La misión del médium
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 07/08/2012 11:13:19
por Maria Silvia Orlovas - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Tú que posees mediumnidad y trabajas con ella, habrás pensado por qué has sido elegido, o por qué tienes ese don, y probablemente a lo largo de tu andadura habrás pensado en el por qué de haber sido tú el elegido. Incluso aquellas personas que ya han oído en algún momento que tienen que desarrollar la mediumnidad, seguramente se habrán puesto a pensar en cómo y por qué hacerlo.
Por cierto, sé que muchos “desarrollan” la mediumnidad por temor a lo malo que pueda pasarles si no lo hacen, y no por propia voluntad o de forma espontánea.
Los mentores siempre han bromeado al decir que casi nadie viene al camino espiritual, sino que las gentes se despeñan, se precipitan ladera abajo cuando están sufriendo. Y que algunos encuentran en ello un sentido para la vida.
Pero, entonces, ¿cuál es la misión del médium? Pregunto qué es lo que sientes al respecto, porque por más importante que consideremos algo que hemos oído, tenemos que oír la voz interior, respetar aquello que sentimos, pues la mediumnidad empieza dentro de nosotros, en el corazón, en el sentimiento y en las sensaciones. No es algo externo. Al fin y al cabo, nosotros somos los médiums, los sensitivos, somos quienes por un motivo conocido o desconocido tenemos el don de una percepción más aguzada del mundo a nuestro alrededor, y también del mundo interior.
A lo largo de esta vida, porque en mi caso, nací médium, percibo que el primer paso de esa misión es el auto-conocimiento. Un médium, antes de tratar de ejercer su don, de pulir su talento, de ayudar a otros, ha de conocerse y vencer sus propios tormentos, porque los primeros pasos de esa senda suelen darse casi a oscuras.
Ya he pensado si sería un test, pero he llegado a la conclusión de que se trata de un empujón.
Porque ¿quién, en su sano juicio y cuando todo va bien, con relaciones afectivas y familiares amorosas y tranquilas, con dinero, un buen empleo y felicidad, buscaría una mayor comprensión de la vida y de los designios divinos?
Sinceramente, considero que poca gente mira siquiera la parte espiritual cuando las cosas van bien. Entonces, si las cosas andan mal, aparte de mirar, pedir ayuda, o querer de pronto ser médium y salvar el mundo, es preciso ser humildes y salvarnos. Modificar conductas, vencer el karma familiar, que normalmente es pesado y lleno de aristas complicadas. La vida es así...
Las gentes no son perfectas y nosotros tampoco lo somos.
Creo en una mediumnidad activa, en el sensitivo, en el médium que estudia, que aprende, pero no solo en los libros, ni únicamente con los espíritus que recibe, ni en los mensajes que canaliza. Es preciso aprender con la vida, con todo lo bueno que logramos hacer y también con lo que sale mal.
El médium es como dice la palabra: un mediador, alguien que transita entre el mundo material y el mundo espiritual. Pero vale preguntar: ¿qué parte del mundo espiritual es la que frecuenta ese médium?
Porque no existe únicamente un mundo. Existen varios mundos y lo que define por dónde andas o, para el caso, a dónde eres llevado, es tu conducta. La integridad en el mundo de los hombres es fundamental para garantizar el acceso a los portales superiores del espíritu. Siendo así, no basta ver espíritus y comunicarse con el más allá. Es preciso contactar buenos espíritus y, para ello, hemos de perfeccionar nuestra naturaleza, pues aunque hayamos nacido con hermosos dones y talentos, si no pulimos el carácter, esos regalos se pierden en una nube de polvo.
Pienso que no solo la misión del médium, sino la de todos nosotros es, antes de tratar de salvar el mundo, cuidar de uno mismo, del propio perfeccionamiento, de cultivar la propia luz y entendimiento, amor y perdón para enfrentar las lecciones que el karma nos ha traído.