Hay dolores del cuerpo y hay dolores del alma
por Graziella Marraccini em STUM WORLDAtualizado em 26/01/2016 07:24:40
Traducción de Teresa - [email protected]
¿Consideras que ambos 'dolores' están conectados entre sí? Yo estoy segura de ello. No hay dolor físico que no provenga de la desarmonía del hombre con su origen espiritual. Durante esta última semana de energía capricorniana (el Sol se encuentra en el último decanato del signo de Capricornio) debemos y podemos cuestionarnos sobre qué significa para cada uno de nosotros la armonía con el origen espiritual. Percibimos el caos y el desequilibrio, ya sea en el ámbito colectivo o en el individual, pero no nos damos cuenta del significado de ese desequilibrio, o entonces buscamos culpables casuales, y echamos la culpa a otros sin darnos cuenta de nuestra cuota de responsabilidad.
El signo de Capricornio que termina el 21 de enero es el signo más materialista del Zodíaco. Todos los pensamientos y sentimientos del capricorniano son dedicados a la materia física. Los dos valores que gobiernan sus pensamientos y actos son: tiempo y dinero. O bien, el tiempo es dinero. Por cierto, ese es el pensamiento que orienta el sistema económico occidental (y mundial) y no podría ser de otro modo puesto que vivimos bajo el reino de Saturno, el cual, según la Cábala, es el planeta que inicia la cristalización de la materia. Por planeta entiendo modelo de organización biológica. El sistema astrológico tiene un significado milenario y fue elaborado a partir de un modelo según el cual los arquetipos se manifiestan a través de los planetas, y la atribución de los regentes de los signos tiene una razón precisa y sabia. Saturno, regente de Capricornio es el último planeta visible a simple vista, y eso significa que la humanidad, en su actual tramo de evolución, es prisionera de la materia. En la Cábala, la materialización del espíritu se inicia en Saturno, desde arriba hacia abajo. De hecho, es la materia lo que plasma nuestro cuerpo, nuestro 'vehículo cuerpo', como yo suelo llamarlo, y exactamente igual que un vehículo, el cuerpo tiene sus necesidades y sus funciones.
La función del vehículo debe ser la de llevar el pasajero a donde él necesita ir, ¿no es cierto? Por tanto, debemos deducir que el pasajero tiene un destino en mente cuando embarca en un vehículo ¿verdad? Yo suelo hacer esa analogía cuando explico a mis clientes que el 'pasajero' es nuestro espíritu, y el 'vehículo' es nuestro cuerpo. El espíritu está representado por el Sol de nuestro mapa. Según donde el Sol se encuentre, y según en qué signo y Casa esté, esto indicará cómo nuestro espíritu va a manifestarse.
Ese vehículo/cuerpo necesita funcionar a la perfección, caso contrario, no llevará al pasajero a su destino final. Pese a todo, la conducción y mantenimiento de ese vehículo depende principalmente de otro factor, al cual yo llamo conductor del vehículo, y que en nuestro mapa está representado por la Luna. La Luna se relaciona directamente con el cuerpo y rige sus emociones y sus sentimientos, y se manifiesta a través de la psique. Podemos hacer una analogía de la Luna con el alma, con el 'mundo de los deseos' y de los sueños. Para que el alma cuide del vehículo cuerpo, ella utiliza algunas herramientas instintivas, naturales, que le ayudarán en su conducción, pero si basa sus acciones tan sólo en la función del vehículo/cuerpo, llegará a desconectarse del origen, o sea, se olvidará de que su función inicial debe ser la de servir al espíritu, o sea, al Sol, ¡y no ser tan sólo esclava del vehículo!
Estoy segura de que tú también conoces personas que son esclavas de lo material, que piensan únicamente en trabajar, ganar dinero, conseguir estatus, adquirir bienes materiales cada vez más caros, que buscan satisfacciones inmediatas para el cuerpo y acaban olvidando que esas son atribuciones del cuerpo material ¡pero no del espíritu! La consecuencia de esa falta de diálogo y de integración entre el espíritu, el alma y la materia física puede presentarse de varias maneras por medio de síntomas, de malestares y de dolencias.
Cuando un coche se avería y nos deja tirados en la carretera, por lo regular el culpable es el conductor que no ha hecho un mantenimiento adecuado o que ha conducido mal, no ha respetado las leyes del tránsito o, peor todavía, ¡ha abusado del alcohol! Entonces, ¿por qué cuando nos ponemos enfermos solemos buscar fuera de nosotros la causa de nuestro malestar?
Según mi modo de ver, ¡la dolencia aparece y se manifiesta para traernos un mensaje! El pensamiento de quien busca el dolor del cuerpo en su origen, o sea, en la desarmonía entre espíritu y materia, es un pensamiento holístico, en sintonía con la visión acuariana del tiempo, visión que habremos de discutir en los próximos artículos. La visión capricorniana de la vida es lineal, prisionera de la energía de Saturno. Por muy adecuada que esté al mundo actual, puede no ser suficiente para eliminar nuestros dolores, ya sean los del cuerpo y mucho menos los del alma y aún se muestra más ineficiente en el sentido de producir nuestra felicidad. La Cábala nos enseña que es un error dar más importancia a un aspecto de la vida en detrimento del otro. El equilibrio que existía en el inicio, en la intención del Creador que ideó el hombre, Adán Kadmon, y que se manifestó y se manifiesta en su Creación, existe solamente cuando logramos esa integración.
Entonces, apreciado lector, ¿cómo puedes conseguir esa integración? ¡A través del conocimiento! Y también a través de la reflexión, la meditación y la armonía interior. Cuando algo no está bien en tu vida, cuando surge una dificultad, un dolor, una enfermedad, un malestar físico o psicológico, pregúntate: ¿Cuál es el mensaje por detrás de este síntoma? ¿Qué es lo que yo necesito aprender?
Acuérdate de que Él, el Creador, no nos coloca frente a un obstáculo que no podamos franquear. El obstáculo se manifiesta para enseñarnos algo. El psicoanalista alemán Thorvald Dethlefsen en su libro Enfermedad y Destino afirma: Los síntomas son componentes de la sombra de la conciencia precipitados en la materia. ¿Qué es la sombra? ¿El resultado de la Ley de Causa y Efecto? ¿Cuál es tu opinión? Escríbeme, ¡estaré muy contenta de compartir tus reflexiones!
¡Si te gusta la astrología, puedes empezar a mirar los vídeos que se están publicando en el STUM! ¡Estaré divulgando el saber astrológico para ensanchar tu conocimiento, estimado lector! Pese a ello, esa información vehiculada en cortos vídeos no sustituye un estudio profundizado de la disciplina astrológica, lo mismo que un horóscopo no sustituye una interpretación personalizada de tu mapa astral.
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¡Deseo a todos una semana de realizaciones personales, repleta de Luz y Sabiduría!
São Paulo, 12 de Enero de 2016
