se presentará, con un caluroso apretón de manos.
Habrá un tiempo, en que se respetará la tierra que es sagrada y no habrá ninguna vil disputa, por un palmo de tierra que sea, donde el poder económico puede más que el que trabaja la tierra y vive de ella, mereciendo por tanto un respeto.
Habrá un tiempo, en que no habrá mandatarios sórdidos, aprovechándose de los incautos y hurtándoles lo básico que necesitan, para engordar su abultada cuenta bancaria y sus posesiones, acumuladas a costa del sudor de aquellos que ni siquiera conocen.
Habrá un tiempo, en que las grandes industrias, para hacerse con el mercado ante la competencia desenfrenada, dejarán de defraudar y alterar sus productos, sin que se necesite una fiscalización y una llamada a revisión que nos llame idiotas a todos.
Habrá un tiempo, en que tú, yo y quien quiera que fuese, podremos, quién sabe… releer estos renglones y de verdad creer que lo que ahora escribo, allá en ese tiempo que habrá… deje de ser una gran Utopía.
Piensa en ello...