La Naturaleza en los Géminis
por Graziella Marraccini em STUM WORLDAtualizado em 05/06/2009 16:00:53
Traducción de Teresa - [email protected]
El Sol está en el signo de Géminis. Tercer signo de la rueda zodiacal, pertenece al elemento AIRE y tiene la cualidad de mutable. Su planeta regente es Mercurio. Representamos el signo por el número II romano, para mostrar su naturaleza doble y multiplicadora.
La curiosidad de los nativos de Géminis es notoria y quien conoce un poco la astrología enseguida nota, en la vivacidad de la mirada, en los gestos fáciles y ágiles, en la vivacidad de la expresión, a una persona que pertenece a este signo. Es verdad que basta tener al planeta Mercurio en evidencia en el mapa natal, tenerlo en el Ascendente o en buen aspecto con el Sol, para expresar esa naturaleza de Géminis.
El tercer signo del zodíaco representa la fase de la vida en que el niño empieza a descubrir el mundo que le rodea. Él abre sus ojos hacia algo que le atrae, un objeto, un color vivo, un sonido, la sonrisa de la madre. Así, poco a poco, desarrolla los cinco sentidos. Aprende a reconocer el sabor de los alimentos, tiende las manitas para que se le tome en brazos, balbucea las primeras sílabas y empieza a dar los primeros pasos para descubrir algo que está mucho más allá de su cunita. ¡Por eso los pediatras y psicólogos aconsejan a los padres que ofrezcan muchos estímulos al bebé en los primeros años de vida! Un bebé sin estímulo tendrá pocas oportunidades para desarrollar todo su potencial intelectual y creativo. Sin embargo, el exceso de estímulo, como el que se produce actualmente en nuestras grandes ciudades, donde hay acceso fácil a la comunicación a través de los medios de comunicación rápidos como Internet, donde hay exceso de ruido o de anuncios, puede ser perjudicial para el desarrollo equilibrado del cerebro del niño.
Un crío que permanezca horas frente a la TV, o jugando con videojuegos, no obtendrá una motivación adecuada y equilibrada y sufrirá prematuramente estrés físico y mental. Sin embargo, es cierto también que el nativo de Géminis tiene una habilidad natural para hacer muchas cosas al mismo tiempo, para asimilar fácilmente conceptos e informaciones, prestar atención a la TV, a la conversación en la cocina, al pajarito que vuela fuera y que él ve rápidamente por la ventana. Esa es la naturaleza de los Géminis. ¡Pero hacer muchas cosas al mismo tiempo puede significar no hacer ninguna hasta el final! En efecto, una de las cosas más difíciles para los de géminis es mantenerse enfocados en un solo asunto y continuarlo hasta el final.
Los signos de aire son naturalmente intelectuales, pero el signo de Géminis es astrológicamente aquel que tiene la naturaleza del ‘viento primaveral’, es el más volátil de todos. Quien conoce un poco las estaciones del hemisferio norte sabe a qué me refiero. ¡En primavera, un día hace calor y otro día hace frío, llueve y hace sol en el mismo día, y el viento (¡ah, ese viento juguetón) está siempre presente para levantar faldas y despeinar cabelleras, haciendo volar los sombreros o los paños tendidos! ¡Aquí en el hemisferio sur, este período corresponde al otoño que también es una estación de cambio, y nos obsequia con unos días fríos y otros calientes, días secos y otros húmedos y lluviosos, días ventosos e inestables!
Nada es estable en este mes de Géminis. La naturaleza de los Géminis no es estable. Suelo compararla a una bandera tremolante o a una manga de aeropuerto, aquella que indica la dirección del viento. En los barcos a vela, se coloca un pequeño hilo colorido atado al mástil para ayudar al marinero a reconocer la dirección del viento, y de ese modo armar la vela en la buena dirección y seguir el rumbo. La energía de este mes puede ser benéfica o maléfica, tú eliges cómo usarla para lograr seguir tu rumbo en la dirección adecuada. ¡Si sabes canalizarla podrás conseguir en este mes mucho más que en todos los otros meses del año! Podrás hacer contactos, adelantar proyectos, tocar más de un asunto al mismo tiempo, todo con extremada facilidad. En cambio, también podrás desperdiciar energías, dispersándolas, como semillas al viento, o incluso perdiendo el rumbo. De este modo, no sabrás si ellas van a dar frutos.
Puedes tocar varias cosas al mismo tiempo, leer varios libros, iniciar varios proyectos y… ¡no terminar ninguno! Estarás desperdiciando tus energías y no usarás correctamente la Luz que el Cosmos te proporciona gratuitamente.
Recordemos que en la mitología greco-romana Mercurio era el mensajero de los dioses. El mensajero lleva y trae informaciones. Hace comercio, compra y vende cosas, hace permutas. Pero ¿cómo haremos todo eso si no terminamos lo que hemos empezado? ¿Cómo podemos hacer nuestro papel correctamente si dejamos inacabados nuestros proyectos? Suelo pensar que el desperdicio es un pecado, pues priva a otros de algo que nosotros estamos desechando. Por ello procuro siempre compartir, pasar adelante un poco de aquello que aprendo, así como pase adelante aquello que ya no uso. Si Dios me ha dado un don no debo desperdiciarlo. La naturaleza volátil de Géminis me parece, empleando una metáfora, como una mariposa que va de flor en flor, sorbiendo el néctar y al mismo tiempo transportando el polen fertilizador. Tal vez ella no sea consciente de ese papel polinizador suyo, pero Dios la ha dotado con ese don y ella lo cumple, instintivamente. Nosotros, seres dotados de razón (¡a veces llego a dudarlo!) podemos desempeñar nuestro papel voluntariamente y de forma consciente.
Mientras el Sol permanezca en el signo de Géminis debemos buscar dentro de nosotros una habilidad, un don, un conocimiento y compartirlo con otra persona. Yo misma soy una persona ‘multi-tareas’ y he de hacer un enorme esfuerzo para terminar aquello que comienzo. Leo muchos libros al mismo tiempo, oigo todas las noticias, estoy siempre informada sobre todo lo que pasa, me comunico fácilmente y aprendo todo con la misma facilidad. Con sabiduría (y con la madurez propia de la edad), procuro hacer un esfuerzo para ser más organizada y terminar mis tareas, canalizar mis actos hacia un foco determinado. Y procuro leer, estudiar, instruirme siempre y continuamente y, sobre todo, procuro de modo constante utilizar mi conocimiento no solo en mi propio beneficio, sino en el de los demás.
Humildemente, agradezco a Dios por ese ‘buen Mercurio’ que me ha dado y procuro transmitir mi aprendizaje como un simple y humilde vehículo de Luz. Y os agradezco a vosotros, apreciados lectores, que con vuestros e-mails, con vuestros relatos de vida, me ofrecéis la ocasión de compartir y enriquecer aún más mi conocimiento todos los días.
El consejo de la semana nos viene dado por las tres letras que componen el nombre de DANIEL, el genio cabalístico nº 50. El salmo de oración es el nº 102. Vamos a pedir que Él nos ayude a despertar la paciencia y la perseverancia para terminar nuestras tareas alcanzando nuestras metas.YUD NUN DALET
50. Lo bastante nunca es bastante
¡Una semana llena de Luz para todos!