La Misión de cada uno
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 28/01/2013 14:31:45
por Bruno J. Gimenes - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
No conseguirás realizarte si vives la mayor parte de tu tiempo haciendo lo que no te gusta. No serás feliz si haces únicamente lo que tienes por obligación hacer. Jamás estarás en paz contigo mismo si vives tan sólo para agradar a otros.
Alegría y amor sólo brotarán en tu corazón si pasas la mayor parte del tiempo animado por el efecto del sentimiento que tienes al hacer lo que te gusta y al vivir de manera agradable.
Todos sabemos que durante nuestra vida, y en la rutina del día a día no es posible hacer tan sólo aquello que nos agrada. Casi siempre es necesario cumplir diversas tareas por obligación, por necesidad e incluso de mala gana. No obstante, la mayor parte de tu tiempo debe ser empleada para vivir en comunión con lo que te anima y te motiva para la vida.
Toma a un niño como ejemplo. Cuando está divirtiéndose en medio de sus fantasías, sus juegos y sus juguetes, el sentimiento que alberga es de pura plenitud, de conexión con la Fuente Mayor y de alegría. Para el niño, en el momento de sus juegos, todo está fluyendo perfectamente.
Puede que estés diciendo que ya no te es posible vivir una vida de niño.
Obviamente esto lo sabemos, sin embargo es posible observar ciertos aspectos y utilizarlos para comprender mejor la cuestión, porque cuando el niño está en sintonía plena con la alegría de su juego, está sonriente y abastecido con gran cantidad de energía vital y entusiasmo.
No es posible ser felices, realizar grandes hazañas o tener creatividad si no estamos sintonizados con la alegría de llevar a cabo las tareas diarias. Por ello el ser humano ha de poner toda atención y foco al elegir su actividad profesional o el conjunto de tareas que vayan a tomar el mayor tiempo de su vida. Por ello también se hace necesario saber construir relaciones que no te impidan ser la persona que eres, con las características únicas que tienes. Desdichadamente, la mayoría de las personas, en la tentativa de encajarse en el alocado estilo de vida actual, acaba desarrollando actitudes que no representan exactamente la esencia de lo que son, en un intento de ser mejor aceptadas o de agradar a la sociedad en que viven. Cuando ocurre esto, la persona se desmantela, se desconecta de sí misma y pierde la fuerza de entusiasmo tan necesaria para vivir bien su vida.
Necesitas ser aquello que has nacido para ser. Necesitas encontrar tu lugar en el mundo y realizar la misión de tu alma, pues únicamente así estarás integrado con tu propia esencia, que por consecuencia es la vía de acceso de la plenitud en tu vida.
Desgraciadamente, en esta condición actual de la vida en el planeta, lo que más encontramos son personas viviendo en el “piloto automático”, movidas únicamente por cuestiones materiales y por la necesidad de mantener sus estilos de vida, los cuales no siempre son estilos en sintonía con lo que realmente desearían que fuese.
Lo que esas personas no perciben es que, al proceder así, están sentando las bases de su existencia en el miedo y en la incoherencia, que cobran su precio.
La mayoría de las personas no trabaja en lo que le gusta y sus tareas diarias no alimentan su alma. Una pequeña parcela, tan sólo, trabaja o vive motivada por el sentimiento de estar plenamente en “su lugar”. Sentirse en “su lugar” quiere decir que te conoces y conoces tus potenciales. Te gusta la persona que tú eres, te gusta hacer lo que haces y te gusta estar en tu propia compañía. Sentirte en tu lugar es amar el ser en que te has convertido, pues has aprendido que tus potenciales surgen cuando eres fiel a tu conjunto de valores. Sentirte en “tu lugar” es vivir la verdad de tu alma, actuando, viviendo y moviéndote con base en el sentido que viene de dentro de ti.
No se puede vivir la plenitud sin estar en el “debido lugar”. No es posible ser plenamente feliz sin estar desempeñando nuestro propio papel.
Para realizarte, necesitarás enfocarte obstinadamente en ser fiel a lo que has nacido para ser. “Conoceréis la verdad y ella os hará libres”.