La gentileza siempre cambia todo
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 22/03/2010 14:25:02
por Bruno J. Gimenes - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Como conferenciante e impartiendo diversos cursos en el área de la espiritualidad, he viajado mucho por el Brasil adelante. Con ello, tengo muchas oportunidades de expandir mi red de relaciones, conociendo, por tanto, a diferentes personas, con distintos puntos de vista, actos y actitudes.
Observando y aprendiendo con ellas, he percibido algo que me impresiona mucho y que, desgraciadamente, es cada vez más frecuente en establecimientos como restaurantes, hoteles, tiendas. El comportamiento de esas personas es de tristeza, están cabizbajas, demuestran amargura, “cara larga” para cualquiera que se presente. No se saludan, las sonrisas no se abren, qué dirá entonces la gentileza. Ésta realmente no encuentra suelo fértil para florecer. Permanece escondida dentro de las nubes de lamentaciones y conflictos con que cada ser aparenta convivir.
Ante esto, llego a la siguiente conclusión: ¡la gentileza está en baja!
Son pocos los establecimientos comerciales que saben realmente recibir a sus clientes, con afecto y consideración. Cuando hablamos de servicios públicos como hospitales o Comisarías, por ejemplo, entonces la cosa se pone más crítica todavía…
El otro día, al hacer compras en un supermercado, en la caja, no conseguí ver el color de los ojos de la operadora. Y conste que me esforcé, pero ella no levantó la cabeza. Fue un comportamiento completamente mecánico, en el cual una vez más la gentileza, que produce un ambiente tan agradable, tampoco apareció.
Claro que todos en este mundo tenemos problemas, o mejor, desafíos a superar. Con todo, hemos de recordar el poder de la gentileza, del afecto, del respeto, que libera las sonrisas, abre caminos para la felicidad, el bienestar y el equilibrio. Y la lección es simple: Recibir a las personas, donde quiera que sea o se esté, con afecto, con respeto, con gentileza.
¿Qué se gana con esto?
Si actúas así, producirás un movimiento tan transformador en tu vida, en tan poco tiempo, que te estarás preguntando por qué no has actuado así antes… ¡te lo garantizo!
Como decía la Madre Teresa de Calcuta:
“Tú no tienes el derecho de pasar por la vida de una persona sin dejarla mejor que antes”.
Reflexiona. Haz la prueba. Puedes apostar, transformarás tu realidad.
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