La influencia del nombre en tu vida
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 07/09/2008 10:10:25
por Wilson Francisco - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Helena Blavatski, en el libro La Doctrina Secreta, habla sobre la divina función del nombre en las personas. Éste es su identidad. En la Tierra, todo tiene una designación propia que le da vida y encanto. Un perrito, de nombre Marley. Un gato que atiende prontamente cuando se dice Venus. El pequeño bebé querido, a quien el padre acuna con sus sueños, vuelve la carita rosada y suave cuando escucha: hola, Eduardo, hijo mío… Una energía divina se separa de los cielos y atravesando como un rayo la atmósfera terrena penetra aquellas dos almas, entrelazándolas por toda una vida. Y, sin embargo, ese mantra de amor que encanta y embelesa, también puede transformarse en lazos fríos y dolorosos que aprisionan a algunas almas durante toda una vida.
Recuerda, esa criatura que has generado y que ha estado arrullada en tu vientre, es un ser divino al que tú recibes para auxiliarlo en el desarrollo de una existencia. Como dice Gibrán, el poeta de Líbano, “nuestros hijos vienen de Dios no de nosotros.” Le ofrecemos la oportunidad del cuerpo, del espacio, de la compañía, del cariño, de los factores genéticos, pero esa criatura que está surgiendo en tu Universo, es un ser divino con conquistas y búsquedas propias que atañen a sus sueños y proyectos.
Puedes ser muy cariñoso, utilizar expresiones así, sesito, tico, toño, pero hay un componente fuerte, despreciativo, que puede reducir la capacidad de él para actuar en la vida. Los padres no tienen aún la noción exacta de lo mucho que influyen en sus hijos y tampoco saben de la índole de ellos. Para una persona un término de ese tipo puede ser cariñoso, a otra podrá quitarle la fibra necesaria para vencer los embates de la vida.
En su juventud, una internauta tenía una amiga llamada Natalia, que hacía muchas cosas que ella no tenía el coraje de hacer y por eso pensaba consigo misma: cuando tenga una hija le pongo ese nombre. Se quedó embarazada, dispuso que el nombre de la niña sería aquel. Sin embargo, el marido decidió que sería aquel nombre, pero escrito con th, o sea, Nathalia.
Hoy, su hija es una jovencita que busca su autonomía, adopta actitudes extraordinarias que la madre admira, pero es muy inconsecuente en lo que hace, pues trae en su estructura genética los deseos de juventud de la madre, sin embargo la H en su nombre aparece como un factor de desequilibrio colocado por la interferencia del padre, que es una criatura muy inconsecuente, hasta el punto de haber abandonado a la familia.
H. estuvo en el Instituto presentando una serie de síntomas, el más predominante: fragilidad en las relaciones, una serie de tormentos, que surgían como de la nada en su vida. Quedó constatado, en el proceso, que la “presencia” del abuelo paterno estaba llevando a cabo un dominio emocional negativo en su estructura psíquica. Su nombre es el mismo del abuelo, acrecido del apellido Nieto. Él repetía en su vida las turbulencias del antepasado. Lo comprendió y se mostró conforme, porque decía que en las horas de dificultades en su vida, firmaba su nombre sin añadir Nieto, y esto le intrigaba. Le expliqué, era su alma que se interponía en las actitudes de su personalidad, procurando deshacer aquel lazo.
Una clienta tenía grandes dificultades en la vida, principalmente en las relaciones, tanto con amigos como en el campo emocional; se identificó como Neia, una reducción de su verdadero nombre, al que ella detestaba. Hicimos varios procesos hasta que salió a la superficie de su inconsciente la relación con su padre; sentía un gran amor hacia él, había sido la “queridita”, por ser la hija más joven, pero después de que él dejó el cuerpo, nunca soñó ni pensaba tanto en él con cariño.
En sintonía con el alma del padre, le informé de que su padre la aprecia mucho y había elegido el nombre, Lucinéia, como un regalo para ella. Se sintió bien con la revelación. ¡Sí, era un regalo de su padre… ahora lo recordaba! Él la llamaba por aquel nombre con cariño…
Había una vibración diferente, sabrosa, en aquel sonido. Y de pronto, se sintió otra persona, estaba preparada para iniciar una nueva vida.