La Fuerza de la Mirada
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 25/06/2009 11:35:53
por Maria Cristina - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
¡Los ojos son portales del alma! En este mundo, donde las personas viven representando personajes, muchas veces bastante diferentes de lo que realmente son, la mirada jamás las deja mentir…
Últimamente he pensado mucho en esto y he procurado observar más atentamente qué me dicen los ojos que clavan en mí su mirada. Innumerables veces percibo que reflejan tanta tristeza, tan profundo pesar, mientras los labios fuerzan una risa fingida y las palabras intentan demostrar alegría.
Los ojos no mienten jamás. Es a través de ellos como se expresa el amor verdadero, aunque el momento sea inconveniente. El resentimiento se deja trasparecer, a pesar del perdón pronunciado. La tristeza inunda el ambiente con una niebla pesada, aunque se esté en una fiesta. Todo esto porque nuestra esencia nos rige, pese a que nuestro ego insista en vivir alejado de ella, muchas veces procurando copiar la vida de otros, la moda, intentando llevar una vida vuelta más hacia las cosas prácticas y materiales.
Nuestros ojos hablan. Un lenguaje más auténtico, difícilmente expresable en palabras. Y nos contradicen completamente, cuando no somos verdaderos.
A través de la mirada, amores de otras encarnaciones se reconocen, embriagándose en la cercanía cariñosa e inexplicable de un instante mágico y eterno. Amor a primera vista… ¡Encuentro de antiguos amantes que se reconocen en un instante fugaz, intraducible e inexplicable!
Los ojos bendicen, suavizan el dolor del otro, llevan paz y alegría, pero también pueden hacer mucho daño, cuando saturados de odio, de rabia, de envidia.
Es importante mirar… Cuando alguien nos habla, cuando alguien dice que nos ama, cuando alguien nos cuenta algo, mirar cuidadosamente a los ojos nos transporta a algún lugar quizá muy diferente de aquel hacia el cual las palabras intentan conducirnos.
Mentir, trapacear, es hasta fácil. Hay personas que son maestras en eso. ¡Pero enmascarar una mirada es imposible!
Los encuentros eternos se inician con una mirada… Se instala, entonces, un saber interior, que la razón jamás podrá explicar y que perdura, independientemente de las circunstancias.
¿Cuál de nosotros olvida una mirada amorosa recibida de alguien? Aquella sensación sabrosa, cálida, siempre será revivida, cuando recordada.
¿Hay algo más terrible que una mirada de odio dirigida a nosotros? ¿Una mirada de crítica? ¿De menosprecio?
¡En fin, bueno es recordar que las bocas pueden mentir, pero los ojos las desmienten y revelan lo que sienten nuestras almas!