Imperfección
por Elisabeth Cavalcante em STUM WORLDAtualizado em 20/08/2012 12:30:34
Traducción de Silvana Partucci - [email protected]
Una de las mayores fuentes de insatisfacción y ansiedad del ser humano es la dificultad en aceptarse a si mismo. Muchos se condenan por no tener el patrón de belleza impuesto por el mundo, por no poseer la riqueza anhelada o el éxito y el reconocimiento en el campo profesional.
Se sienten excluidos e indignos de admiración y respeto. Lo peor que puede sucederle a alguien es no considerarse digno ante sus propios ojos. Aunque el mundo entero nos condene, si tenemos una autoestima sólida, nada podrá desviarnos de la convicción de que tenemos valor, aunque tengamos cualquier imperfección.
Pero, cuando esto sucede, nos volvemos vulnerables al juicio del mundo, imponiéndonos un esfuerzo sobrehumano para encajar en los patrones que, creemos, nos garantizarán el amor y la aceptación ajenos.
La perfección es algo totalmente imposible de alcanzar, pues la comparación con los demás, siempre nos traerá alguna cuestión en que seremos superados por otra persona.
Por lo tanto, lo mejor que podemos hacer es tratar de aceptarnos de modo incondicional, buscando superar nuestras limitaciones pero sin dejarnos dominar por la angustia y la infelicidad, cuando no lo conseguimos.
Todos tenemos derecho al respeto y la consideración, no importa cuales sean las condiciones sociales, económicas o raciales en que nos encontremos. Tener esta convicción arraigada dentro de nosotros es la única manera de construir un mundo en que la discriminación, el juicio y el prejuicio estén totalmente ausentes.
…la primera cosa es ésta: para de juzgarte. En vez de juzgarte, comienza a aceptarte con todas tus imperfecciones, todas tus debilidades, todos tus errores, todos tus fracasos. No te pidas ser perfecto, eso es simplemente pedir lo imposible y, después, te sentirás frustrado. Eres un ser humano, al final de cuentas.
Observa a los animales, a los pájaros, ninguno está preocupado, ninguno está triste, ninguno de ellos esta frustrado. Tú no ves un búfalo teniendo un berrinche. Él está perfectamente contento, masticando el mismo pasto todos los días. Es casi iluminado. No tiene ninguna tensión: tiene una tremenda armonía con la naturaleza, con el mismo, con todo como es. Los búfalos no crean partidos para revolucionar el mundo, para volver a los búfalos súper búfalos, para volver a los búfalos religiosos, virtuosos. Ningún animal está interesado en las ideas humanas.
Todos ellos deben estar riendo: ¿qué les ha sucedido? ¿Por qué no pueden apenas ser ustedes mismos, como son? ¿Por qué la necesidad de ser otra persona?
Así, la primera cosa es una profunda aceptación de ti mismo.
…Las personas te juzgaron y tú debes haber aceptado sus ideas sin ninguna investigación. Estás sufriendo todos los tipos de juicio de los otros y tú estás juzgando a otras personas. Y todo ese juego se desarrolló desproporcionadamente, la humanidad entera está sufriendo eso.
Si quieres librarte de eso, la primera cosa es ésta: no te juzgues. Acepta humildemente tu imperfección, tus fracasos, tus errores, tus faltas. No hay ninguna necesidad de fingir otras cosas. Sé tú mismo: es así mismo que soy, lleno de miedo. No puedo andar en la noche oscura, no puedo ir a la densa floresta. ¿Qué hay de equivocado en eso? Es humano.
Una vez que te aceptes, serás capaz de aceptar a los otros, porque tendrás una visión interior clara de que ellos están sufriendo de la misma enfermedad. Y tu aceptación, los ayudará a aceptarse.
Nosotros podemos revertir todo el proceso: acéptate. Eso te vuelve capaz de aceptar a los otros. Y porque alguien los acepta, ellos aprenden la belleza de la aceptación por primera vez, ¡cuanta tranquilidad se siente! Y ellos comienzan a aceptar a los otros.
Si la humanidad entera llega al punto donde todo el mundo es aceptado como es, casi noventa por ciento de la infelicidad simplemente desaparecerá -esta no tiene fundamentos- y sus corazones se abrirán por cuenta propia y su amor estará fluyendo.
OSHO, The Transmission of the Lamp
