!La Magia que trae el Placer!
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 29/05/2018 10:03:17
Autor Wilson Francisco
[email protected]
Traducción de Teresa
[email protected]
La Neurociencia explica el poder de la gratitud en nuestro cuerpo.
Cuando generamos el sentimiento de gratitud activamos el sistema de recompensa del cerebro, localizado en una zona llamada Núcleo Accubens.
Este sistema es responsable por la sensación de bienestar y placer de nuestro cuerpo.
Cuando el cerebro identifica que algo bueno ha sucedido, que hemos tenido éxito y que hay cosas en nuestra vida que merecen reconocimiento y estamos agradecidos por ello, se produce una liberación de dopamina, importante neurotransmisor que aumenta la sensación de placer.
Si tú manifiestas gratitud en lo cotidiano, podrás permanecer en nivel elevado de emociones positivas, satisfacción con la vida, vitalidad y optimismo. Ese proceso es posible.
La gratitud puede ser construida por el pensamiento que emites. Siendo éste continuo, va a generar un "estado de Cielo" en ti. Catalina de Siena dice: El camino es el Cielo. Entonces, puedes sentirte así en cualquier lugar y con quien quiera que estés. La base de todo es tu "estado de gratitud". O como dice el pueblo: "¡estar a bien con la vida!"
Por otra vía neural, la gratitud estimula las vías cerebrales para la liberación de otra hormona llamada oxitocina, que aporta tranquilidad, reduce la ansiedad, el miedo y la fobia. El mundo actual crea innumerables oportunidades para que tú "entres" en la turbulencia y produzcas ideas tóxicas.
Internet, las noticias de periódicos, revistas, TV, y las conversaciones en lo cotidiano alimentan esa euforia hacia todo lo que es malo. ¡Las buenas noticias aún no elevan el índice de audiencia!
Entonces, a ti te incumbe el ser selectivo. Elige lo mejor sin vacilar.
Observa que tu cerebro no es capaz de sentir, al mismo tiempo, gratitud e infelicidad. Dicen las investigaciones neurológicas que tu actitud de indecisión, caracterizada por el O ESTO. O AQUELLO. causa un corto circuito en el cerebro. Yo digo: ¡El tico y el teco se lían a trompazos en tu cabeza!
El Maestro Jesús, con sabiduría, nos indica un buen procedimiento, al respecto dice: SEA TU PALABRA SÍ, SÍ. NO, NO.
Tú eres quien elige. Ocupa tu espacio interior con energías buenas y decisivas. ¡Ejercita diariamente el observar si tu elección es acertada! Y sé agradecido.
Para hacer que tu día comience de forma positiva, ya por la mañana prueba a pensar en los diversos motivos que tienes para sentir gratitud.
Y termina tu día reflexionando sobre las realizaciones que te han dado placer.
Dirijo un Grupo de Experimentaciones Espirituales, en mi casa. Gente muy comprometida con la Espiritualidad.
El martes, día 22/5, por sugerencia de Adalgisa, el Grupo aceptó llevar a cabo un Proceso de Gratitud.
Apoyé la idea, a todos nos gustó y la pusimos en práctica.
Tú que lees este artículo puedes participar.
Desde donde estés.
Usa tu imaginación.
"Ordena a tu alma que esté en la India y he aquí que, más rápido que tu voluntad, allí estarás, no por haber viajado de un lugar a otro, sino como si ya estuvieses allí", dice el sabio Hermes Trismegisto - Antiguo Egipto.
"La imaginación absoluta es el principio de todas las operaciones mágicas". Paracelso.
Entra en ese proceso, ¡por ti, tu trabajo, tu familia y por el Planeta!
Se hará todos los días a la hora que tú elijas y el tiempo que desees.
Sugiero que las experiencias concretizadas me sean relatadas. Por e-mail o por el zap 95922-4182.
Mira qué sencillo es.
PROCESO
Pronuncia una frase e imagina una Luz saliendo de ti y desplazándose hacia tu objetivo.
Agradezco por tener un empleo cerca de mi casa;
Agradezco por ser amada por mi marido;
Agradezco por estudiar inglés;
Agradezco porque mi padre tiene salud;
Agradezco por haber sido curado;
Agradezco por ser capaz de sentir Gratitud.
Tú puedes elaborar otras peticiones.
¡En todo lo que indico yo quiero resultados!
Mira el relato de Ícaro, integrante del Grupo:
"Ayer mi madre hizo el Proceso de GRATITUD. Ella mentalizó nuestra tienda dorada y una luz que se extendía hasta la tienda del chico situada al fondo del edificio donde inauguramos recientemente nuestra tienda. Él estaba enfadado con nosotros. Un odio mortal, de veras.
Incluso fue a quejarse de nosotros a la dueña del edificio donde está nuestra tienda. Todo ello sin motivo.
Hoy, después de un día, él ya pasó y me saludó. ¡Y entabló conversación dos veces, amigablemente!
Nota: una parte del texto lo recogí de Internet.