¿Has tenido relación alguna vez con un Narcisista Perverso?
por Silvia Malamud em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:35:20
Traducción de Teresa
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Aquí están algunos breves relatos, cuestionamientos de algunos pacientes y de personas queridas que constantemente me envían sus dudas vía Internet, incluyendo algunas consideraciones por mi parte respecto de este difícil tema. Mi deseo es que tales relatos y discusiones puedan beneficiar el despertamiento y fortalecimiento de la vida.
El narcisismo perverso es un tema extremadamente necesario. Una relación puede ser violenta, altamente destructiva y perversa incluso silenciosamente, cuando se está ante un narcisista perverso. Yo he vivido ese infierno. Es un infierno solitario porque la personalidad encantadora de los narcisistas no permite, primero, a nosotros, comprender el abuso por el cual pasamos. Y, después, cuando comprendemos, la seducción del narcisista hace a sus víctimas desacreditadas ante los demás. El discurso perverso es hábil en invertir los polos y echar a la víctima toda la culpa, la vergüenza, la confusión y la locura. Pero salí de esa con vida - sí, porque la vida está puesta en riesgo paulatinamente en tales relaciones. Revelación de Renata Gama, periodista, sobreviviente.
Si la víctima no consigue salvarse, todo el mundo cree la historia contada por el narcisista y por quien está alrededor, que ni remotamente es capaz de imaginar lo que sucede en los bastidores.
Cuando consigue liberarse, la víctima de este tipo de abusos todavía muchas veces a los ojos de quienes están por fuera de la situación puede también causar dudas sobre si ella es la victima o la villana de la historia. Quien nunca oyó hablar de este tipo perverso de manipulación emocional, a menudo tiende a creer en el narcisista por el grado de encanto y seducción que ejerce sobre todos, que por cierto, es su marca registrada. Y él suele jugar sucio cuando tergiversa verdades poniéndose como víctima de las historias por no haber sido reconocido en el supuesto buen trato y los cuidados, que propaga a los cuatro vientos, que tuvo con la compañera sentimental. Para las víctimas, son vivencias enloquecedoras y extremadamente crueles que sólo quien las vive y ha llegado al fondo de un pozo aparentemente sin posibilidad de rescate, sabe el peligro real que pueden significar estas relaciones devastadoras.
Por no saber todavía de esta clase de manipulación perversa, las víctimas corren el riesgo de ser malinterpretadas y no pocas veces son miradas de mala manera por haber estropeado relaciones donde la unidad familiar parecía perfecta a los ojos de la sociedad.
Yo he pasado mucho tiempo intentando convencer a las personas de la real dimensión de mi situación y he descubierto que es casi imposible, a no ser que la otra persona ya haya pasado por alguna situación similar o ya conozca y sepa que esta clase de manipulaciones existen. La única opción que he tenido fue romper para salvarme, para salvar mi vida, aun sabiendo que la posibilidad de que me creyeran era prácticamente nula. Paciente que no ha querido revelar su nombre.
He tenido que ser la reina del hielo para no sucumbir a la mirada de los demás y aun así continuar siendo sensible hasta que poco a poco me he ido encontrando más y más mediante la terapia y también he podido encontrar a otras personas que también han pasado por eso. Relato de paciente.
Como las víctimas de esta clase de abuso emocional corren riesgo severo de perder su identidad y de alguna forma han tenido su vida robada, ¿pueden intentar auto-recuperarse abusando de otras personas? Quizá no sea una actitud que ellas consigan percibir. Pese a ello, en la tentativa de auto-rescate, se apropian de la vida de otro (amistad, hijos, por ejemplo) para sentirse liberadas, pues dentro de la relación abusador-abusada no lo conseguirá hasta determinarse a ello. Daniele Marchionno
Respuesta para esta duda que podría ocurrir: pienso que sería una suerte de dependencia emocional precisamente porque en el período donde la identidad aún no se halla rescatada, incluso podría inconscientemente hacerse uso indebido de la identidad del otro para colmar un vacío aún existente cuando las partes de la propia personalidad aún no han sido iluminadas nuevamente ni tampoco amalgamadas.
¡Cuanto más despiertos, mejor!
