Kaiser decide sobrevivir
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 22/08/2016 10:17:15
Autor Wilson Francisco - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Teresa siente pasión por los perros y en su casa tiene varios; recientemente Nina murió originando enorme sufrimiento.
Hice procesos de apoyo, para facilitar la desligadura anímica del animal. Nina está ahora en el mundo paralelo, siempre vigilante y amorosa. Su compañero, Kaiser, tiene un cáncer gigante en la pata delantera derecha. El dolor es intenso. Inmovilizado por el dolor, vivía tendido, impidiendo incluso la liberación de heces y pis. Una situación grave. Teresa se siente “madre” del perro y sufren los dos. Ella me preguntó sobre sacrificarlo, pero la cuestión es delicada y me ha hecho recordar una situación que viví. Un gran amigo tenía un cáncer, que se había extendido por el cuerpo, y la morfina ya no le hacía efecto. Lo sedaron.
El hermano, médico, me preguntó:
- ¿Qué es lo que esos Espíritus tuyos (él no creía en nada) están diciendo?
Mi mujer, vidente, informó que Ellos estaban amparando y aguardando el “momento de la partida”.
Él replicó: ¡esa sedación se está llevando a mi hermano!
Yo lo orienté para que redujese la sedación y hablase con él. Para mí, el paciente o quien lo ama de verdad, ¡tiene el derecho divino de decidir!
Él autorizó la reducción de los sedativos y habló con su hermano, quien le pidió en llantos que le volviesen a poner la sedación. Ya no soportaba el dolor. Él atendió a esa súplica. Pasados algunos minutos, el tubo de oxígeno se atascó; la enfermera corrió a cambiarlo, pero ya era demasiado tarde. ¡Él había partido!
Le conté todo esto a ella. En el caso de Kaiser, no es posible hablar con él. La decisión es de ella, la “madre”, que lo ama intensamente. Me rogó que hiciese un proceso para facilitar la desligadura energética y ella pediría cita a la veterinaria para el sacrificio. Acepté el compromiso, informándole de que el “momento de la muerte”, no obstante, dependía de Dios.
Hice el proceso, ella trajo el arnés y una foto como referencias, que están aquí en mi sala. Sintonicé a San Francisco de Asís y a San Roque, pedí permiso al Alma de Kaiser e hice los llamamientos a los Maestros de la Salud y a los Seres de Luz que cuidan de las desligaduras. Aproveché la oportunidad y pedí apoyo a Simone, “madre” de Elvis, que protagonizó el artículo anterior sobre Eutanasia. Ella aceptó la misión de colaborar.
De allí a unos días, Teresa me dice emocionada: “Wilson, sentí una preocupación inmensa por mi “hijo Kaiser”, había marcado con la veterinaria aquella noche para que ella viniese a buscarlo. Entonces, se me ocurrió ir a casa durante la hora del almuerzo y llevé una foto de Madre Kwan Yin, Maestra de la Compasión Universal, que imprimí en el trabajo, y un papel donde había escrito “papá y mamá te aman”. Los dejé en sitios de la habitación donde él estaba tirado, inmovilizado por el dolor, hablé con él y le dije que aquellos Seres de Luz representaban auxilio para él en el mundo espiritual, que yo trabajaría aquí en la Tierra y él me auxiliaría desde allá. Ayudaríamos a los animales que como él lograron salir de una situación de sufrimiento y recibir nuevos hogares, no solamente perros (ese es mi gran proyecto de vida).
Al llegar a casa del trabajo, al anochecer, Teresa tuvo una sorpresa: Kaiser estaba circulando por la casa, comiendo, haciendo pis y con los ojos brillando. Ella me telefoneó inmediatamente, diciendo: ¡Mi hijito querido ha revivido! Yo le dije: “Amiga, él ha sido muy listo. Recibió toda nuestra energía, el apoyo de Madre Kwan Yin y 'decidió' revivir, es un derecho suyo. Y DIOS bendijo su voluntad”.
Teresa dice: “él está muy débil, pero gracias a Dios con menos dolor. Pero ya me despido de él porque sé que en cualquier momento decidirá irse y “mamá” lo apoyará, como siempre, porque lo ha amado y lo ama mucho”. Buena actitud la de ella, ha aprendido en este proceso el desapego y ha sabido con clareza de que la vida de Kaiser estaba en manos de Dios. Y ahora, sí, decide entregar al “bebé” a Dios y a Nina.
Ahora bien, una cosa muy interesante. ¿Os acordáis que yo pedí apoyo a Simone, “madre” de Elvis? Ella lo hizo a distancia. Narra su experiencia: “Wilson, yo estaba haciendo el proceso ahora y me han venido imágenes tuyas dando pases a un pastor alemán, que sería Kaiser. Ya tuve un pastor alemán que pasó por una desligadura semejante a la de Elvis, quizá por eso visualicé un perro de esa raza. También vi a Elvis con apariencia más joven jugando y ladrando al lado de San Roque, que llevaba un cayado. Elvis obedecía a San Roque, se sentaba y acostaba a un gesto de la mano del Santo; movía la cola, que estaba restaurada, pues le había sido amputada en vida debido a la gangrena causada por sus propias mordeduras.
Observad que Elvis, sacrificado recientemente por decisión de la “madre”, estaba en el proceso de apoyo en el astral, junto a Kaiser. Y lo más increíble: con la apariencia de un perro muy joven y con su cola reconstituida. He observado la experiencia de esa renovación del cuerpo espiritual de seres humanos tras la desencarnación. En animales es el primer hecho de estas características que llega a mi conocimiento.
“Gracias Wilson – dice Simone – he rezado por Kaiser y por Elvis. Que estén siempre bien en sus nuevas casetas y que Dios te proteja siempre”. Informé a Simone sobre el viraje en el caso Kaiser.
Una bendición divina, esa experiencia. El amor de la “madre” queriendo salvar al “hijo” del dolor, y el animal, amparado por Seres de Luz, acoge toda energía, sin restricción, sin juzgamiento ¡y se recupera su salud! ¿Por cuánto tiempo? No lo sabemos. Él sigue su vida, con dolor y dificultades de movimiento. Teresa envía fotos suyas durmiendo en el cuarto de la “madre” y en su rinconcito. Y dice, toda orgullosa: “Wilson, hasta su ronquido está afinado. Es un animalito mimoso, muy querido”.
¡Este es el relato del Kaiser que renació!