Insatisfacción
por Elisabeth Cavalcante em STUM WORLDAtualizado em 09/07/2012 12:15:57
Traducción de Silvana Partucci - [email protected]
Uno de los sentimientos más experimentados por los seres humanos en los días actuales es el de la insatisfacción. Por más que el avance tecnológico nos traiga bienestar y posibilidades de obtener placeres, aumenta en la misma proporción el número de personas infelices, angustiadas e insatisfechas con sus vidas.
Una de las principales razones es, ciertamente, el hecho de que la sociedad en que vivimos alimenta la ilusión de que la felicidad será encontrada en la acumulación de dinero, bienes materiales y honras que solo fortalecen el ego.
De a poco, vamos dándonos cuenta de que las victorias obtenidas, solo hacen surgir nuevos deseos, volviéndolos un pozo sin fondo de necesidades no realizadas.
La salida de éste círculo vicioso solo es posible cuando nos concientizamos de que, cuanto más tiempo dedicamos a los objetivos externos, menos nos conocemos. Y, consecuentemente, menores son las chances de descubrir nuestros reales poderes.
La creencia en los valores que nos fueron impuestos es el principal obstáculo para el fortalecimiento de nuestra autoestima. Solamente cuando nos volvamos capaces de ver nuestro valor como seres humanos, independiente de las limitaciones que poseemos, es que podremos alcanzar realmente la satisfacción en nuestras conquistas menores.
Valorizar aquello que nos realiza, que hace latir nuestro corazón más fuerte, independiente del reconocimiento del mundo, es el camino más seguro para que vivenciemos la paz y la alegría que hace que la vida valga la pena.
Osho, ¿por qué vivo sintiendo que me está faltando alguna cosa y que debería ser algo más?
Es porque desde la infancia te han dicho que tú, en ti mismo, eres intrínsecamente inútil. De la manera que eres, no tienes ningún valor. El valor tiene que ser obtenido, el mérito tiene que ser evidenciado. Desde el inicio de tu infancia te han enseñado esto millones de veces y la mejor manera de destruir a un niño es destruyendo su creencia en si mismo.
Para destruir la creencia dentro de un niño, tienes que probarle que el valor no es algo dado por la naturaleza, sino que debe ser conquistado en la vida. Y puedes perderlo, a no ser que trabajes, seas muy ambicioso, luches con los otros… Y para alcanzar ese valor tienes que luchar, ojo por ojo, diente por diente, tienes que pisar la garganta del otro. Has sido condicionado a ser violento, ambicioso y lleno de deseos: para tener más dinero, más poder y más prestigio.
…Por tanto tiempo has permanecido agarrado a aquello, pensando que era bello, precioso, nutritivo. Ahora digo: ¡Todo esto es una tontería! ¡Abandona esto y simplemente se un Buda, a partir de este exacto momento!
No es una cuestión a ser alcanzada, es apenas cuestión de volverse consciente. Es apenas cuestión de volverte consciente, alerta, despierto… Una parte tuya asiente con la cabeza diciendo si, pues lo que está siendo dicho es simplemente la verdad de la vida, a pesar de que todo tu entrenamiento sea contra eso. Cuando te alejas de mi, la mente salta de nuevo sobre ti con venganza. Y naturalmente ella es poderosa, y, por ser tan poderosa, ella destruye tu inteligencia.
La inteligencia no tiene nada que ver con la mente. La inteligencia tiene que ver con el corazón. Es la cualidad del corazón. La intelectualidad es cualidad de la cabeza. El intelectual no es necesariamente una persona inteligente. Y una persona inteligente no es necesariamente intelectual.
…La sociedad toda intentó hacerte inconsciente de tu inteligencia. La sociedad está contra tu inteligencia. Ella quiere que seas mediocre, porque solamente los mediocres pueden ser buenos esclavos. Te quiere sin inteligencia y estúpido, porque solamente las personas estúpidas pueden ser dominadas.
Las personas estúpidas son obedientes, nunca son rebeldes. Personas estúpidas simplemente vegetan. Ellas nunca se esfuerzan para optimizar sus vidas. Nunca encienden las antorchas de sus vidas, no tienen intensidad. La estupidez es obediente y la obediencia crea estupidez (…)
…Estoy diciéndote ante todo que nada perdiste. Por favor, para de intentar encontrar, para de buscar y buscar. ¡Ya lo tienes! Todo lo que es necesario ya lo tienes. Simplemente mira había adentro y encontrarás tesoros infinitos e inagotables de alegría, amor y éxtasis.
Nada estará faltando si miras hacia adentro, pero si continuas buscando del lado de afuera, te sentirás más y más frustrado… Y toda la ironía es que… aquello siempre estuvo dentro de ti, en éste momento está adentro de ti.
Pero no creas en mi. Yo no estoy aquí para crear creyentes. Estoy aquí para ayudarte a vivir la experiencia. En el momento que la verdad se vuelve tu experiencia, liberta. La verdad liberta, dijo Jesús, no la creencia, sino la verdad.
Pero mi verdad no puede ser tu verdad. Mi verdad será tu creencia. Solamente tu verdad puede ser verdadera para ti. La verdad ciertamente liberta, pero yo le sumo que la verdad tiene que ser tu verdad. La verdad de nadie más puede libertarte. La verdad de otra persona se volverá apenas una prisión.
