La Función Organizadora de los Sueños
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 27/12/2014 10:47:35
por João Carvalho Neto - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
La importancia de los sueños ha estado muy presente en la construcción de la Teoría Psicoanalítica, así como en otras varias líneas de conocimiento que intentan explicar el funcionamiento de la mente humana y sus relaciones con la trascendencia. En este aspecto, podemos decir que los sueños funcionan como una puerta de acceso a lo que existe más allá de la consciencia, más allá del ego; una puerta a las profundidades de nuestras almas, donde, al mismo tiempo, nos conectamos con la eternidad y el infinito de las múltiples dimensiones.
Sin atarnos a ninguna teoría en especial, pero aprovechando la veracidad que hay en ellas, podemos definir algunas funciones de los sueños. Éstos son una vía de escape para las energías emocionales reprimidas que están generando una presión intra-psíquica angustiante; son representaciones simbólicas de los contenidos que acompañan a estas emociones; pueden ser vivencias espirituales en estado de desdoblamiento, que llevan a encuentros con otros espíritus; también, aunque un poco más raro, pueden traer recuerdos de acontecimientos ocurridos en vidas pasadas; pero su papel organizador del imaginario que conduce el proceso evolutivo del ser humano quizá sea su función más importante.
Mezclando un poco de la visión junguiana sobre el inconsciente colectivo con mis concepciones personales, podemos decir que en él gravitan formas-pensamiento, denominadas arquetipos, que orientan las etapas de desarrollo del ser humano. Esas imágenes arquetípicas probablemente no son fijas, sino que se presentan según las nuevas necesidades evolutivas que van surgiendo, a medida que las etapas anteriores van siendo superadas y surgen nuevas demandas para la construcción de patrones de personalidad más maduros y conscientes. Esta influencia del inconsciente colectivo es creada por las formas-pensamiento que proyecta la humanidad, como también por las formas-pensamiento que los arquitectos cósmicos proyectan, acelerando el desarrollo humano. Cada uno de nosotros va absorbiendo de ellas todo lo que es capaz, dentro de su singularidad, produciendo sus propias transformaciones.
Pues en los sueños, muchos de los contenidos simbólicos que surgen tienen funciones organizadoras de la vida psíquica del ser humano, tanto para sus necesidades presentes como para sus perspectivas de evolución. O sea: los contenidos simbólicos presentes en los sueños tienen origen en el inconsciente individual, con las demandas de las historias reprimidas de esta y de otras vidas pasadas, que aún permanecen exigiendo elaboración, y asimismo se originan del inconsciente colectivo, pasando por el inconsciente individual, atendiendo al imperativo del progreso espiritual que se hace presente a través de sus mensajes cifrados.
La idea de los símbolos como función organizadora del progreso espiritual ha estado claramente presente en las parábolas presentadas por Jesús, cuando, por medio de circunstancias cotidianas del pueblo que lo escuchaba, él creaba formas-pensamiento que eran y vienen siendo fijadas en el inconsciente, a través de los tiempos, para crear modelos de conducta organizadores de los cambios que la maduración exige.
Entonces, cuando soñamos, estamos recibiendo informaciones simbólicas de nuestro propio inconsciente, conectado al inconsciente colectivo, que introducen cambios conductuales para las nuevas adaptaciones del ego ante la vida. Con ello, sin darnos cuenta, vamos realizando alteraciones espontáneas en nosotros mismos que serían mucho más difíciles con las estrategias educativas, pues intentando imponer nuevas ideas, éstas también generan reacciones de resistencia mucho más fuertes.
Considero que, en especial, en este momento de transición planetaria, los arquitectos cósmicos están proyectando más intensamente formas-pensamiento que condigan con la evolución que necesitamos. Por todo eso, observar los contenidos oníricos es un excelente ejercicio de evolución espiritual. Claro que éstos ya ejercen tal función de manera natural. Pese a todo, cuando se traen a la consciencia de forma más racionalizada, por la elaboración de sus contenidos, pueden llevarnos a un proceso más acelerado de transformación. Aquello que con sólo la educación podría llevar mucho tiempo, puede llegar a manifestarse más rápidamente con la influencia de ese imaginario.
João Carvalho Neto
Psicoanalista, autor de los libros
“Psicanálise da alma” y “Casos de um divã transpessoal”.
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