La curación está dentro de ti
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 26/11/2015 09:53:32
por Vinicius Francis - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Muchas personas en este mundo sufren con enfermedades terribles, dolencias que aparentemente no tienen cura. ¡¿Cuántos son los que toman medicamentos fuertes, hacen tratamientos caros y a veces incluso devastadores en términos de efectos colaterales, pero sin realmente alcanzar la salud, la curación que tanto necesitan?!
El trabajar con la metafísica me ha permitido comprender que todos los males físicos del ser humano tienen su raíz en los estados interiores, en posturas asumidas tras una mala digestión de algunos acontecimientos de su vida. Y una vez que ajustamos eso en nosotros, la curación comienza a manifestarse como ni siquiera el mejor de los tratamientos de este mundo podría hacer.
Obviamente no descarto que una alimentación correcta y los ejercicios físicos tengan su papel fundamental en la buena salud. No obstante, si la mente del ser humano está enferma, o sea, si éste no procesa los hechos de forma humilde y madura, ciertamente aunque haga aquí fuera todo lo posible por mantener una buena salud, habrá de tener problemas.
Porque los sentimientos ruines que albergamos, como resquemores, resentimientos, odio, culpa y los estados de auto-rechazo o represión, actúan como verdaderas bombas en nuestro organismo, destruyendo nuestras reservas de buenos nutrientes, anticuerpos y toda defensa de nuestro sistema inmunológico. Porque si mantengo en mi cuerpo una emoción negativa, es como si enviase una señal al cerebro de que hay en mi cuerpo una amenaza. Entonces éste va a activar mi defensa, va a poner mi sistema en alerta y con ello quemar mi stock interno de cosas buenas, aquellas que me defienden de las enfermedades. Y entonces yo me debilito y me hago vulnerable.
Aparte de esto, en un estado de profunda tensión liberamos mucha adrenalina y fatigamos nuestro sistema, dejando también de producir las hormonas que nos ayudan a mejorar el humor y nuestro organismo al completo. Literalmente agredimos nuestras células con pensamientos y emociones negativas. En fin, estropeamos nuestra salud.
Entonces, para ti, que deseas ser curado de alguna enfermedad, dejo estas sugerencias: Perdona lo que tengas que perdonar, pues el perdón, que no es más que aceptar los hechos con humildad, disuelve la energía del rencor que permanece retenida en nuestro cuerpo.
Porque cuando yo acepto, entiendo que todo lo que ocurrió fue para mi crecimiento. Y otra, si he sufrido se debe a que de algún modo lo he buscado, luego no soy víctima, no hay villanos en mi vida, tampoco culpables. ¡Sólo yo mismo, creando del modo que sé y reaccionando de la manera que elijo, o incluso que puedo! Sin embargo, un cambio de perspectiva puede alterar el cuadro de cualquier dolencia.
Cuando yo perdono, suelto. Cuando yo acepto las cosas tal como fueron y como son, me devuelvo mi poder, aquello que puede restablecerme del dolor y que hasta entonces estaba dedicado a intentar defenderme de las amenazas y culpables que he creado con mi ignorancia mental. Si me desapego, dejo ir lo que no es mío y abrazo todo lo que realmente tengo: mi persona.
En fin, si yo lidio positivamente y de forma madura con lo que me ocurre en la vida, ciertamente tendré buena salud, porque al darme lo mejor de mí, mi cuerpo responderá de la misma forma. La salud física empieza con que te cuides a ti mismo por dentro.
¡Sé feliz!
Vinícius Francis
