Hijos de padres narcisistas perversos y el rescate de la identidad
por Silvia Malamud em STUM WORLDAtualizado em 21/11/2018 08:50:21
Traducción de Teresa
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Unos padres narcisistas perversos siempre exigen mucho de sus hijos y priman que éstos tengan una apariencia impecable frente a la sociedad, con independencia del sufrimiento y de la situación que pueda estar produciéndose.
Como esos padres no tienen la capacidad empática para con sus hijos, las más de las veces todo lo que éstos pasan y sienten queda anulado. La paradoja, sin embargo, es que esos mismos hijos tienen la obligación de tener un abanico amplísimo de empatía para con sus padres, so pena de, si no se mantienen atentos a las necesidades de éstos, sufrir castigos, culpabilizaciones y palabras despectivas, lo cual, a lo largo del tiempo, llegará a construir de modo drástico personalidades totalmente anuladas y asustadas, con un enorme miedo a un desamparo mayor. La regla del juego, por tanto, es devoción absoluta a esos magnánimos padres.
En mi consultorio tengo innumerables relatos de hijos que no pocas veces sufrieron riesgo real de vida por culpa de la negligencia de unos padres narcisistas perversos, únicamente al servicio de sí mismos. Las historias van, desde olvidarlos en fiestitas, la escuela, reuniones de padres, hasta no tomarlos en serio cuando pasan por algún malestar físico o emocional, descalificándolos y desacreditándolos hasta el punto de incluso dejarlos bajo intenso sufrimiento, alegando que todo es cuento.
Unos padres narcisistas jamás valoran lo que los hijos hacen, exigen obediencia ciega a todo lo que consideran importante para sí mismos y a menudo tienen conductas más que descalificadoras, son extremadamente agresivos cuando no se ven correspondidos a satisfacción, lo cual, a decir verdad, no ocurre nunca. Las puniciones van, desde castigos impidiendo a los hijos hacer algo que desean mucho, hasta palizas, incluyendo insultos de todas clases.
Cuando los hijos van siendo adultos, esos padres siguen haciendo de todo para perpetuarse en sus alucinadas percepciones de auto-engrandecimiento. Muchos acaban denigrando la imagen de sus propios hijos ante sus parejas, en su vida social, trabajo y demás. Cuando éstos tienen hijos, rivalizan tratando de demostrar a toda costa a los nietos que son más buenos con ellos que sus propios padres. Un verdadero infierno y a menudo se hace necesario el alejamiento emocional severo o incluso físico, cuando no hay contención posible de esa enfermedad en lo psíquico parental.
En ciertas circunstancias, los hijos cuando llevan una terapia logran dejar de estar identificados con esa trama, de tal modo que ya no se sienten afectados por cualesquiera artimañas manipulativas por parte de tales padres.
Por terribles que puedan ser estas situaciones en la vida, en algún momento es importante que las víctimas tengan consciencia de que sus padres, por difíciles que sean, también son fruto de historias emocionales y familiares que les hicieron ser y actuar de ese modo.
Un buen proceso terapéutico, aparte de ayudar en el reprocesado de los traumas, es de gran valía para el auxilio del rescate de una identidad bastante diferente de todo lo que les ha sido impuesto. Tenemos herramientas eficientes para trabajar con estos temas en los abordajes de EMDR y Brainspotting.
¡Cuanto más despiertos, mejor!