Ho´oponopono... ¡Te Amo, Gracias!
por Rubia A. Dantés em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:35:11
Traducción de Teresa - [email protected]
Tenemos la oportunidad de comenzar una vida nueva cada día, pero nuestras memorias nos alejan de esa posibilidad, al llenar de pasado nuestro presente.
Cargamos el peso de los años y de las vidas que se acumulan en memorias de miedo. de culpa. de dolor, reduciendo cada vez más nuestras ocasiones de felicidad.
Si cada día pudiésemos volver a empezar así como un lienzo en blanco, sin ningún registro del pasado, ciertamente nuestra vida sería mucho más plena y feliz.
Cuántas limitaciones nos imponemos por el peso del pasado y de las muchas formataciones acumuladas, que siempre intentan colocarnos en un lugar fijo y cada vez más estrecho. del cual no podemos liberarnos, si no hacemos algo para ello.
Me gusta, no me gusta. puedo, no puedo. queda bien. no queda bien. y por ahí va una interminable lista de combinaciones que nos restringen y nos colocan en moldes cada vez menores.
Así seguimos. sin percibir cuán limitados somos y cuán prisioneros, de todo aquello que intenta clasificarnos y moldearnos con base en experiencias pasadas y en creencias, que nunca tienen en cuenta que cada momento presente puede llevarnos al infinito si. y solamente si. estamos vacíos de pasado y de futuro.
Y muchas veces ni siquiera nos damos cuenta de nuestra triste situación. aceptamos aquello como si fuese la única posibilidad.
Pero qué difícil es encontrar ese vacío.
Y en esos momentos es cuando el Ho'oponopono nos revela un camino precioso que puede llevarnos a ese tan soñado estado de vaciarse para recibir el presente.
Cuando practicamos el Ho'oponopono, vamos percibiendo que, a cada memoria liberada nos volvemos diferentes ante situaciones que antes nos ataban y hacían sufrir; y esto va dándonos la certidumbre de que la limpieza de las memorias es realmente el camino de la libertad.
A menudo me sorprendo con que, por ejemplo, cosas que antes me sacaban de quicio o me hacían ponerme triste, ahora no me afectan en nada. Mucho de nuestro sufrimiento se produce no por la situación en sí, sino por la forma en cómo la recibimos y esa forma es determinada por el filtro de nuestras memorias.
Con la práctica, viene cada vez más la certeza de que somos responsables por todo cuanto atraemos a nuestra realidad; y la manía de echar la culpa al otro o a nosotros mismos por las cosas que no son buenas va perdiendo fuerza. liberándonos cada vez más del círculo vicioso de la culpa.
Si he manchado una prenda de ropa con tinta y sé que sólo yo la puedo limpiar, no voy a echar la culpa ni a mí ni a nadie por ello, ni voy a perder largo tiempo en lamentaciones que nada solucionan. voy simplemente a limpiarla.
Tomar la decisión de limpiar las memorias debería ser algo así de sencillo, pero no siempre lo es, porque ellas mismas embotan nuestra visión y nos llevan a largas historias donde nos vemos sin salida, y a menudo preferimos quedarnos en esa danza enfermiza de echarnos la culpa o echársela a otro, antes que simplemente limpiar la causa de los problemas.
Entonces, asumir el 100% de la responsabilidad es algo tan precioso que, cuando tenemos esa certidumbre, la limpieza de las memorias pasa a ser algo automático y sólo con saber que estamos haciendo algo para resolver el problema ya alivia mucho la situación.
Nuestra parte es pedir a la Divinidad que limpie la causa del problema. y pronunciar las palabritas mágicas. Así de sencillo, pero no siempre tan fácil como parece, porque a menudo no tenemos persistencia ni paciencia para practicarlo y preferimos volver a lo que nos ata, antes que dedicarle un poquito de tiempo a la libertad. A fin de cuentas, ya nos hemos acostumbrado tanto a determinadas prisiones que hasta se hace difícil hacer un pequeñito esfuerzo para salir de ellas.
Pero los resultados que alcanzamos con el Ho'oponopono son tan especiales y visibles que nos animan cada vez más a ir en busca de algo más allá. a creer y a tener la esperanza de que siempre podemos cambiar nuestra historia y que hay muchas más cosas para vivir que lo que nos hacen creer nuestras memorias. muchas más posibilidades que las que podemos soñar.
Ho'oponopono. ¡Te Amo, Gracias!