Imán IV
por Saul Brandalise Jr. em STUM WORLDAtualizado em 24/02/2008 10:31:18
Traducción de Teresa - [email protected]
¿Qué tal si automatizamos nuestros pensamientos en busca de calidad de vida, de amor? De hacer de nosotros efectivamente algo bueno? Solamente saber, solamente conocer, no sirve de nada; es preciso practicar, al fin y al cabo, dando en la misma tecla, SOMOS UN IMÁN.
Nuestras verdades cerebrales han sido construidas por las enseñanzas de nuestros padres, de los profesores, de las religiones, de la sociedad, de los amigos y del medio en que vivimos. Todo lo que nos gusta, lo interiorizamos.
El Mundo y el Universo son dinámicos. Sufren transformaciones a cada segundo. No nos damos cuenta de eso y muchas veces nos sorprendemos con lo que acaece a nuestro alrededor. Las verdades cambian, se alteran y pocas veces nos apercibimos de ello. Muchas cosas funcionan, como nuestro parpadear y el respirar que hacemos, por ejemplo, si nuestra intervención. Están en lo automático de la vida.
No podemos pretender que todo lo que era verdadero ayer sea hoy aplicable. ¿Cómo exigir, entonces, que nuestros momentos pasados sean útiles hoy?
Es fundamental, para nuestro estado de espíritu, que nuestras verdades sean actualizadas y que nada constituya obstáculo. Cuando nos referimos a ellas hablamos de la esencia de nuestro ser; queremos evidenciar nuestros conceptos religiosos, familiares, sociales, empresariales e incluso políticos. Es vital estar abiertos a lo nuevo. Es importante revisar cada uno de esos conceptos y sentir si todavía nos sirve en esta fase de nuestra existencia.
Vivir hoy la vida de ayer nos convierte en desequilibrados. Vivir hoy la vida de mañana nos vuelve soñadores. Es importante procurar desempeñar bien la condición actual.
Pocos se aperciben de que estamos en constante y eterno plantío. Que si queremos comprender el momento actual tenemos que analizar lo que hemos hecho en el pasado. Si las cosas no están adecuadas hoy, habrá que modificar la forma de plantar.
Este es el punto importante: MODIFICAR LA FORMA DE PLANTAR.
¿Cómo puedo cambiar si conservo las verdades anteriores? No puedo. Tengo que hacer una verdadera limpieza general en mis conceptos. Analizar, pensar y ver que algunas cosas que considero como verdaderas para mi vida, ya no lo son.
Tengo que REPROGRAMARME, pues soy un IMÁN. Si yo proyecto cosas inútiles, recibiré cosas inútiles. Si proyecto cotilleos, seré punto de mira de chismosos. Si proyecto resentimientos, voy a enfermar. Si proyecto buenas actitudes y amor... Seré feliz y amado. Si quiero las cosas ya listas, jamás las tendré. Todo en la vida se logra con esfuerzo.
Si proyecto el pasado, jamás viviré feliz en el presente. Si proyecto desavenencias, mi vida será de tristeza. Si solamente quiero fama, cuando el evento termine estaré vacío. Si no leo, no tengo conocimiento. Si no tengo conocimiento, jamás seré una persona de contenido.
Si estoy conformado con la actual situación y nada hago para cambiarla, soy un potencial depresivo. Más temprano o más tarde esto acaba por suceder, porque el mundo en torno a mí crece. Sentiré envidia, aunque no lo admita.
Es vital, por tanto, analizar nuestro cerebro y la calidad de nuestros pensamientos.
La gran diferencia en nuestra vida está efectivamente en la calidad del contenido de nuestros pensamientos. No hay renovación con conceptos caducados. El Universo es absurdamente viejo. Dos mil años no significan nada para él.
Los fósiles son la comprobación de eso. Había animales de organismo complejo hace más de 550 millones de años... ¿¡ Será que hemos aprendido a pensar tan sólo hace dos mil años!?
Pero eso no importa ahora. Lo que cambia todo es que estemos abiertos a lo nuevo y que demos comienzo a una verdadera renovación en nuestros conceptos.
¿Cómo será nuestro IMÁN? Renovador, Presente o Caducado? Cabe exclusivamente a nosotros esta decisión de lo que queremos ser.
Pero, atención. De nada sirve ser un IMÁN con mucho conocimiento y poco contenido. Todo cuanto sabemos, todo cuanto nos gusta y apreciamos, es preciso aplicarlo.
No sirve sólo saber. No sirve sólo ganar, a cualquier precio y de cualquier forma. Es preciso calidad, respeto y amor en todo lo que realizamos. Jamás hacer al otro lo que no queremos para nosotros.
A fin de cuentas, ¿qué IMÁN somos?
Lo que hago, eso recibo.
Sé que nos veremos.
Beso en el alma