La bulimia, el demonio y el parasitismo
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 23/05/2009 13:31:36
por Wilson Francisco - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Un marido trajo una súplica en favor de su esposa, que, según él, padecía bulimia; le pedí apoyo a una amiga, de España, y a otra de Río de Janeiro; ellas no se conocen, son internautas que llegaron al Projeto Mutação (Proyecto Transformación) hace algún tiempo: La primera trajo el problema del hijo esquizofrénico, hicimos los procesos a través de ella; desarrolló talentos en Apometría y ahora es nuestra colaboradora; su hijo está muy bien; pronto relataré con detalles la extraordinaria experiencia de coraje y determinación de esa madre. La amiga de Río de Janeiro se encontraba con dificultades en la vida, hoy está bien y es colaboradora del Projeto Mutação.
Observemos la coincidencia en el proceso que ambas desarrollaron, atendiendo a mi llamado. Yo tan solo les informé de que la esposa padece bulimia y pide ayuda.
Recomendé al marido, como siempre hago, los procedimientos de praxis en el Projeto Mutação: ejercicio respiratorio, para conexión, meditación y oración.
Desde España, la internauta informa: Hice el Portal hoy para la mujer con bulimia (se refiere al Portal de las Flores, del Projeto Mutação), y desgraciadamente fue bastante desagradable. Al comienzo, vi muchos bichitos negros, incontables, la palabra que me vino a la mente fue “larvas”. Esos bichitos o larvas llenaban todo el espacio de mi pantalla mental, moviéndose muy deprisa, como si fuese un hormiguero. Decidí entonces hacer una plegaria. A continuación, vi a la mujer en el jardín, pero rápidamente aparecieron cuatro personajes vestidos con ropas largas y oscuras, con el rostro cubierto con una caperuza, solo con huecos para los ojos. Cada uno de ellos tiraba de una cuerda y la mujer permanecía en medio de ellos, atada, luchando por soltarse. Como digo ¡fue muy desagradable lo que vi!
En otro e-mail, ella informa: En el portal de hoy volví a ver a la mujer de la misma manera, continúa entre los personajes, si bien hoy no eran más que tres, y ella luchaba por liberarse de las cuerdas. He visto sufrimiento en su rostro, pero parecía estar haciendo un esfuerzo inútil.
“Hoy en el portal he visto nuevamente a la mujer y ella estaba libre, sin aquella cuadrilla que la sujetaba con cuerdas. Un Maestro estaba a su lado. Él tenía varios potes con una especie de polvo, cada pote de un color diferente. Ese polvo colorido era soplado sobre la mujer (no sé si era el viento o era que el Maestro soplaba) y ella se ponía de ese color en el lugar donde le caía el polvo. Me pareció un proceso bonito, los colores eran irisados, muy brillantes, y el aire en torno a ella estaba todo de ese mismo color.”
A su vez, la amiga de Río, dice: “Wilson, atendiendo a tu solicitación miré a la mujer de la bulimia, ella estaba temblando y muy febril. Decía que estaba sufriendo y yo he visto, dentro de la cabeza de ella, muchos bichos enrollándose, un tumulto de cosas oscuras. Sinceramente, no sé cómo he podido ver lo que había dentro de su cabeza, era horrible. Le pedí a Giancarlo (integrante del equipo espiritual que coordina en el mundo paralelo el Portal de las Flores), que mandase un cobertor de pétalos de rosa para colocárselo. Él estuvo de acuerdo y me mandó flores y el cobertor. Lo puse sobre ella y le dije que tenía que dejar de pensar en todo lo que estaba pensando, que vaciase la mente de todo aquello. Ella dijo que se siente muy sola.” Mirad qué interesante, la coincidencia de informaciones, demostrando una perfecta sintonía de dos personas, una en España y otra en Río de Janeiro.
Pero el sincronismo se amplía. En febrero una cliente me trajo un libro, Magdalena, escrito por Jean Yves Leloup. Ella no lo sabía, pero me encanta toda y cualquier literatura sobre ese personaje de la historia de la humanidad. El Prof. José Herculano Pires escribió un verdadero tratado sobre el amor puro y la fuerza del perdón, en un libro también titulado Magdalena.
Pues bien, en el libro que trajo mi cliente S., leí con inusitado interés un “toque” muy importante. El autor explica que uno de los demonios que envolvían a la cortesana la dominaba por el estómago, causando en ella un vacío interno. Procedía como un invasor que acometiendo sus vísceras incendiaba en ellas el deseo desenfrenado de comer. Al mismo tiempo, le oprimía los órganos para la regurgitación. Y dice él que la acción de ese tipo de demonios se designa hoy día como BULIMIA. Todo esto ocurrió precisamente en el período en que el internauta pedía auxilio para su esposa con Bulimia.
Mi lectura del proceso es que el Universo intuyó a mi cliente para que trajese el libro, en el cual yo hallaría este esclarecimiento sobre la enfermedad, que hoy día está afectando a jóvenes de nuestra sociedad.
Y aprovecho la oportunidad para aclarar que las informaciones dadas por las dos amigas internautas son verdaderas, porque ese proceso de invasión microbiana es lo mismo a que se refiere Yves Leloup cuando dice que un demonio invadía el estómago de Magdalena, consumiendo su alimentación y provocando regurgitaciones. En verdad, el demonio no existe, toda esa acción nefasta que puede dominar la mente y el cuerpo humano, presentándose a veces como larvas, o insectos, nada más es que el resultado de las actitudes enfermizas de la mente humana o de la mente de seres localizados en el mundo paralelo, todavía con sensaciones y pensamientos terrenos, pero que de ninguna manera pueden ser declarados como demonio, Satanás o diablo.
Los seres con caperuza, referidos, también forman parte de los subterráneos de la mente humana, designados por la psicología como sombra o de los umbrales de zonas energéticas y espirituales de bajo tenor vibratorio; pueden ser atraídos por mentes humanas indefensas o negligentes, que desdeñan su fidelidad a Dios para ensayar jornadas por los desvanes de la tristeza, del miedo y de la cobardía moral. Esas personas que desisten de sí mismas, permitiendo invasiones enfermizas en sus sitios mentales.
En procesos de este tipo el primer paso es deshacerse de esos hábitos nocivos y atraer hacia sí la presencia de Dios. La persona ha de proponerse realizar sueños y proyectos saludables, estableciendo fronteras jamás ultrapasadas por el Mal. Renuncien a la tristeza, a la melancolía y añadan valores del Bien a sus mentes y corazones y estarán eliminando de su atmósfera y cuerpo físico los “demonios” y las invasiones microbianas, a cambio de ser contempladas con la presencia de los Seres de Luz, quienes depositarán en sus almas las flores perfumadas y los colores del Bien y de la Paz.