La naturaleza transitoria de las cosas
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 07/02/2016 09:54:11
Autor Leandro José Severgnini
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Traducción de Teresa - [email protected]
¡Agradece más! Esta es una regla-clave para elevar nuestra vibración y colocarnos en sintonía con conexiones más sutiles. Esto para muchos no es novedad. La gratitud es un factor de equilibrio mental y emocional, por tanto, debemos estar agradecidos a todas las cosas que podemos disfrutar en el mundo material. No obstante, esa gratitud no puede estar condicionada únicamente al hecho de poder disfrutar de las cosas materiales. Esa gratitud ha de conllevar la sutil conciencia del desapego - algo que, desgraciadamente, parece estar todavía alejado de nuestra conciencia. Es fascinante percibir cómo el pueblo oriental ya habla de ese desapego hace milenios, cuando transmite el concepto de Maya. Para ellos, Maya corresponde al aspecto ilusorio del mundo material.
Algunos pensarán: "¿cómo es eso de ilusorio? ¿Cómo puede ser ilusorio algo que puedo ver, palpar, sentir, oler?" ¡Precisamente ahí está la enseñanza! Todo aquello que provoca la excitación de los sentidos físicos es ilusión, por el simple hecho de que un día dejará de existir.
Hemos de reconocer que todo aquello que un día fue creado, en algún momento dejará de existir. Nuestras posesiones, nuestro estatus, nuestras relaciones profesionales y familiares; todo no es más que una dulce ilusión. Difícil es reconocer esta verdad porque eso desagrada a nuestro ego. Nuestro ego se sustenta sobre apegos, rótulos e identificaciones. Gracias a nuestro ego, creamos diversas imágenes que nos hacen creer que somos algo que en realidad no somos. Para demostrarlo, propongo un pequeño ejercicio.
Siéntate de modo relajado y respira tranquila y profundamente tantas veces como te sea posible, o hasta percibir que la agitación de tu mente se reduce. Después, empieza a mirar las cosas de tu entorno: paredes, puertas, ventanas, muebles. Percibe el carácter transitorio de todo eso, percibe como todo tiene fecha de caducidad. Imagina como si todo lo que hay a tu alrededor fuese desvaneciéndose (un día eso sucederá de verdad). Cuando consigas, mentalmente, quitar todo lo que está a tu alrededor, restando únicamente tu cuerpo rodeado por el vacío, ve más allá y toma conciencia de que un día tu cuerpo también dejará de existir - y todas las relaciones que él ha creado se irán juntamente: profesión, amigos, familia, etc.
Ahora es momento de preguntar: ¿qué es lo que resta? Veremos que únicamente restará la conciencia, el observador, tu verdadero YO. Si logras alcanzar la percepción de ti mismo, te sorprenderás y te sentirás extremadamente agradecido por percibir que existe una parte de ti que es indestructible, inmortal, eterna. Irónicamente, paseamos por la Tierra durante largos años y nunca nos hemos parado a pensar sobre ella.
Si consigues alcanzar la percepción de ti mismo, podrás sentir una breve frustración al percibir que has venido dedicando toda tu vida a la obtención de lo transitorio (Maya) olvidándote de lo permanente, de lo eterno, del YO. Pero, ¡ah, querido! Esa es la única frustración que vale la pena alcanzar y deseo que tú la alcances lo más pronto posible.